Silver Apples llegan a Madrid con sus históricos osciladores
Silver Apples, el dúo pionero del rock electrónico en USA, actúan en la sala Paddock (Paseo de Recoletos, 16) el próximo 15 de noviembre. Un concierto donde sonarán los legendarios acordes de “Oscilations” y “Contact“.
La década de los sesenta fue una época extraña en vibraciones musicales.
Mientras los grandes artistas del rock y el pop afilaban su ingenio al ritmo de la experimentación mediada con el éxito, la psicodelia reinante también dio pie para el nacimiento de un sinfín de bandas abonadas a la evolución minimalista. Uno de estos grupos fue Silver Apples.
Surgidos del sutil radicalismo sinfónico de The Overland Stage Electric Band, el dúo integrado por Simeon Oliver Coxe III y Danny Taylor (ilustre batería, que antes de dar luz a SA fue compañero de escenario de Jimi Hendrix) presentó en la sociedad neoyorquina el boceto de la electrónica estadounidense, devenida de los balbuceos más sólidos que esta corriente comenzaba a dar en Alemania.
Corría el año 1967, cuando Simeon y Taylor bautizaron su proyecto profesional como Silver Apples (denominación tomada del poema “The Songs Of The Wandering Aengus“, de William Butler Yeats); una aventura de pentagramas figurados, a través de la que los norteamericanos tomaron constancia de la existencia del krautrock en el territorio de las barras y estrellas.
Más de cuarenta otoños después de la mencionada hazaña, Simeon -el fundador que queda con vida de la ingeniosa pareja- recala en España para ofrecer en directo la euforia creativa que anegó los oídos de sus compatriotas en esa época vigorosa.
Barcelona (el 11 de noviembre, en el Festival Desconnexions), Sevilla (el 13 de noviembre, en el Festival de Cine), Madrid (el 15 de noviembre, en Paddock) y Alicante (el 16 de noviembre, en el Teatro Arniches) son las ciudades que recibirán las trovas inspiradas del autor de “You And I“.
SILVER APPLES SALIERON ANTES QUE KRAFWERK
La historia de la formación ideada por Coxe III y Taylor únicamente dio para dos álbumes, titulados “Oscilations” (1968) y “Contact” (1969); más un tercero que nunca fue editado, por desacuerdos con la casa de discos que les había contratado (Kapp Records).
Un currículo breve, pero que puso a los del East Village en el Olimpo de los creadores a tener en cuenta, protegidos por un público que se levantaba cada mañana con las embestidas apasionadas de la Velvet Underground, y cenaba con los impulsos neuróticos de Andy Warhol.
Aunque la aparentemente escasa vida mediática de Silver Apples no silenció sus melodías embrionarias, ni sus cantos con sintetizadores y cajas de resonancia expandidos por la acción de osciladores y controladores manuales (hubo quien cifró en 86 los que llegó a utilizar Simeon en sus buenos tiempos).
Renacido de sus cenizas en los noventa (apadrinado por el sello TRC), el grupo continuó con la misma energía de antaño hasta la muerte de Taylor en 2005.
Un parón obligado tras el que Coxe III tomó las riendas en solitario, para seguir en la misma senda de su pretérito cargado de minimalismo plastificado; y aderezado con letras somnolientas, que alcanzan la claridad desde los abismos insondables de las pletóricas inspiraciones fantasiosas.
El paso de las décadas no ha desmejorado la faz underground de esta electrónica ubicada en las antípodas de la mercadotecnia, fiel en cada nota de los impulsos compositivos sin objetivos de celebridad de por medio. Y así lo exhiben Silver Apples en todos sus conciertos, y de la misma manera lo harán durante su estancia en la nación de Cervantes y de Paco de Lucía.
Una fuerza motriz de carácter básicamente instrumental, que vestirá nuevamente su espectacularidad sesentera al compás de las teclas telegráficas y los pedales contundentes.
Más información, entradas y horarios en http://www.silverapples.com