Hernández Pijuan suma colores
La Galería Cayón de Madrid reúne un conjunto de obras de Joan Hernández Pijuan, que exploran las variaciones cromáticas que impulsó el magistral componente del efímero Grupo Sílex.
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Hernández Pijuan supo cómo imaginar horizontes eternos, bajo tormentas monocromáticas y silentes; hallar los volúmenes imaginarios de formas inyectadas en el lienzo, ocultas tras paletas trágicas y sensibles; o descubrir la simbología inherente a las matemáticas y las líneas surgidas de la precisión pictórica.
Las obras de este insigne representante del Expresionismo y del Informalismo español tienden puentes hacia las variaciones colóricas de estados de ánimo cambiantes, como si se trataran de paisajes compuestos por sutiles toques de abstracciones profundas, disfrazadas con emotivas figuraciones vestidas de negro, blanco, verde o amarillo.
Joan Hernández Pijuan regresa a la actualidad artística de la mano de la Galería Cayón, espacio madrileño que ha recurrido a la inmensa producción del creador barcelonés, para conjuntar una muestra distinta y singular. Un recorrido que alimentan algunos de los trabajos menos conocidos del pintor existencialista, y que reúne piezas realizadas entre 1978 y 1997.
Sentimientos y acción a golpe de pincelada. Estos son los únicos requerimientos para disfrutar de las series cromáticas de JHP; para pasear con soltura entre sus nubes y elementos geométricos, todos ellos matizados por puntos de fuga rebosantes de interés y misterio.
HERNÁNDEZ PIJUAN REVELA UNA NATURALEZA DISTINTA EN SU ARTE
Resulta sorprendente que, después de quince años desde su fallecimiento, el estilo y las obras de Joan Hernández Pijuan sigan ofreciendo novedades diversas en cada antología y retrospectiva que se lleva a cabo de su legado; lecturas diferentes respecto a las intelectualizadas explicaciones de sus cuadros. Esto es posible por la vastedad de los argumentos que transmiten las variaciones sobre los espacios y los volúmenes, que espolearon a lo largo de las décadas la inspiración del creador nacido en la Ciudad Condal.
Las piezas seleccionadas por la Galería Cayón dejan constancia de los diálogos continuos de Pijuan con los elementos constitutivos de sus imágenes: paisajes invisibles, deudores de memorias sutiles y fantasiosas.
Por la paleta de JHP corría la savia de un expresionismo tamizado por la fantasmagoría de oscuridades sobrecogedoras y goyescas, suavizadas en su comprensión por líneas imperfectas; como si tratara de retratar el esqueleto de la conducta vital del ser humano. Pero su hemoglobina artística también enriqueció su visión con la figuración geométrica y el aislamiento de los objetos, mucho más relacionada con el interés clásico de bodegones peculiares y solitarios, que con las aportaciones de maestros de la abstracción como Mark Rothko y Jackson Pollock.
A estas inspiraciones de signo evolutivo se sumó a mediados de los ochenta el añorado regreso al informalismo, a base de tablas hundidas en negros y blancos asfixiantes, auténticos motores de las esencias ilustrativas del pintor catalán.
La exhibición de la Galería Cayón ahonda en su intención de buscar ventanas inéditas, escarbadas en las obsesiones que marcaron el currículo profesional de Pijuan; y las sitúa en los actos protagonizados por el creador, con el objetivo de explorar caminos nuevos de expresión, sin traicionar nunca su ADN plástico.
Nota: La exposición de Joan Hernández Pijuan estará en la sede madrileña de la galería Cayón, del 13 de marzo al 15 de mayo de 2020.
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