Tom Petty desempolva el diván
Tom Petty And The Heartbreakers presentan el decimosexto disco de su carrera: “Hypnotic Eye“ (Reprise Records). Un esperado regreso al rock de los años setenta.
Pasar la ITV a una furgoneta tuneada por el talento desbordante de Bob Dylan, Roy Orbison, Jeff Lynne y George Harrison convencería hasta al mismísimo Mad Max.
Sin parar de conducir por la carretera del rock (el más tumultuoso e impulsivo posible), Thomas Earl “Tom” Petty (Gainesville, Florida, USA, 1950) ha quemado décadas de guitarreos sorprendentes, actuaciones multitudinarias, miles versos de urbanidad energética, e infinidad de canciones reconocibles y rejuvenecedoras.
Desde que en 1976 el natural del Estado del Sol y de las residencias sólo aptas para jubilados con calzoncillos de oro (aparte de los cocodrilos con collar y los Everglades) fundara el mítico grupo The Heartbreakers, quince obras han aparecido con el sello inconfundible de este amante -sin cinturón de castidad- del legado de The Beatles.
Mural sinfónico de fortaleza aguerrida y sentimiento colectivo, que el próximo 28 de julio se verá incrementado con el lanzamiento de su hijo de plástico número 16: Hypnotic Eye (Reprise Records).
TOM PETTY QUIERE REFRESCAR EL PASADO
Casi menos de un año dista entre la edición de “Mojo“ (el ya penúltimo álbum de la banda) y la de este trabajo, surgido de la necesidad por recuperar las esencias de los locos setenta.
De hecho, la primera grabación se llevó a cabo -acuñado con el heartland rock de hace cerca de cuarenta tacos, y mezclado con algo de blues de destilería barera– en el ClubHouse angelino.
Allí, en el verano de 2011, Petty y sus muchachos dieron cuerpo a la song titulada Burnt Out Town (uno de los cortes del disco). Comienzo del actual cancionero a once páginas.
A partir de ahí, la evolución del compacto creció en torno a la voluntariedad impuesta por Tom, Mike Campbell (Guitarra), Benmont Tench (Teclados), Ron Blair (Bajo), Scott Thurston (Guitarra) y Steve Ferrone (Batería) por rescatar el sonido que hizo célebres a The Heartbreakers en sus inicios, sintonía que exhibieron en los laureados vinilos Tom Petty And The Heartbreakers (1976) y You’re Gonna Get It! (1978).
Fieles a esa necesidad de volver a reflejarse en el espejo mediático, los autores de American Girl, Breakdown, The Waiting y Mary Jane’s Last Dance han recurrido a once temas en los que se respira la agitación propia de la época de los pantalones campana y las melenas al viento.
Así lo atestiguan el pintoresco y beatlemaniaco American Dream Plan B (primer single de Hypnotic Eye), el nostálgico y evocador track Red River, o la filosofía un tanto deudora de los pretéritos luminosos (cada vez más deformes por una realidad difusa y ambivalente) escondida bajo el emblema capitular de Shadow People.
A lo largo de los surcos del álbum, Tom Petty despliega su alegría contagiosa y su virtuosismo multidisplinar (tanto en la faceta creativa, como en la financiera); los mismos motores que activaron su pasión melódica a principios de los setenta, siempre inspirado en George, John, Paul y Ringo; y subido a sus cuerdas, deudoras de los dedos de Don Felder.
Lecciones de pentagrama que dieron como resultado una lírica feliz y sincera: perfecta en su imperfección, rítmica y efusiva.
Un programa activo que queda ya expuesto en el título de la obra, en el que los de Gainesville dejan constancia del poder de convocatoria de un grupo que huele a historia viva, a leyendas humanas vestidas con el uniforme de la experiencia, a “power drunk” bañado en el alcohol de las altas gradaciones trovadorescas.
Brebaje aromático, que expone la etiqueta diseñada por unos tipos con abundantes neuronas de rock participativo y blues guitarrero.
Tom Petty And The Heartbreakers presentan el “Hypnotic Eye Tour” de 2014
Más información en http://www.tompetty.com