Jo Nesbo prueba con el terror
Jo Nesbo es un autor curioso y prolífico, el cual ha participado incluso en la aventura de actualizar Macbeth, de William Shakespeare, para convertir al violento caballero escocés en un mafioso dominado por su esposa. El reto que se ha propuesto el narrador noruego en esta apertura de 2024 es asaltar a los lectores con una historia de miedos juveniles y góticos, titulada "La casa de la noche" (Reservoir Books): un libro surgido del deseo de asustar a sus seguidores, con un relato que podría haber firmado el singular Stephen King.
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Jo Nesbo es un creador al que le encanta desconcertar a sus miles de seguidores, con textos que se alejan muchas veces de los rigores policiacos y aguardentosos del genial inspector Harry Hole.
Una fórmula destinada a ampliar horizontes, que el literato noruego ha practicado en sus volúmenes de relatos breves (en este terreno, El hombre celoso es un auténtico timón de mando) y en otras veleidades que le han permitido tomar aire, lejos de los cruentos casos en los que se suele ver envuelto el abismal y quebradizo Hole.
La casa de la noche (Reservoir Books) forma parte de ese conjunto de obras “sabáticas”, con las que Jo Nesbo dota de profundidad a su sólida trayectoria como escritor. Un texto surgido de un inusual juego voluntario de fogata de Halloween, alumbrado por el misterio subyacente en una mansión abandonada, e ilustrado por unas extrañas y trágicas desapariciones, producidas entre los incautos estudiantes del instituto del lugar.
Jo Nesbo parece seducido por similar hechizo al que animó a su colega Harlan Coben a abandonar temporalmente el género del thriller, para probar suerte en el terreno del horror adolescente. En el caso de Coben, el producto de sus pesquisas se transformó en la serie de televisión titulada Refugio, estrenada en 2023, en la plataforma online de Amazon Prime Video.
Tanto en el caso de Coben como en el de Nesbo, los avatares de los teenagers sometidos a universos hostiles y asfixiantes son los motores activos de Refugio y de La casa de la noche; lo que indica el poder de atracción que los preadultos ejercen sobre la imaginación de no pocos escritores en busca de ideas nuevas y comerciales.
Mucho antes que ellos, Stephen King ya había explorado el tema desde distintas perspectivas y argumentos sobrenaturales, en novelas tan exitosas como Carrie, El misterio de Salem’s Lot e It. Un tipo de tramas que mezclaban con imaginación el filón cinematográfico del miedo teen y el slasher espectral, con una especie de crítica social contra el darwinismo salvaje que circula por los colegios y los institutos. Unos ingredientes que están presentes también en el desarrollo de La casa de la noche.
JO NESBO MEZCLA CON INGENIO EL LEGADO DEL TERROR TEEN, EL SLASHER DE INSTITUTO Y EL POSO DEL GOTICISMO DE LAS CASAS ENCANTADAS
La ambientación en los años ochenta, del pasado siglo XX, de La casa de la noche ya avisa a los lectores de unas tesis activas que asocian el texto a una época en la que triunfaban películas como Noche de miedo (Tom Holland, 1985), donde los menores de dieciocho años eran los protagonistas perfectos para experimentar situaciones de ultratumba (en el caso del film mencionado, de vecinos con colmillos vampíricos). Un tiempo de euforia hormonal y ritmos desatados, que le permite a Jo Nesbo introducir elementos tan escalofriantes como las cabinas de teléfonos situadas en lugares apartados, y alejadas convenientemente de cualquier entorno seguro y acogedor.
La labor de escenificación que realiza Nesbo en la narración es muy visual, con guías claras para una posible adaptación cinematográfica. Una característica que también percibieron los responsables de la edición de La casa de la noche, y la materializaron con el lanzamiento de uno de los fragmentos del libro acompañado de dibujos, al estilo de una novela gráfica (operación de mercadotecnia que Penguin llevó a cabo en Reino Unido, con motivo de la celebración de la fiesta de Halloween, en octubre de 2023).
No se le puede negar a Jo Nesbo su capacidad para impactar con su primera incursión en el terror adolescente, coincidente con un momento mediático en que series televisivas del corte de Stranger Things copan las audiencias adolescentes en la industria audiovisual, como si se estuviera produciendo un resurgir del misterio teen, consistente en sustos ocultos tras los rincones oscuros, mientras resuenan en el ambiente los aullidos impenitentes de los fantasmas sedientos de sangre.
Un leitmotiv que preside cada uno de los capítulos de la novela que lidera el joven de catorce años bautizado como Richard Elauved; el cual tiene que mudarse con sus tíos a la localidad de Ballantyre, tras la muerte de sus padres en un incendio. En su nuevo hogar, el chico es objeto de la marginación en el centro de enseñanza secundaria en el que está matriculado. Solo un muchacho llamado Tom se convierte en su colega, hasta que el chico desaparece en una cabina telefónica cercana al bosque, mientras la policía no hace caso a las sospechas de Richard.
Una casa señorial abandonada, aunque en su interior hay unos seres que contemplan a la población circundante, es la clave de un misterio que esconde realidades amenazantes e infernales, casi apocalípticas…
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