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Clint Eastwood se sube al tren que une las capitales holandesa y gala, para narrar los acontecimientos ocurridos el 21 de agosto de 2015, cuando un terrorista yihadista intentó asesinar a los 500 pasajeros que viajaban en el interior del Thalys.
The 15:17 to Paris intenta reflejar los hechos con un cierto aroma a neorrealismo italiano y a cinema vérité francés, al contratar a los verdaderos protagonistas de la historia para interpretar sus respectivos papeles en el filme.
El guion de la veterana Dorothy Blyskal está basado en el libro The 15:17 to Paris: The True Story Of A Terrorist Train, And Three American Heroes, escrito por Jeffrey E. Stern, Spencer Stone, Anthony Sadler y Alek Skarlatos.
Ante una amenaza de muerte colectiva, no todas las personas reaccionan de la misma manera.
Cuando la situación es altamente peligrosa, los héroes anónimos son capaces de neutralizar a cualquier asesino con intenciones de cometer una barbarie. Unas veces, el éxito de la salvación de los inocentes perece injustamente; pero otras, el criminal acaba con sus ansias sanguinarias sepultadas por su desidia homicida.
La segunda opción fue la que ganó el pulso el 21 de agosto de 2015, cuando un yihadista de origen marroquí subió al Thalys que conecta Ámsterdam y París, con el bestial propósito de atentar contra la vida de los pasajeros. Sin embargo, en el interior había tres hombres que arriesgaron su integridad física para anular la amenaza del dogmático killer.
El estudiante de 23 años Anthony Sadler, el excombatiente en Afganistán y guardia nacional de USA Alek Skarlatos y el miembro de la US Air Force Spencer Stone se convirtieron en defensores de la libertad humana al dirigir los movimientos que desarmaron al extremista Ayoub El-Khazzan. Y lo hicieron sin víctimas que lamentar en el tétrico escenario.
Tal hazaña llamó la atención del cineasta Clint Eastwood, casi nada más conocerse por los medios de comunicación internacionales. Aunque el rodaje de la gesta del piloto Chesley “Sully” Sullenberger le impidió trasladar su deseo en formato de celuloide en esos momentos. Propósito que finalmente ha conseguido materializar dos años después.
El resultado es, a tenor de las declaraciones del equipo, un trabajo lleno de sensaciones especiales para el responsable de Sin perdón, quien ha podido contar con los auténticos protagonistas para que se dieran vida a sí mismos en el filme; en lo que supone una pirueta artística que une el proyecto con una sutil concepción de hiperrealismo fílmico o de falso docudrama.
CLINT EASTWOOD NO SE ANDA POR LAS RAMAS
Fiel a una actitud desafiante y poco dada a las medias tintas, Clint Eastwood dio alas a la guionista Dorothy Blyskal (firmante también del libreto de Sully) para que no se dejara en el tintero ningún elemento relativo al heroísmo de Sadler, Skarlatos y Stone; justo tal cual aparecía en el libro en el que se basa la trama de la movie.
A modo de itinerario cronológico, The 15:17 to Paris comienza su andadura secuencial con la subida al tren de Ayoub El-Khazzani, en un apeadero de Bruselas. Este yihadista convencido intentaba desencadenar una auténtica masacre entre los viajeros, para reivindicar su ideario teñido con sangre y horror.
Armado con un rifle de asalto, cuchillos y varias pistolas; el criminal generó el caos con su incendiaria proclama del atentado que estaba dispuesto a cometer. Un miedo colectivo que activó la mente protectora de Sadler, Skarlatos y Stone, quienes se abalanzaron valerosamente sobre el individuo para desarticular su salvaje plan.
A medias entre las tesis de cinéma vérité de los Taviani y la comercialidad hollywoodiense, la antigua estrella de los spaghetti western de Sergio Leone centra gran parte de las virtudes del argumento en el retrato del heroísmo inmediato, sin efectismos vacuos destinados a crear superhombres.
Eastwood acerca la cámara con el fin de captar la faz de un grupo de seres normales, cuyos instintos -según describe el guion de la película- les animaron a realizar un acto de entrega absoluta; el cual les valió la concesión de la Legión de Honor de Francia, impuesta por el presidente del país de la Marsellesa (en esa época, François Hollande).
Al lado de los citados Anthony Sadler, Alek Skarlatos y Spencer Stone (quienes sustituyeron a los inicialmente seleccionados Jeremie Harris, Kyle Gallner y Alexander Ludwig); Judi Geer, Thomas Lennon, Tony Hale y Sinqua Walls completan el elenco para ayudar profesionalmente a los tres actores noveles.
