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Jim Carter se ha hecho famoso en la piel del bondadoso y comprensivo Charles Carson (el mayordomo de Downton Abbey); pero este actor inglés de setenta años ya contaba con un pasado profesional bastante notable, antes de servir a la aristocrática familia de los Crawley (papel que volverá a ejercer en el filme que se graba en estos momentos, como apéndice cinematográfico de la citada serie televisiva).
Shakespeare in Love, Transformers, Top Secret, Mi semana con Marilyn, Los crímenes de Oxford y La brújula dorada son solo algunos de los títulos que conforman la extensa carrera tras las cámaras del esposo de la también actriz Imelda Staunton. Sin embargo, Jim nunca había tenido que meterse en una piscina a dar piruetas al ritmo de la música; algo que le ha propiciado su participación en la cinta Swimming with Men.
El londinense Oliver Parker (Un marido ideal) es el responsable de que el popular sirviente de Downton Abbey haya colgado su bien almidonado uniforme y la bandeja de plata, para lucir un orondo bañador y un gorro ceñido: complementos necesarios, con los que el intérprete nacido en Harrogate se integra dentro del grupo de ocho hombres, que hacen de la natación sincronizada una manera de reivindicarse frente a la dictadura de la juventud y a los estereotipos de falsa masculinidad.
Debido precisamente a ese componente de lucha contra la exclusión, y de defensa de la dignidad pese a las circunstancias y al entorno, muchos han querido ver en la movie de Parker una especie de The Full Monty en versión piscinera.
Sin embargo, y a pesar de las posibles similitudes entre ambas historias, el guionista Aschlin Ditta (French Film) no se ha fijado en la obra de Peter Cattaneo para confeccionar el guion de Swimming with Men; sino en un documental sueco de 2010 (Men Who Swim), y en la producción francesa Le Grand Bain (Gilles Lellouche, 2018).
JIM CARTER ESCONDE LA TRIPA
El argumento de Swimming with Men centra su foco dramático en Eric Scott (a quien encarna el humorista británico Rob Brydon): un triste y quemado oficinista, que ve cómo su matrimonio se resquebraja. Tras una existencia bastante anodina, la crisis de la mediana edad ha calado hondo en el protagonista, que intenta soslayar la ansiedad a base de alcohol y noches vacías.
No obstante, algo cambia cuando conoce a un tipo llamado Luke (Rupert Graves), y al resto de individuos que conjuntan el peculiar grupo de natación sincronizada que da título a la película. Con ellos, Eric no se siente invisible; y, poco a poco, los ensayos y ejecución de los números acuáticos se convierten en el leitmotiv que permite a Mr. Scott soñar con recuperar a su esposa.
Dentro de semejante pandilla de musicales contorsiones, Jim Carter encarna al más veterano de la formación; aunque no por ello el menos activo. Esta naturaleza a prueba de bombas que define a su rol es uno de los elementos que ha querido potenciar especialmente JC, a la hora de enfrentarse a la enérgica caracterización de su personaje; y que le ha granjeado horas de duro entrenamiento con sus compañeros de reparto.
Coordinar el más de 1 metro y ochenta y cinco centímetros de altura que acredita Carter, con los sinuosos movimientos que debe escenificar bajo el agua, ha supuesto el mayor reto del intérprete isleño; mucho más que estar la mayor parte del metraje sólo cubierto por una toalla o un ajustado bañador.
Al final, el tesón de estos swimming men hace que el triunfo buscado por los artísticos nadadores se localice en el simple hecho de no abandonar su pasión; un vaso comunicante de índole humana, que une el mensaje de superación con el protagonizado por los recordados parados de The Full Monty, cuando reclamaron su sitio en la sociedad a través del striptease.
Más información en
Tráiler de Swimming with Men, por VertigoReleasing
