Eels confiesan sus relatos infelices
Eels, la banda liderada por Mark Oliver Everett, lanzan al mercado el reflexivo y autobiográfico disco “The Cautionary Tales Of Mark Oliver Everett“.
Los estados de ánimo suelen unir épocas con lazos de celofán, con total independencia de las eras transcurridas o los acontecimientos experimentados en el devenir de los tiempos.
La existencia vista así es como un inmenso bucle, en el que los comportamientos y depresiones de décadas anteriores hacen acto de presencia cuando uno menos se lo espera.
Ejemplos clásicos y notorios de esta tesitura los hay cada temporada en la moda, el cine, la literatura… y la música.
En esas ligaduras regresivas (que no vintage) puede localizarse la lírica del cantautor Mark Oliver Everett (Virginia, USA, 1963); un hombre con aspecto de predicador decimonónico, cuyas trovas tienen en su timbre el aroma de las depresiones setenteras, íntimamente esposadas a tipos del talante de Don McLean, Dan Fogelberg, Jim Croce y Cat Stevens.
Al frente de su misteriosa banda intermitente llamada Eels, el que fuera hijo de uno de los mayores científicos estadounidenses (Hugh Everett) lanzará el próximo 22 de abril su creación más reciente: un disco confesional y onírico, que lleva por título la sugerente leyenda de The Cautionary Tales Of Mark Oliver Everett.
EELS CUENTAN HISTORIAS PARA NO DORMIR
La pose undergroung de Mr. E alberga, bajo su manto de maquillaje a lo Edgar Alan Poe, trece temas en los que el hilo secuencial está nutrido por las alegrías e infelicidades del acerado autor del inolvidable Hello Cruel World.
A modo de cancionero de la desesperación y la aceptación de la propia desgracia, el álbum contrapone su nocturnidad con la sutil luz destilada por el extraño e irregular Wonderful, Glorius (el anterior CD en el currículo de la banda californiana).
Tal filosofía activa comienza su discurso hacia la personalización voluntaria con el track Where I’m At (¿En dónde estoy?), y continúa en una línea semejante a lo largo de toda la obra, con los cortes Where I’m From (¿De dónde soy?) y Where I’m Going (¿Adónde voy?).
Un leitmotiv que refuerza el mensaje de definición del espacio existencial en el que a Mr. E le gusta habitar, pese a que se trate de escenarios tamizados por la sensación de pretérito, siempre estimulados por la electricidad sonora de su voz de oscuros ripios en blanco y negro.
Dentro de un producto concebido con ese talante destinado a reflexionar y a contar relatos verídicos o soñados, los mimbres orquestales por los que apuestan Mark Oliver Everett, Koool G. Murder, The Chet, P-Boo y Knuckles conforman una sinfonía de elegíacos cantos, en los que la partitura adquiere veracidad y consistencia, a través de songs de elevada catadura rítmica como Parallels, Lockdown Hurricane, A Swallow In The Sun, Series Of Misunderstandings o Dead Reckoning.
El 12 de julio, en Barcelona (Teatre Grec), y el 14, en Madrid (Circo Price), Eels dejarán constancia de su caudal artístico ante sus fans españoles, y de paso podrán contemplar in situ la realidad de que muchas de sus esencias ya formaban parte de grandes y tenebrosos fondos barrocos que cuelgan de El Museo del Prado, aparte de guardar cierta similitud con varios de los monstruos ideados por maestros de la Piel de Toro como Goya.
Tal vez, Mark Oliver Everett no haya inventado nada que no se haya practicado antes, pero las teclas que el norteamericano pulsa componen un paisaje escasamente transitado por sus colegas contemporáneos.
Unos escenarios en los que habrían encajado a la perfección las efervescentes rebeldías de los luchadores contra el aburguesamiento, y contra las instancias que conllevan un concepto industrializado de felicidad.
Vídeo perteneciente al canal officialeels