Melissa Sue Anderson y la pradera
La actriz que puso rostro a la dulce Mary Ingalls, en la serie "La casa de la pradera", ahora reside en Canadá retirada de su pasada vida mediática, al lado de su esposo: el productor y guionista televisivo Michael Sloan.
Melissa Sue Anderson fue una de las intérpretes más populares en la pequeña pantalla a nivel internacional, entre 1974 y 1981; merced a su brillante e inspirada interpretación de Mary Ingalls (la mayor de las hijas de Charles “Michael Landon” Ingalls, en La casa de la pradera).
La TV star nacida en Berkeley (cuando se hizo con el citado papel, la californiana estaba a punto de cumplir doce años) entendió a la perfección el comportamiento sereno de Mary: la chica delicada y de belleza casi renacentista residente en el pintoresco pueblo decimonónico de Walnut Grove, que siempre cumplía con las órdenes que le dictaban sus mayores, y nunca se metía en los líos y aventuras de su hermana Laura (a la que encarnó la simpática Melissa Gilbert).
Melissa Sue Anderson accedió a las audiciones para el personaje de Mary (clave y sustancial en su irregular carrera delante de las cámaras) con el background de haber protagonizado anteriormente algunos anuncios de conocidas marcas de juguetes; aunque el mayor activo lo supusieron sus breves participaciones en Embrujada y La tribu de los Brady.
Independientemente de sus credenciales artísticas, Michael Landon tuvo claro que Melissa Sue era la persona ideal para caracterizar a la primogénita de los Ingalls, con su impoluta melena rubia, sus ojos claros e impactantes, y sus cuidadosos modales; muy distintos a las maneras un tanto deslavazadas de las que hacía gala su imaginativa hermana Laura.
Anderson obtuvo pronto el beneplácito de los espectadores con su recreación de la joven de La casa de la pradera a la que solo parecían ocurrirle tragedias, lo que le granjeó una nominación a los Emmy de 1978 y un premio TP de Oro, en 1979. Sin embargo, el transcurso de las temporadas y el progresivo crecimiento de la otrora niña, provocó que el personaje de Mary perdiera importancia en las tramas de forma vertiginosa. Y eso que el role volvió a captar la atención de los fans de Little House on the Prairie, cuando MI sufrió una fulminante ceguera, solo superada por la relación romántica que comenzó con el también invidente Adam Kendall (Linwood Boomer).
Poco a poco, Melissa se dio cuenta de que su papel estelar perdía peso en el serial, hasta que en la temporada siete anunció la retirada del mismo. No obstante, regresó para los capítulos finales de la recordada producción de NBC.
MELISSA SUE ANDERSON Y SU CUIDADO MÉTODO DE TRABAJO
Desde sus inicios en el mundo de la interpretación, Melissa Sue Anderson se distinguió por su perfeccionismo y seriedad -los cuales no casaban bien con su corta edad- desplegados a la hora de abordar cada uno de los personajes que caían en sus manos (actitud que solía llevar a cabo tanto en los recurrentes como en los esporádicos). De esta manera, la actriz estadounidense (canadiense desde 2007) lució en sus años más activos a nivel profesional una depurada técnica artística, basada en localizar los aspectos más destacables y enriquecedores de los seres a los que debía dar vida en la pantalla. Un método que, sin embargo, no contemplaba demasiados riegos; lo que evitó que MSA alimentara su currículo con registros ajenos a su naturaleza interpretativa.
Esta constancia destinada a reproducir con exactitud lo escrito en un guion favoreció para que, varias décadas después el final de La casa de la pradera, Melissa volviera a ser requerida por su mentor Michael Landon, para interpretar una pequeña parte en el telefilme Donde mueren las palomas, que el icónico Charles Ingalls rodó poco antes de fallecer. Una confianza en la joven de Berkeley que el prolífico Landon ya había mostrado mucho antes, cuando la llamó para que colaborar en la cinta autobiográfica del actor y director, titulada El corredor solitario (1976).
Apariciones puntuales en Hotel, Se ha escrito un crimen, Vacaciones en el mar o Chips conformaron el periplo de MSA, una vez concluidos los rodajes de Little House on the Prairie. Un escaso premio para una actriz que había rozado el estrellato en la pequeña pantalla no hacía mucho, y cuya carrera delante de las cámaras se acabó prematuramente.
De entre las producciones posteriores al trabajo de Mary Ingalls, es necesario mencionar Cumpleaños mortal (J. Lee Thompson, 1981): una interesante movie del género slasher, donde Melissa encarnó un papel muy diferente al de Mary Ingalls, además de tener la oportunidad de compartir títulos de crédito con el mítico Glenn Ford.
Junto a esta obra de terror adolescente, la californiana seguro que también guarda en un lugar muy elevado su paso por la serie El ecualizador, en la que conoció a su esposo, el neoyorquino Michael Sloan.