Timothée Chalamet prueba el teatro
El protagonista de "Mujercitas" recala en Londres, para encabezar el elenco interpretativo de "4000 Miles": una emotiva obra, en la que comparte escenario con la octogenaria Eileen Atkins.
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Timothée Chalamet se ha convertido en apenas dos años en uno de los rostros más solicitados en Hollywood.
Desde su sorprendente caracterización del enigmático Elio, en Call Me By Your Name (Luca Guadagnino, 2017); el actor neoyorquino ha saboreado las mieles del éxito, con trabajos de reconocida brillantez en filmes del estilo de Lady Bird (Greta Gerwig, 2017); Días de lluvia en Nueva York (Woody Allen, 2019); Beautiful Boy (Felix van Groeningen, 2018); y Mujercitas (Greta Gerwig, 2019).
Un escaparate de largometrajes sorprendentes, a los que Timothée ha añadido recientemente la esperada The French Dispatch, a las órdenes de Wes Anderson, y la nueva adaptación cinematográfica de Dune.
Con tales credenciales profesionales, no es extraño que el anuncio del desembarco de Chalamet en el vetusto Old Vic, para protagonizar un espectáculo, haya desencadenado el efecto de la venta de entradas a la velocidad del rayo.
El show con el que la estrella veinteañera de The King visitará en breve la urbe del Big Ben lleva por título 4000 Miles: una emocionante obra ideada por la dramaturga estadounidense Amy Herzog, con la que quedó finalista del Pulitzer Prize for Drama, en 2013.
Enfocado hasta el momento en su carrera en el séptimo arte, Timothée intenta exhibir el esfuerzo que supone construir un personaje noche tras noche, sin la red que supone la grabación de una escena con sus debidas repeticiones y correcciones en plató.
A su lado, el joven intérprete norteamericano tendrá la ayuda y apoyo de la veterana Eileen Atkins (Gosford Park): una actriz con tablas suficientes, como para mantener en volandas los posibles miedos e inseguridades de la movie star proveniente del otro lado del “charco”.
TIMOTHÉE CHALAMET PISA EL TEMPLO EN EL QUE TRIUNFARON LAURENCE OLIVIER Y RALPH RICHARDSON
La fama que reporta el celuloide, con su indudable capacidad para potenciar la imagen de sus talentos de nueva hornada, es el principal motor que ha favorecido el viaje de Chalamet a la ciudad del Támesis.
Una operación que adquiere trazas de aventura épica, sobre todo al comprobar que el casi debut teatral del neoyorquino tendrá lugar en el mismo teatro que ayudaron a crear los inigualables Laurence Olivier, Ralph Richardson y John Gielgud.
Allí, entre bambalinas que aún se estremecen con las violentas acciones de Otelo y las autodestructivas ilusiones de Hamlet, TCh procurará dotar de vitalismo veraniego a Leo Joseph-Connell: un chico de 21 años que, tras una experiencia traumática, busca refugio en el apartamento de su abuela.
Entre las paredes de un pequeño inmueble del Greenwich Village de Manhattan, y con el aroma de la marihuana de su nona y los episodios confesionales, los dos personajes abordan con sensibilidad los lazos invisibles de la consanguinidad genética, siempre con las soledades taladas como extraños y silentes testigos de sus cuitas familiares.
Después de su estreno en el circuito Off-Broadway, en 2011; la autora Amy Herzog declaró que la abuela nonagenaria de 4000 Miles estaba inspirada en su propia grandmother, mientras que Leo era el producto de los vagos recuerdos de uno de sus primos. Esa naturaleza cercana y vital queda reflejada en las diferentes escenas de la obra, la cual esculpe su discurso con memorias teñidas de amargura y nostalgia.
El británico Matthew Warchus es el responsable de este ambicioso montaje, construido a base de intimismo y diálogos repletos de humor, fantasía, tristezas, anhelos, y verdades ocultas. Una galería de sensaciones que, simbólicamente, unen el ciclo existencial de la juventud y la ancianidad, de los amaneceres y los crepúsculos…
Nota: 4000 Miles empezará sus representaciones en el Old Vic Theatre a partir del próximo 6 de abril de 2020.
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