Chris Cornell y su disco póstumo
El mítico cantante de Soundgarden grabó, antes de fallecer en 2017, un puñado de versiones que ahora ven la luz, en el álbum "No One Sing Like You Anymore" (Universal Music Enterprises/ UMG Recordings).
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Chris Cornell poseía una voz envidiable, con la que lideró algunas de las jornadas más gloriosas del grunge nacido en Seattle (USA).
Junto al legendario Kurt Cobain, el músico y cantante de Washington protagonizó la historia de un estilo musical que tuvo en Nirvana y Soundgarden sus referentes más señeros, y que dio al universo de las ondas una distinguida colección de himnos multitudinarios.
Chris Cornell nunca abandonó la enérgica variante estilística del grunge, a pesar de que evolucionó a través del vasto rock and roll, con la asunción de su variante más eléctrica y emotiva. Y de esta manera, con sus aperos de afinidad aguerrida, el componente de Soundgarden y Audioslave vistió una carrera en solitario de cinco discos sorprendentes e inspiradores, Un currículo que ahora cierra su curso, con el brillante No One Sings Like You Anymore (UMG Recordings).
Aunque el título del álbum remite al elemento reivindicativo que quiere transmitir su viuda Vicky Cornell (la fundación que ella preside es la responsable de este pletórico Cd); en realidad, este toma su significado de una frase de la canción Black Hole Sun, de Soundgarden. Una de esas liricas imperecederas, que Chris Cornell esculpió con su inseparable guitarra, punteada por el aliento desafiante de su indudable talento.
Pese a que No One Sings Like You Anymore es una obra de versiones de temas musicales que marcaron la existencia del cantante de You Know My Name, esto no desmerece el resultado final.
Desde el iniciático y calórico Get It While You Can, de la estimulante Janis Joplin, a la mercantilista balada Nothing Compares 2 U, de Prince; la totalidad de los diez cortes de los que consta el Cd revelan el compromiso de Cornell para con sus seguidores. Pacto figurado, que sitúa el álbum en similar plano al de las líricas originales del músico de Seattle, marcadas por el potente lenguaje artístico del maestro del grunge.
CHRIS CORNELL HACE SUYOS LOS TEMAS DE OTROS
Apenas un año antes de su extraño suicidio en un hotel de Detroit, Chris Cornell pasó por el estudio, para dejar grabado y editado un puñado de actuaciones, con cuerpo y espíritu de futuro lanzamiento discográfico.
No ha trascendido si esto es lo que pretendía el cantante de Temple of the Dog, pero la fuerza que contiene No One Sings Like You Anymore apunta a que la operación no era para nada descabellada.
Las interpretaciones del creador norteamericano están ejecutadas con la asfixia apremiante de unas cuerdas vocales a punto de reventar, como si existiera la necesidad de abrillantar las inmaculadas concepciones melódicas de gente como Harry Nilsson, John Lennon, Carl Hall, Lorraine Ellison, o la ya citada Janis Joplin.
En la voz de Cornell, Get It While You Can suena menos camp, que en los agrietados acordes de Janis Joplin; las arterias explosivas de Jump Into the Fire se aprecian menos reivindicativas, que en la garganta de Harry Nilsson; y los giros coloristas de Watching the Wheels son percibidos como menos aventureros, que en la perspectiva pop esgrimida por John Lennon.
Tales asunciones visten con el traje de las sorpresas emocionantes el curso de No One Sings Like You Anymore. Un trabajo de múltiples lecturas y capas, el cual incluye las portentosas versiones de Showdown (muy alejada de los juegos instrumentales de The Electric Light Orchestra), de Patience (mucho más intimista que lo que permitía la balada de Gun’s n’ Roses), y de You Don’t Know Nothing About Love (tan estremecedora como la concibió de Carl Hall).
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