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Josema Yuste dirige e interpreta Taxi: una peculiar y activa versión de la obra Run For Wife, con la que el dramaturgo Ray Cooney triunfó en el Shaftesbury Theatre de Londres.
La trama, llena de equívocos y chistes situacionales, sigue las peripecias de un taxista casado con dos mujeres a la vez, con lo que debe hacer malabares para compatibilizar su peligroso triángulo sentimental.
Sergio Fernández “El Monaguillo”, Juan Muñoz, Esther del Prado, Amparo Bravo y Javier Losán completan un elenco dispuesto a hacer reír al público, sin darle tregua para el aburrimiento.
Las comedias de vodevil, salto de cama, escapadas por balcones escarpados, y disfraces existenciales siempre han gustado especialmente al público británico. No en vano, productoras cinematográficas como la Ealing y London Films hicieron de este género un auténtico buque insignia del humor, dentro y fuera de la nación de la Union Jack.
El capitalino Ray Cooney creció como dramaturgo y guionista al calor de las mencionadas reinas de las risas estentóreas en el séptimo arte. Y de ahí surgió el estilo desenfadado de las piezas del londinense, carente de la mesura impostada o cerebral con la que acompañaban sus propuestas compañeros más dados a los dobles y triples sentidos.
Al lado de su amigo Syd James (uno de los baluartes de la saga Carry On), el autor de Run For Wifes paladeó el éxito muy pronto, con la sucesión desencadenada de maridos engañados, asuntos de faldas tratados a golpetazos, fetichismo surrealista, y enredos de alcoba tamizados por los honores cromados de ligueros pecaminosos.
El texto de Taxi se sumerge de lleno en esas aguas de infidelidades de tablao, a través de la odisea de un conductor que disfruta de la bigamia con la soltura de los amantísimos maridos de altar, arras y confesión ante el sacerdote.
Un hombre que solo ve naufragar su volátil situación sentimental tras padecer un accidente, y tener que sortear las ocasiones en que sus dos esposas pueden coincidir en el hospital.
JOSEMA YUSTE Y SU COMPROMISO CON LA RISA
Desde sus inicios con Martes y trece, Josema Yuste se ha caracterizado por hacer del humor contagioso el leitmotiv de su trabajo. Así lo ha demostrado en sus incursiones en cine, televisión y teatro. Por eso, en cuanto supo de la existencia de Run For Wife (de la que incluso hay una versión cinematográfica, estrenada en 2012), no paró hasta meterse en la piel de un papel que antes que él hicieron suyo estrellas de las carcajadas británicas, como Richard Briers y Bernard Cribbins.
Convenientemente españolizado, para que los espectadores del Teatro de La Latina de Madrid se sientan identificados con la obra, el texto que se puede ver en el escenario de la Villa y Corte refleja las controversias vivenciales de un tipo que no habría desentonado mucho en cualquier película de la época del destape, las mismas que protagonizaron con desparpajo cañí gente como Alfredo Landa o Fernando Esteso. Asunto que evidencia la existencia de la globalidad de pareceres y comportamientos entre países y culturas, mucho antes de la aparición de Internet y de las redes sociales.
Una de las características del libreto original de Ray Cooney es su facilidad para conectar con los que asisten a las representaciones, virtud que Yuste ha respetado al máximo, incluso con la elección de un decorado que invita a pasar unos momentos entretenidos en la sala de estar de cualquier piso urbano (ya sea en Londres, en Madrid o en Barcelona).
La fórmula de apoyarse en las gracias situacionales, y en los chascarrillos directos, consigue transportar al público a un universo de diversión generalizada; sin por ello pagar el peaje de pensar demasiado en el trasfondo del argumento.
Un atajo que suele funcionar en cualquier latitud del planeta Tierra.
Más información, entradas y horarios en
Escena de Taxi, subida al canal YouTube por Taxi Obra de Teatro
