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Emma Roberts tiene en sus genes el gusanillo del arte dramático, desde que vino al mundo.
Hija de los actores Eric Roberts y Kelly Cunningham, y sobrina de la estelar Julia Roberts, esta joven de veintisiete primaveras tuvo muy claro cuál iba a ser su profesión una vez fuera adulta (revelación que le llegó casi en la misma época en la que chupaba el tete con fruición).
Con un apellido con tanto peso en la industria audiovisual como el suyo, Emma comenzó su carrera a una edad bastante temprana en producciones de carácter juvenil, de la naturaleza de Nancy Drew y Aquamarine. Sin embargo, desde sus primeros trabajos se notaba la ansiedad de la chica por alcanzar el éxito mediada únicamente por su talento, y no por la apabullante notoriedad de sus icónicos parientes.
Debido a esa obsesión por marcar su propio territorio en el mundo del show business, la sobrina de la esbelta heroína de Pretty Woman exhibió la mejor parte de sus dotes ante la cámara en producciones de tintes espectrales, del estilo de La enviada del mal y del serial American Horror Story; donde dejó la impronta de su capacidad para las seducciones al borde de los abismos infernales.
Después de participar en movies tan taquilleras como Somos los Miller, Roberts apuesta por una comedia romántica con mucha masa de por medio, para hacerse con un hueco en la Meca del Cine. Un filme que recuerda ligeramente a la historia de Romeo y Julieta, y que lleva por título Little Italy.
Toronto (Canadá) es el escenario principal de este largometraje dirigido por el estadounidense Donald Petrie, quien fue el responsable de uno de los trabajos más recordados con las recetas transalpinas en primer plano: la cinta Mystic Pizza, donde Julia Roberts daba vida al personaje principal femenino.
Transcurridas tres décadas del citado éxito de crítica y público, el cineasta recurre nuevamente a la famosa pizza napolitana, en esta obra de corte romántico; en la que Roberts comparte el elenco interpretativo con el canadiense Hayden Christensen (el atormentado Anakin Skywalker, de El ataque de los clones y La venganza de los Sith).
EMMA ROBERTS SE SIENTE COMO AUDREY HEPBURN
El argumento de Little Italy, ideado por Steve Galluccio (Mambo italiano) y Vinay Virmani, centra su foco dramático en dos familias enfrentadas por la pizza: los Campoli y los Angioli. Los patriarcas de estos clanes (Vince y Sal) no se hablan desde hace tiempo, cuando las envidias les llevó a competir salvajemente en el negocio de la restauración, ambos con sus propios negocios ubicados en la parte de la ciudad conocida como Little Italy.
Por culpa de la mencionada enemistad, Nicoletta “Nikki” Angioli (Emma Roberts) huyó a Londres, para estudiar cocina. Sin embargo, unas vacaciones laborales de unas semanas (en las que deberá confeccionar un suculento menú para su jefa) devuelven a la muchacha al barrio en el que creció. Nada más aterrizar, Nikki se encuentra en un bar con el atractivo Leo Campoli (Hayden Christensen), con quien comienza una intensa relación amorosa.
Los diferentes problemas que ocasiona este amor no deseado por sus respectivas familias, más una agresiva competición por comprobar quién hace la mejor pizza, harán que la apasionada historia entre Nikki y Leo se tambalee, aunque ellos están dispuestos a no permitir que naufrague del todo.
Jane Seymour (Doctora Quinn), Alyssa Milano (Embrujadas), Danny Aiello (Hechizo de luna), Andrea Martin (Mi gran boda griega), Adam Ferrara (Lost Cat Corona) y Gary Basaraba (Suburbicon) acompañan a Roberts y a Christensen en esta aventura en la que predomina el toque sensible, mezclado con ciertas pizcas de humor situacional.
Semejante fórmula, permite a Donald Petrie jugar con escenas de nostalgia cinéfila, tales como las rodadas con la pareja protagonista subidos a una vespa; y que recuerda a la inmortalizada por Gregory Peck y Audrey Hepburn, en la inolvidable Vacaciones en Roma.
Más información en
https://www.lionsgate.com/movies y https://www.entertainmentone.com
Tráiler oficial de Little Italy, por Lionsgate
