Nick Hornby explica el amor
El autor de "Alta fidelidad" y "Un gran chico" presenta "El estado de la unión. Un matrimonio en diez partes" (Editorial Anagrama): la versión novelada de la premiada serie de televisión del mismo título, en la que Nick Hornby es guionista. Una obra construida a través de los encuentros de una pareja en un pub londinense, en los que el creador británico diserta sobre asuntos tan espinosos como el del amor en pleno siglo XXI.
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Nick Hornby suele mantener el ritmo narrativo de sus textos a través de intensos y eficaces diálogos y monólogos, en los que expone su postura frente a las confusiones existenciales de los hombres y las mujeres de este desasosegante tercer milenio.
Mientras que en Alta fidelidad la música era el cauce usado por el autor británico para ilustrar cada episodio vivencial del mujeriego Rob Gordon; en El estado de la unión (Editorial Anagrama) el imán activo es la rutina que desarma el romanticismo entre las parejas, y que se hace presente según caen las hojas de los calendarios, como estos objetos fueran una gangrena inevitable y mortal.
Tras una operación semejante a la llevada a cabo por Graham Green con El tercer hombre (la película de Carol Reed usó un guion original del escritor de El factor humano, quien luego lo transformó en novela), Nick Hornby concibió el libro de El estado de la unión después de observar su pegada y éxito en su formato de serie de televisión, dirigida con excelente sentido artístico por Stephen Frears, entre 2019 y 2022. Una decisión que entrañaba pocos riesgos, ya que la producción catódica generó una expectación y un seguimiento realmente admirables en las diez semanas que duró su emisión.
La fórmula usada para el serial era muy simple en su esqueleto: Hornby tomaba a parejas en crisis, y las sometía a terapias cronometradas en diez minutos. Unas sesiones que estaban marcadas por una preparación inicial, en la que los cónyuges en litigio descubrían sus pensamientos más íntimos frente a la cámara.
La idea, muy acorde con el serial de la BBC titulado Bedtime o con la producción española Escenas de matrimonio, aportó al responsable de Juliet desnuda un material que pasaba de la comedia al drama con una simple frase, un gesto, un recuerdo, o una melodía que enganchaba sensaciones que los personajes creían perdidas bajo el óxido del tiempo transcurrido.
¿Puede un matrimonio prolongado durante quince años someterse a los márgenes precisos de las diez partes que precisa el título? Según la estructura argumental, no solo entra dentro de lo posible, sino que resulta incluso un ejercicio sanador.
En la sociedad actual de las pantallas y las conversaciones informatizadas hasta en las tildes, Hornby apuesta por los razonamientos compartidos, por las palabras reveladoras, por el autoconocimiento necesario y por el humor a la hora de valorar las zozobras sentimentales.
Una terapia a fondo, donde salen a relucir asuntos tan contundentes como la infidelidad, la importancia relativa o absoluta del sexo, la necesidad de hallar novedades en la senda marital o la permeabilidad a perdonar los errores y las vulnerabilidades de cada uno (virtudes y defectos, como diría la sabiduría popular).
NICK HORNBY SE MONTA UN ESCENARIO A LO WOODY ALLEN, CON RITMO Y ELOCUENCIA A LO QUENTIN TARANTINO
La habilidad de un buen artesano de las frases enlazadas provoca que hasta las conversaciones más surrealistas gocen de una atracción irresistible de cara a los lectores y a los espectadores. Así lo han expuesto Woody Allen y Quentin Tarantino, a lo largo de sus respectivas filmografías, donde los personajes que protagonizan sus fotogramas parecen agraciados con el don de la palabra.
Esa capacidad para verbalizar cualquier emoción que enfoque la escena, sin importar la coherencia o el sentido práctico de semejante operación, la explota con contundencia Nick Hornby, en El estado de la unión, mediante una brillantez discursiva de enorme calado narrativo.
La acción de la novela sigue con fidelidad los diez capítulos de la homónima serie de Sundance TV. En ellos, Tom y Louise acuden religiosamente a un pub diez minutos antes de iniciar su sesión de terapia con un psicólogo. Ambos llevan quince años casados, tras los que han tenido dos hijos; pero ahora atraviesan un bache complicado, después del descubrimiento de una infidelidad.
Una decena de reuniones, en las que los protagonistas analizan su pasado, presente y futuro, marcan la evolución sociológica de esta comedia urbana, no exenta de tragedia individual y colectiva. Todo ello enmarcado en una comunidad londinense propensa a las confusiones sentimentales, y a las grietas afectivas ocasionadas por una concepción extraña e idealizada del amor.
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