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Mark Wahlberg ha puesto físico a multitud de hombres aquejados de problemas en apariencia imposibles de resolver: una galería personajes heterogéneos, casi siempre envueltos en entornos hostiles y sumamente conflictivos.
De policías incorruptibles y vengadores (Infiltrados) a actores porno de los del “tamaño sí importa” (Boogie Nights), el bostoniano ha encarnado a lo largo de sus décadas de currículo ante las cámaras a un numeroso grupo de tipos diversos, unas veces vulnerables y otras de dureza rocosa; a los que Wahlberg les ha aportado un componente destacable de credibilidad (ya sea forzada o natural).
Sin embargo, el protagonista de El luchador nunca antes se había metido en la desquiciada psique de alguien al que le persiguen dos existencias del pasado. Algo que ha motivado ampliamente al actor estadounidense para aceptar ser el principal valedor interpretativo de Infinite, a las órdenes del efectivo Antoine Fuqua (The Equalizer).
La novela The Reincarnationist Papers, de D. Eric Maikranz, es la base del guion elaborado por Ian Shorr (Splinter) y John Lee Hancock (Un sueño posible): una historia que mezcla en equilibradas dosis la acción detectivesca y las tesis esotéricas, sobre la transmigración de las almas. Un argumento que remite tanto a Matrix y Origen como a la inquietante cinta La reencarnación de Peter Proud.
Un rodaje de proporciones espectaculares y efectos especiales de sorprendentes resultados conforman esta complicada y misteriosa producción, frente a la que Antonie Fuqua ha dejado claras sus esperanzas de que sea una de las principales atracciones cinematográficas de cara a la temporada de 2021 (el estreno, inicialmente fijado para agosto de 2020, ha sido retrasado al 28 de mayo de 2021).
MARK WAHLBERG BUSCA SUS OTRAS EXISTENCIAS
La trama de Infinite sigue los pasos de Evan Michaels: un hombre que no consigue mantener la serenidad, y cuyos sueños están surcados por pesadillas que el cree muy reales.
Sin ganas ni de trabajar, Evan conoce un día a Poppy; a la que habla de las dos vidas del pretérito que le atormentan, hasta el punto de incitarle al suicidio. La mujer le cuenta que ella también padece síntomas en la misma línea, y que lo que les ocurre tiene que ver con el recuerdo de sus reencarnaciones, y no con ninguna enfermedad mental amortiguada por fármacos.
Juntos, los reencarnados con ansias de saber más de sus vidas pasadas acuden a la reunión de una sociedad secreta denominada Cognomia, la cual se ocupa de casos similares. Poco a poco, Evan descubre que los que son como él reciben el nombre de infinite, debido a su condición de inmortales. A partir de ese instante, una inquietante amenaza se cierne sobre el protagonista, al que le vienen asociados unos poderes capaces incluso de destruir el mundo.
Gran Bretaña, Estados Unidos, Nepal, México y Los Alpes son algunos de los lugares por los que Antoine Fuqua y su equipo han grabado Infinite. Un auténtico rompecabezas de épocas y lugares, que el cineasta del remake de Los siete magníficos ensambla en estos momentos en la sala de montaje, aislado por culpa del confinamiento generado por la pandemia de la covid-19.
