Rebecca Breeds, la futura Clarice
La actriz australiana es la escogida para tomar el relevo de Jodie Foster y Julianne Moore, como Clarice M. Starling: la ambiciosa y perfeccionista agente del FBI, que sacó confesiones inimaginables al asesino Hannibal Lecter.
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Rebecca Breeds debió sentir cómo el suelo se movía bajo sus pies, cuando su agente le anunció la confirmación de Alex Kurtzman y Jenny Lumet para que ella fuera la nueva Clarice Starling: el legendario papel que le valió a Jodie Foster un Oscar de Hollywood en 1992, por su caracterización de la mencionada investigadora del FBI, en el film El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991).
El proyecto, que llevaba gestándose en las oficinas de la cadena CBS desde hacía algún tiempo, surgió del interés en recuperar la historia ideada por el novelista Thomas Harris, imaginada desde la perspectiva de la joven Clarice Starling; propósito que recibió cierta energía creativa, a través del éxito obtenido por la serie Hannibal.
Kurtzman y Lumet tenían claro -a partir del borrador original- que no deseaban centrar la producción en el mediático papel del siniestro doctor Lecter, sino en el rol de la fría y analítica agente que tiró de la lengua al temible antropófago. Una apuesta algo arriesgada, sobre todo porque el caníbal HL ha sido hasta la fecha el gran imán para enganchar a los fans de la saga iniciada con El silencio de los corderos.
Clarice es una especie de imaginativo seguimiento sobre lo que sucedió tras los hechos narrados en el filme de Jonathan Demme, sin prestar atención a lo que Ridley Scott escenificó en Hannibal (2001). Determinación que corre el peligro de difuminar las virtudes de la película de 1991, si al final se contenta con presentar un espectáculo muy por debajo de los intensos picos dramáticos y diabólicos orquestados por Demme y Scott.
Semejantes engranajes creativos hacen que la caracterización de Rebecca Elizabeth Breeds sea esencial para favorecer la buena acogida del serial, y lograr la ansiada empatía con los espectadores.
Un trabajo de introspección en la complicada psique de la rocosa defensora de la ley, licenciada en Psicología y Criminología por la Universidad de Virginia, que la actriz australiana está estudiando a fondo desde el pasado enero.
REBECCA BREEDS, UNA CHICA CON GANCHO
Desde sus inicios en 2008, en la serie juvenil Newscastle; la oceánica Rebecca Breeds ha mostrado una gran fuerza de voluntad, para conseguir hacer realidad su sueño de ser actriz. Dotada de un físico notable, la recordada y chispeante Nicole Gordon (papel que interpretó en Pequeñas mentirosas) ha subido peldaños en la industria audiovisual de manera certera, y más o menos segura. Escalada curricular que tiene en The Code, The Brave, Bhaag Milkha Bhaag, Blue Water High y The Originals algunos de sus títulos más sobresalientes.
No obstante, y aparte de sus credenciales ante las cámaras, los responsables de Clarice se fijaron en Breeds porque reunía las condiciones necesarias, para protagonizar el ambicioso serial de CBS Television Studios y MGM. Estas reglas demandadas por el director del casting comprendían la necesidad de encontrar una chica desconocida para el gran público, y cuyos rasgos físicos coincidieran con los de la singular agente del FBI diseñada por Thomas Harris, a la que encarnaron con anterioridad Jodie Foster y Julianne Moore.
Por el momento, los guionistas y valedores de Clarice no han desvelado muchos datos sobre la esperada obra de la pequeña pantalla, salvo el de que la acción comienza en Washington D.C., en 1993 (dos años después de la captura del serial killer de El silencio de los corderos). Algo comprensible, ya que CBS y el amplio equipo técnico y artístico involucrados en la empresa trabajan apresuradamente y con pies de plomo, para dar con un episodio piloto con el suficiente gancho audiovisual. Y así evitar caer en los errores habituales de otras adaptaciones televisivas de conocidos éxitos del séptimo arte (resbalones recientes de versiones fallidas, entre los que se encuentran El coleccionista de huesos y Arma letal).
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