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Natalie Dormer es la cabeza del cartel artístico del remake televisivo de Picnic at Hanging Rock: segunda adaptación audiovisual de la homónima novela de la australiana Joan Lindsay, que hizo popular el film de Peter Weir estrenado en 1975.
La conocida Margaery Tyrell, de Juego de tronos, tiene previsto hacerse cargo del papel de la educadora Mrs. Appleyard, caracterización que recayó en la figura de Rachel Roberts, en la versión cinematográfica de los setenta.
La trama gira en torno a la misteriosa desaparición de tres jóvenes alumnas de un internado, durante una jornada campestre en 1900.
La naturaleza salvaje de Nueva Gales del Sur asaltó con locura psicótica la cámara del cineasta Peter Weir, cuando este grababa con inusitada parsimonia la inquietante cinta titulada Picnic en Hanging Rock.
A través de arbustos homicidas y de soles caníbales, el perfeccionista creador dibujó los comportamientos al borde de la neurosis colectiva de un grupo de adolescentes con tirabuzones y pololos, capaces de inventar mundos de monstruosas presencias y misterios insondables. La mayoría de ellos relacionados con una profesora llamada Mrs. Appleyard.
La obra de Weir consiguió acercarse con inclinaciones minimalistas a la ya de por sí electrizante novela escrita por Joan Lindsay (en la que estaba basado el largometraje), y generó una pléyade de seguidores asombrados por el equilibrio entre orden visual y abismo conceptual.
El gusto dejado por esta movie de nacionalidad australiana ha perseguido desde hace más de tres décadas a Beatrix Christian y a Alice Addison, quienes piensan que el responsable de Master & Commander es uno de los genios del séptimo arte más destacados del país isleño.
Admiración que las dos féminas manifiestan igualmente hacia el texto ideado por Lindsay, el cual muestra con sinceridad una red de confesiones y engaños, que desembocan en acciones enquistadas en la irresolución efectiva.
Foxtel y Showcase Channel son la productoras de las Antípodas que han tomado bajo su paraguas financiero el proyecto de Christian y Addison, y han apoyado una idea que las citadas autoras han desarrollado en cuatro capítulos, cada uno de una hora de duración.
NATALIE DORMER APORTA AMBIGÜEDAD
A principios del siglo XX, Australia era como una especie de nación clonada de Inglaterra, aunque con temperaturas más extremas y una vegetación autóctona diferente.
La sociedad tradicionalista de la cuna del imperio había arraigado con fuerza de camposanto en los mármoles blanqueados de la tierra de los aborígenes, y sus habitantes/colonos reprodujeron con fidelidad el clasismo dominante en Europa.
Una de las consecuencias más evidentes de implantación del British Way of Life se materializó en los internados de señoritas, en los que la chicas de familias adineradas jugaban a ser halcones de presa de las imperfecciones de sus institutrices adultas.
Así lo practican las maquiavélicas Sarah Wayborune y Miranda Reid, con respecto a la profesora Mrs. Appleyard. Y fruto de ello se suceden los escalofriantes hechos, que llevan a la verdadera razón argumental de Picnic at Hanging Rock…
La británica Natalie Dormer fue la primera en ser tentada para participar en el remake del famoso filme setentero. La actriz de Los Tudor leyó el guion hace unos meses, e hizo constar su interés en dar vida a un personaje tan ambivalente y poliédrico como el de Mrs. Appelyard. Una mujer que cambia progresivamente, ante los continuos giros de una historia cargada con puntos oscuros y asfixiantes silencios.
Aunque, para generar esa atmósfera de irrespirable malestar, los roles de las jóvenes alumnas son igualmente determinantes, con el fin de provocar la reacción del público. A tal efecto, los directores Larysa Kondracki y Michael Rymer han conseguido ganarse la colaboración de las emergentes Inez Curro y Lily Sullivan.
Punto a favor de cara a potenciar una de las apuestas más ambiciosas y esperadas de la televisión oceánica.
