Duran Duran y su momento Moroder
La banda británica, liderada por el icónico Simon Le Bon, presenta "Future Past" (BMG): un disco de ritmos enloquecidos y colaboraciones enérgicas, en el que se percibe la presencia como productor del incombustible Giorgio Moroder (responsable de las bandas sonoras de "Fama" y "Flashdance!").
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Duran Duran se han ganado con creces el estatus de banda mítica, capaz de tomarse a broma incluso sus mayores gestas artísticas, y acercar sus sonidos más reconocibles a estilos aparentemente ajenos a su naturaleza musical. Bajo esta fórmula de acomodo a las distintas épocas, la formación liderada por Simon Le Bon ha mantenido la frescura y el interés en los aficionados a lo largo de más de cuatro décadas, estimulados por las ocurrencias de la band de Birmingham.
Lejos quedan los años de emulsión romántica y New Wave multitudinaria, que diseñaron el ADN creativo de los autores de Planet Earth; pero en su camino aún aguardan numerosos hits de inspiración intergeneracional, con los que nutren sus álbumes más recientes, desde la reagrupación del cuarteto a comienzos del siglo XXI.
Esa nueva existencia de los portadores del nombre inspirado en un personaje de la película Barbarella está dominada por figurados neones cegadores de hedonismo desafiante, y por un cromatismo exultante y batallador, pensado para eclipsar los grises de un mundo demasiado anclado en el pesimismo melódico. Una senda de pistas rebosantes de caderas vaporosas y de movimientos insinuantes, que refleja el modus operandi de los otrora muchachos de Notorius.
Seis años median entre Paper Gods (anterior disco de estudio de Duran Duran) y Future Past (BMG), y los cambios de tercio entre ambas obras son casi inapreciables. En estos dos trabajos se percibe el mismo sentido de la diversión tecno y synth pop en la que se ha embarcado la legendaria formación isleña (una de las preferidas de la fallecida Lady Di); aunque en Future Past existe un mayor compromiso hacia el desfogue disco-funk de amplio recorrido y cuño ochentero, debido a la mano del enérgico Giorgio Moroder.
“Esta es una obra profundamente emocional“, explicaba hace unas semanas John Taylor, en la página web del grupo. Unas palabras que surgen a raíz de las sesiones de estudio que dotaron de cuerpo a los doce temas que componen Future Past.
Esas conexiones sensibles de las que habla el bajista de Duran Duran tienen que ver con las reflexiones mantenidas por el cuarteto durante los diferentes confinamientos por la pandemia (eso a pesar de que la mayoría de las letras estaban escritas antes de 2020), que dieron algunas las claves líricas para enfocar el mensaje común del decimoquinto CD en el currículo de los británicos.
DURAN DURAN NUNCA SE QUEDAN SIN IDEAS
La imagen de la portada de Future Past, tomada por el fotógrafo japonés Daisuke Yokota, deja pistas sobre lo que los seguidores de Duran Duran van a hallar en el disco. En la escena, dos figuras aparecen deformadas por contornos lumínicos, que exhiben los puntos de calor humano de los protagonistas del cuadro con unos pigmentos voluntariamente explícitos. Todo un alarde visual para insinuar que Simon Le Bon, Nick Rhodes, John Taylor y Roger Taylor se proponen jugar al escondite con los oyentes, siempre con los pasados atrayentes como centro neurálgico de la eufórica narrativa que desencadenan las distintas canciones.
Con tales trazos de apetecibles anticipos publicitarios, el corte Invisible abre la manzana de este singular viaje, mantenido entre los sonidos añejos y los supuestamente futuros, como si el traslado temporal sentara las bases de un catálogo de supervivencia a través de las décadas. Una senda por las asunciones carentes de identidades y arrugas en el rostro, que adquiere tintes épicos con All Of You y Give It All Up, donde la voz airosa de Le Bon surca los pentagramas al lado de la inconfundible musa sueca del grundge nominada Tove Lo.
Pero la versátil garganta de Tove Lo no es la única invitada de lujo que aporta las necesarias vitaminas de modernidad a Future Past; ya que -a lo largo de la docena de pistas– también comparecen con singular protagonismo la excesiva Ivorian Doll, los japoneses Chai, el pianista Mike Garson y el proteico guitarrista de Blur, Graham Coxon.
Semejantes amigos arropan con talento los sonidos imperecederos de Duran Duran, quienes se acercan a su laureado pretérito en el tema Anniversary, donde se cuelan unas ráfagas nostálgicas de Wild Boys y Girls on Films.
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