0
0
Vicente Aleixandre imaginó un simbólico maniquí de frases rítmicas, en el que las telas cubrían las grafías de una paleta pigmentada con palabras pregoneras de comunicación, verdad, amor, comprensión, conocimiento y conciencia.
Con esas pinceladas de signo revelador, el poeta nacido en Sevilla perduró a través de la osamenta técnica de don Luis de Góngora y Argote, traducida a las soluciones líricas de la Generación del 27; mientras flirteaba en aguas de surrealismos simbolistas.
Unos océanos en sombra que no renunciaron nunca a la luz salvadora de los paraísos recobrados, aunque en su singladura hubiera que aprender a convivir con la desesperación y la tristeza.
Nacido en el año en que se produjo la pérdida de Cuba por parte española (1898), Vicente Pío Marcelino Cirilo Aleixandre y Merlo fue un poeta apegado a su época, el cual tuvo que ocultar su naturaleza sexual en un país de pecados dogmáticos y condenaciones salvajes.
Un sentimiento homoerótico que vertebró las costuras de su lenguaje poético en muchas de sus composiciones; en forma de declaraciones complejas sobre amores deseados, carentes de marginalidades de género y condición.
Alejandro Sanz (Presidente de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre) ha recogido ese compromiso con la libertad, que el autor de Mundo a solas imprimió en cada uno de sus versos, siempre pendiente de los sufrimientos que padecían sus compatriotas en la dura etapa de la dictadura franquista.
VICENTE ALEIXANDRE, UN POETA JOVEN
Cuando se cumplen cuarenta años de la concesión del Permio Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre, Sanz ha querido refrescar la capacidad del sevillano para conectar con sus colegas de cualquier generación.
Ya entre sus coetáneos, el dueño de la madrileña villa de Velintonia gozaba de una especie de admiración compartida, que le hacía ser como un Virgilio para los talentosos miembros del 27.
Los pasos correspondientes a la comunión, la comunicación y el conocimiento -que los expertos creen atisbar en la evolución poética de VA– parecen ser el aglutinante de los colores que conjuntan el enorme lienzo de un currículo comprometido con el consuelo, la esperanza y la vida.
Quizá sean los siete poemas inéditos que incluye esta recopilación presentada por Lumen los que rompen un poco el denominador común de los senderos rebosantes de claridad anímica, para exhibir la faz más depresiva y hundida de un creador amante de los irracionales comportamientos humanos, confesados a través de métricas y figuras sorprendentes y fantasiosas.
El desfile, Ala condenada, La sangre, La mar, Cielo derrumbado, Mentira del hombre y Nadie viene muestran la fisonomía de un rapsoda con las defensas bajas, atenazado por un dolor que consiguió apaciguar posteriormente, por medio de paisajes más alentadores.
Un escenario que explotó frente a la agonía de una tierra divorciada de los edenes primigenios.
Nota.- Vicente Aleixandre: Poesía Completa está a la venta por Editorial Lumen.
