Bradley Cooper no desentona
El mismo día del estreno de "Ha nacido una estrella", Interscope Records edita la banda sonora del filme: un ejercicio de lograda química vocal, defendido por el actor de "Resacón en Las Vesgas" y Lady Gaga.
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Bradley Cooper ha demostrado que es posible implicarse en múltiples tareas dentro de una obra cinematográfica, y salir airoso de todas ellas.
Al igual que Kirs Kristofferson en la versión de A Star Is Born de 1976, el rubio componente del remake de El equipo A no quiso ser menos que el popular actor y cantante de la doble K; y se colgó la guitarra al hombro, para grabar las canciones que interpreta su personaje en el escenario.
Pero Cooper quiso poner sobre el tapete un más difícil todavía; al asumir el reto de editar todas sus actuaciones en directo, para que la sensación de autenticidad no se perdiera con la intermediación de un estudio.
El resultado es una banda sonora que rebosa sangre, sudor y lágrimas; con un repertorio en el que hay lugar para la desidia aguardentosa, la psicodelia aventurera, el recuerdo de grandes clásicos, y muchos horizontes de asfalto y alquitrán.
Temas tan apasionados como el radiado Shallow y el nostálgico I’ll Never Love Again contagian su naturaleza agreste a los cortes de los que se encarga Bradley en solitario, y que reproducen la degradación constante que sufre su papel: el del alcoholizado y decadente Jackson Maine.
Un retrato a base de notas, en el que se advierte el poderío musical de Lukas Nelson (el hijo de Willie Nelson, y acompañante habitual de Neil Young), quien empapa con su genio artístico la mayoría de las letras y melodías que alimentan la B.S.O. de Ha nacido una estrella.
BRADLEY COOPER SE DEJA LLEVAR POR SU MITOMANÍA
Al escuchar los alardes vocales del protagonista de El francotirador ante el micrófono, es inevitable recordar las gestas de James Hetfield al frente de Metallica; al igual que sucede con no pocas de las apuestas instrumentales que incluye el filme.
Sin embargo, este descubrimiento no es tal; ya que el actor nacido en Filadelfia nunca ha ocultado la pasión que siente hacia la banda de San Francisco, e incluso alardea con normalidad de tener una afectuosa amistad con Lars Ulrich (el batería de Metallica).
Semejante palo orquestal atenúa un poco los accesos country que se le suponen al personaje de Jackson Maine, para sustituirlos por un rock agresivo y sincero, como muestran tonadas de enriquecedoras proposiciones sonoras como Out of Time (uno de los mejores tracks del disco).
En el otro extremo de la ecuación se encuentra Lady Gaga, quien da vida a la talentosa camarera llamada Ally. La diva del pop no queda deslucida por los acordes roqueros de su pareja, sino que los acopla a su peculiar estilo de fuerza escénica incuestionable.
Stefani Joanne Angelina Germanotta (más conocida como Lady Gaga) aporta a la B.S.O. y al largometraje piezas tan especiales como su versión a golpe de desnudez sinfónica de Somewhere Over The Rainbow, de El Mago de Oz; o una potente adaptación de La Vie En Rose (el clásico de Édith Piaf, que en la garganta de la artista de Poker Face adquiere una profundidad mutante mayor a la lograda por Grace Jones).
Tan solo queda la pega del corte final, resumido en la balada que lleva por título I’ll Never Love Again: una pálida composición mediada por los recuerdos, y que desmerece cuando se la compara con el célebre e inigualable Evergreen (la sencilla lírica que cerraba la versión de Ha nacido una estrella en 1976, y que ejecutó con maestría Barbra Streisand).
Nota.- Ha nacido una estrella ha sido estrenada este viernes en España.
Vídeo oficial de Shallow, por Warner Bros. Pictures
