Colin Farrell ve la luz en Irlanda
El protagonista de "Pregúntale al viento" repite con el director Martin McDonagh, con quien trabajó en el el film "Escondidos en Brujas", en la película de talante costumbrista "Almas en pena de Inisherin": una sentida historia de amistad y recelos, que le ha valido a Colin Farrell la Copa Volpi al Mejor Actor, en el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia.
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Colin Farrell nunca fue una estrella de Hollywood con aspiraciones icónicas simplistas, ni idolatrías vacuas. El actor irlandés aterrizó en Estados Unidos bajo la condición de sex symbol europeo, pero su formación dramática le animaba a explorar diferentes escenarios interpretativos, sin estancamientos acomodaticios ni papeles prestablecidos.
Después de un tiempo sin saber muy bien dónde ubicarse desde el punto de vista profesional, Farrell vio algo de luz cuando se topó en su trayectoria el cineasta y guionista Martin McDonagh, quien confió en su físico para encabezar el elenco de Escondidos en Brujas, junto al convincente y cercano Brendan Gleeson.
Tras doce años de distanciamiento, el mencionado terceto ha vuelto a juntarse en Almas en pena de Inisherin: una producción concebida como una crónica humana sobre la amistad, el distanciamiento y las desconexiones afectivas, con la que McDonagh ha triunfado en el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia. Una de esas obras con esencias de El hombre tranquilo, cuyo argumento evoluciona con el ritmo pausado del oleaje de la playa de Inishmore, en las islas de la bahía de Galway.
Colin Farrell se deja seducir por los paisajes agrestes de la movie, en la piel del singular Pádraic Súlleabháin: un individuo de accesos imprevisibles, al que le hace zozobrar la abrupta desunión de su colega Colm Doherty (Brendan Gleeson). Una oportunidad para el actor que prestó su físico al antagonista de Daredevil, con la que ha empezado a demostrar el interesante giro de su carrera delante de las cámaras.
COLIN FARRELL SE SIENTE MUY CÓMODO EN INISHMORE, EN LA BAHÍA DE GALWAY
Los planos generales de Almas en pena de Inisherin transmiten una atmósfera de misteriosos influjos, que hechizan al argumento y a los personajes que deambulan por el metraje del film. Bajo similar fórmula creativa que la usada en Escondidos en Brujas, McDonagh utiliza la cámara para adentrarse en la psique de Pádraic y Colm, a los que arropa con el cuidado de transmitir los gestos y actitudes de un par de seres alimentados por la naturaleza del entorno que les rodea.
Farrell rebaja al mínimo su pose de alguien proveniente de Hollywood, algo que ya llevaba haciendo tiempo atrás, intentando afrontar nuevos retos curriculares. Por su parte, Brendan Gleeson construye un rol de aspecto severo y temperamento violento, al que le conmueve el retorcimiento de su relación amistosa y vecinal con el papel que encarna Colin.
Kerry Condon (Tres anuncios en las afueras) y Barry Keogan (El sacrificio de un ciervo sagrado) son dos de los actores más destacados, en el controlado y comprometido casting de Almas en pena de Inisherin. Todos ellos, al lado de Farrell y Gleeson, componen la fauna humana de los habitantes del lugar mágico y aislado llamado Inisherin. Escenario inspirado lejanamente en el legendario Innisfree, al que insuflaron vida de fotogramas candentes John Ford, John Wayne y Maureen O’Hara.
McDonagh propone un viaje a semejante paraíso de raíces aparentemente sólidas, en el que es posible hallar hasta entes mágicos disfrazados de realidad, viento y salitre.
Nota: Almas en pena de Inisherin tiene previsto su estreno en España para el próximo mes de enero de 2023.
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