Jean-Michel Jarre junta a quince de sus amigos en torno a la gran mesa de Electronica1: The Time Machine (Columbia Records), el decimoctavo trabajo de su extensa carrera. Entre los nombres seleccionados para la fiesta están los de Pete Townshend, Laurie Anderson, Air, Moby y John Carpenter.
No necesitó robar un anillo de pedida para enamorar a las piedras de la Plaza de La Concordia, como sí hizo el protagonista de una célebre canción de Joaquín Sabina con la madrileña estatua de La Cibeles; pero su pasión desatada en el citado enclave parisino enganchó los corazones de miles de espectadores. Fue a finales de los años setenta, cuando el hijo del compositor Maurice Jarre empapeló con el asombro de los visionarios las retinas de sus compatriotas, al son del profundo y mítico álbum titulado Oxygène.
Varias décadas después, Jean-Michel André Jarre (Lyon, 1948) regresa a los escenarios con su decimoctava obra de estudio. Un disco de alforjas peregrinas, que bebe en las fuentes de las músicas diversas destiladas por más de una docena de ilustres colaboradores: ítem que el que fuera pareja sentimental de las actrices Anne Parillaud y Charlotte Rampling bautiza con el singular nombre de Electronica1 (Columbia Records).
JEAN-MICHEL JARRE SIGUE EN PLENA FORMA
Con un posicionamiento filosófico ubicado en la vasta línea roja marcada por Isaac Asimov y la saga de Terminator, el compositor francófono imagina un universo de sintetizadores vaporosos, aderezados con el virtuosismo instrumental que siempre le ha caracterizado.
Algo más de dos años, entre 2011 y 2013, ha necesitado Jean-Michel para acabar los quince cortes que alimentan Electronica1; temas en los que suenan las contorsiones reconocibles de los franceses Air, los alemanes Tangerine Dream, la estadounidense Laurie Anderson y del británico Pete Townshend, entre otros. Un circo de tramos ondulados que abrió su fuego cadencioso con el single de lanzamiento: el track Conquistador, para el que recurrió a la ayuda del maestro del techno apodado Gesaffelstein.
HORIZONTES EXTENSOS Y HITS PEGADIZOS
Nada más comenzar los acordes de The Time Machine (que JMJ interpreta al lado de Boys Noize), las intenciones que abanderan el CD están dibujadas más o menos claramente a partir de las notas de la mencionada melodía; y a ellas se suma el propósito unitario del polifacético Jarre. Según ese esquema narrativo, Glory -la segunda lírica compareciente- continúa por esos senderos de las metáforas audiovisuales; cuadro hedonista que concreta con pudor la estupenda Close Your Eyes, de Air.
A través de esos sinuosos vuelos, el disco alcanza su primer giro; el cual llega parejo a la sexta estación sonora, cuando toma el decorado el pop alegre y extravagante de Little Boots, reflejado en el entusiasta If…! Espejismo en pos de las discotecas desenfrenadas que se esfuma en cuanto entran en escena el reflexivo Moby, con Suns Have Gone, y los perfeccionistas Tangerine Dream, con Zero Gravity.
Mención aparte, dentro de ese escaparate de rapsodias en la era tecnológica, merece la colaboración realmente estimulante del cavernoso Pete Townshend (Travelator Part 2); junto a la actividad aguerrida de la provocadora Laurie Anderson (Rely On Me), del atronador 3D (el componente de Massive Attack comparece con la oda Watching You) y del atrevido slash dancer llamado John Carpenter (A Question Of Blood).
Electronica1 es un álbum extenso en colores y paisajismo, que ganará enteros en caso de tener su versión en vivo y en directo (campo en el que se mueve como pez en el agua el habitualmente brillante Jean-Michel Jarre).
Aunque, tal vez la estrella francesa espere a ver el fruto de Electronica2 (anunciado para 2016) para aclimatar convenientemente su ansiado tour. Momento en que también comprobará si los sueños distópicos que plantea en The Time Machine tienen visos de apuntalar una saga titánica y desoladora.
Vídeo oficial de Conquistador, por Gesaffelstein y Jean-Michel Jarre. JeanMichelJarreVEVO
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