Elvis sigue vivo
Elvis Presley vuelve a cantar los hits entonados en la mítica gira “That’s The Way It Is“, gracias al esfuerzo conjunto de Sony Music, Warner Video y Legacy Recordings.
Pese a los trece años que llevaba sin protagonizar una gira, el Rey nacido en Tupelo llenó los escenarios con su mediático regreso, ocurrido en 1970.
El lugar escogido para esas actuaciones, Las Vegas, fue el sitio perfecto para una estrella estadounidense como él, siempre con ganas de darse baños de multitudes enfervorecidas.
Una aventura que contó igualmente con los patrocinadores más adecuados para financiar tal evento: los ejecutivos de la Metro Goldwyn Mayer.
Estos elementos incrementaron con dosis de ansiedad la adquisición de las entradas, agotadas en horas por parte de un público que nunca había dado la espalda al boss moreno del rock and roll.
Elvis Presley (Tupelo, Mississippi, 1935- Memphis, Tennessee, 1977) triunfó de largo en los seis shows que ofreció -con intensidad y hambre de debutante- en la Ciudad del Juego.
Y, fruto de ello, nació el documental “That’s The Way It Is”: dirigido con brillantez y maestría por el cineasta Denis Sanders.
Cuarenta y cuatro veranos después de los hechos narrados, Legacy Recordings, Sony Music Entertainment y Warner Brothers Home Video se han unido para digitalizar la mencionada obra musical, con el fin de confeccionar un pack audiovisual conformado por ocho compactos, inundados de grabaciones que mezclan interpretaciones en vivo y en estudio. Más dos discos en Blu-Ray (regados con tomas falsas) y un libro digitalizado de ochenta páginas, con fotografías tomadas en el backstage y durante los momentos de relax del autor de El rock de la cárcel.
ELVIS AGITA LA PELVIS UNA VEZ MÁS
El próximo 12 de agosto, el cofre descrito -bautizado como “That’s The Way It Is”- saldrá a la venta en todo el mundo; coincidiendo en fechas con la cercanía del trágico fallecimiento de Elvis Aaron Presley (producido en extrañas circunstancias, el 16 de agosto de 1977).
Un lanzamiento que recuerda de una manera más que digna el rico e influyente legado del cantante de Can’t Help Falling In Love.
1970 supuso para Elvis un regreso necesario a su actividad profesional más pura y diamantina, después de haberse movido sin mucha convicción por los sets de rodaje, cual divo hollywoodiense en busca de un papel de enjundia que nunca llegó.
Así, con la determinación vocacional para retomar su carrera frente a los micrófonos, el ídolo de las caderas de goma testó la fidelidad de sus seguidores. Varias legiones de amantes de la estrella rockera que ansiaban poder disfrutar de la garganta y los bailes del excepcional trovador moderno, un hombre capaz de hacer mover el esqueleto a generaciones enteras de estadounidenses con su sola presencia, además de inventarse ritmos callejeros simplemente con el acompañamiento de un par de guitarras sudorosas.
Al lado de Denis Sanders (quien aterrizó en el International Hotel de Las Vegas tras ganar un Oscar por su documental Czechoslovakia 1968), Presley lució como nunca su engominado tupé (ya menos elevado que en sus comienzos) y sus aptitudes de cazachicas convencido, para defender un estilo sinfónico que mezclaba las baladas confesionales con temas marchosos, enérgicos y contagiosos.
Tomas falsas, declaraciones ante objetivos borrosos, escenas creativas en showrooms y comentarios a timbre meloso son parte del atrayente material que se puede degustar en la última y lujosa edición de “That’s The Way It Is” (mucho más completa y arreglada técnicamente que la que se puso a la venta en 2001).
Un mural completo de líricas eternas y aroma a jornadas de tumbos radiofónicos que Sanders tuvo a bien animar -dentro del filme elaborado- con los testimonios de algunos de los amigos de Presley, tan famosos planetariamente como Sammy Davis Jr.; Cary Grant; George Hamilton; o el compositor y director de orquesta español Xavier Cugat.
En definitiva, un extensa película y varios discos sobre el Rey que muestran su figura sin mayores aditivos que los de su propia personalidad, pigmentados con su parafernalia y su intimidad casi enfermiza.
Retrato de colores remasterizados donde el fantasma que reside en Graceland toma carne de accesibilidad, aunque se niegue a exhibir muchas de las cicatrices forjadas en la autopista de la inmortalidad.
Avance de la película “That’s The Way It Is“, proporcionado por MOVIECLIPS Classic Trailers
Más información en http://www.elvis.com