Unamuno pervive en Madrid
El Teatro Fernán Gómez de la Villa y Corte presenta "El otro": un imaginativo montaje de Mauricio García Lozano sobre el texto elaborado por don Miguel de Unamuno, en el que se ponen de manifiesto los resultados una misteriosa disociación.
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Unamuno huyó de las exposiciones estáticas sobre un escenario, y reclamó para sus textos una intensa complicidad con los espectadores; a los que retaba desde el libreto, con sus argumentos misteriosos y laberínticos.
El otro es precisamente eso: un brillante y apasionante juego de caracterizaciones difusas, al estilo de una metamorfosis kafkiana, con el componente humano de los espejos amenazantes como leitmotiv singular y hambriento de reacciones diversas.
Miguel de Unamuno escribió la obra en 1926; y su estreno tuvo lugar en 1932, ubicado en una España desdoblada, ansiosa por acceder a un intelectualismo valiente. Una nación agrietada, ajena a los abismos a los que se enfrentaría cuatro años después, con el golpe militar y la sangrienta Guerra Civil.
En ese contexto, El otro se percibe como el infierno latente de una lucha interiorizada y antropófaga, mantenida en el texto por un ser dividido en dos, al que atenazan los miedos de perder la identidad a manos de un simple reflejo.
“El teatro de Unamuno quiso acercar la escena española a las vanguardias europeas. Se trata de un teatro audaz, sintético hasta la desnudez, abierto radicalmente a la experimentación, y que presenta un nuevo paradigma del personaje dramático. No encontramos ya el intento ilusionista de construir el trasunto de una “persona real” sino la asunción plena de la naturaleza poética / ficcional del personaje“, afirma Alberto Conejero, el dramaturgo responsable de la adaptación de El otro; montaje que alberga el madrileño Teatro Fernán Gómez, hasta el próximo 11 de abril.
Las leves huellas de La vida es sueño, de Calderón de la Barca, se funden con elocuencia en una evolución dramática altamente unamuniana, que desvela las ansiedades de un protagonista perdido en sus reflexiones irracionales; el cual intenta escapar de su otredad recién descubierta.
Una carrera sin tregua, en la que existe la urgencia de responder a la pregunta de quiénes somos realmente. Cuestión que clava sus garras felinas en la esencia del ser humano, y en las entrañas del concepto de animal social (existo por lo que los demás perciben de mí mismo).
UNAMUNO Y SU BÚSQUEDA DE LA OTREDAD
El mexicano Mauricio García Lozano escoge una ambientación casi espartana, para escenificar las palabras del autor de Niebla. Un cuadro de somnolientos accesos alimentado con angustias personales, que protagoniza el dolorido Cosme. Este hombre lucha para no acabar derrotado por su otro yo, y lo hace encerrado en su habitáculo y equidistante de los que le rodean. Todo para eliminar a un ente desconocido y aterrador, que amenaza con derretir los últimos trazos de su historia identitaria.
Locura o certeza de la leve existencia del individuo, las dicotomías existenciales fortalecen los actos que componen El otro, hasta llegar a revelaciones sorprendentes. Un conjunto de pensamientos determinantes, que proyectan con sus gestos y expresividad Celia Bermejo, Domingo Cruz, Carolina Lapausa, Silvia Marty y José Vicente Moirón.
“Es un teatro que necesita de una escucha activa, cómplice, de una voluntad de misterio.Ya en su época, a Unamuno se le acusó de hacer un teatro demasiado literario. Es un juicio que, con distintos matices, se ha ido repitiendo a lo largo de las décadas. Unamuno reclamaba la teatralidad implícita en sus textos. En el caso que nos ocupa: El otro no es literatura dramática sino teatro. No es para ser leído sino para ser representado. El otro ha nacido para el teatro, y para el teatro va“, reconoce Alberto Conejero.
Nota: El otro estará en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, hasta el 11 de abril.
Más información, entradas y horarios en
https://www.teatrofernangomez.es
