Félix González-Torres y ARCO 2020
El artista cubano, fallecido por culpa del Sida en 1996, es el leitmotiv de la Feria Madrileña de Arte Contemporáneo (ARCO), en su 39ª edición.
Félix González-Torres mantuvo a lo largo de su corta existencia una relación de amor/ odio con respecto al mercado del arte.
Por un lado, nunca se unió con vehemencia a los movimientos contrarios a la comercialización de las piezas que salían de su minimalismo épico; pero tampoco se mostró especialmente servil, a la hora de incluir en sus trabajos la preeminencia de los gustos de marchantes y coleccionistas con chequeras abultadas.
González-Torres sedujo al capital en la manera de lo posible y por razones de subsistencia, aunque no renunció en ningún momento a la lucha contra las injusticias sociales a través de sus instalaciones y sus objetos. Esto se tradujo en un equilibrio intenso entre sus obsesiones artísticas y la adecuada presentación de las mismas, ante los que eran capaces de colmar sus expectativas existenciales. Algo parecido a lo que hacían los maestros del Renacimiento, con los mecenas que aseguraban el sustento de sus talentosos protegidos.
Veinticuatro años después del fallecimiento de Félix González-Torres, ARCO recupera el impulso imperecedero de este hombre de visionarios paraísos conceptuales, que con sus peculiares escenificaciones del tiempo, el espacio, la realidad y la brevedad del lapso vital consiguió inspirar a colegas de generaciones coetáneas y futuras.
El creador chileno Alejandro Cesarco es el comisario escogido por los responsables de la feria de arte contemporáneo de la Villa y Corte, junto a Mason Leaver-Yap, para coordinar el protagonismo de FGT en los salones capitalinos, mediante la influencia ejercida en 16 compañeros de plásticas aguerridas y 13 stands, tan ilustrativos como el montado por la Galerie Barabara Weiss y la Galerie Chantal Crousel.
Pese a no estar literalmente incluidos en el laberinto inmenso de las colmenas de Ifema; los relojes suspendidos de la eternidad sobre paredes efímeras, las bombillas de electricidad difuminada, las bobinas de papel impreso a gusto del consumidor, o los caramelos de envoltorios multicolores despliegan su aura setentera y rompedora, como constantes motores de vapores invisibles y latentes.
FÉLIX GONZÁLEZ-TORRES VIERTE SU SAVIA EN EL SIGLO XXI
Una de las fortalezas del arte de Félix González-Torres se encuentra localizada en la pasión desbordante, con la que el creador cubano moldeó cada elemento y cada tonalidad, como si fueran hipnóticos ungüentos de concienciación social y ciudadana.
La militancia en el Group Material, desde el que alentó a defender el activismo cultural a todos los niveles, nutrió con su simbología activa las piezas del artista nacido en Guáimaro; y las embadurnó con una vitamina de rabia sosegada, con la que intentó analizar el progresivo imperio de la tecnología sobre el pensamiento.
Los largos pasillos que conforman ARCO se abren a la idea de potenciar en cada stand el espíritu irreductible de González-Torres, materializado por propuestas belicosas y aceradas, destinadas a poner sobre el tapete de la realidad las injusticias existentes, y la lucha en favor de la igualdad de todos los seres humanos.
A esto responde, por ejemplo, que los organizadores de la feria hayan aumentado la presencia femenina del 25% al 32%, o que compartan espacio expositivo alegatos tan elocuentes como los efectuados por Marina Abramovic y la legendaria Liliana Maresca.
La búsqueda y defensa de la identidad sexual y existencial revierte con determinación en el siglo XXI, como lo hizo en la época que conoció Félix González-Torres. Justo como si cualquier avance fuera únicamente “just a matter of time“.
Nota: La feria ARCO estará abierta hasta el próximo 1 de marzo.
