Eduard Fernández se asoma al puente
Eduard Fernández asciende a las alturas de Brooklyn de la mano de Arthur Miller, en la versión de Panorama desde el puente que dirige Georges Lavaudant.
El protagonista de El hombre de las mil caras encarna al violento y abyecto estibador Eddie Carbone, dentro de un montaje que guarda más de una sorpresa con respecto al texto original.
Mercè Pons, Francesc Albiol, Marina Salas y Bernant Quintana son algunos de los nombres que completan el elenco de un proyecto que desboca la pasión visceral del autor de El crisol.
Desde la casa destartalada de Eddie Carbone, los trenes y los barcos traen consigo las sirenas de la desesperación progresiva.
Entre brumas de suciedad y ansias nocturnas, este estibador del puerto neoyorquino quema sus horas con las llamas de un amor prohibido e incestuoso, que enlaza sus nudos corredizos dentro de la inocencia de su joven sobrina y protegida.
Esas angustias existenciales lubricaron la pluma del dramaturgo Arthur Miller, cuando en 1955 concibió la historia de Panorama desde el puente: un retrato en gris y sepia sobre los infiernos de los comportamientos reprochables, y sobre las esclavitudes voluntarias de las sociedades de hormigón.
El Teatre Romea y Georges Lavaudant recuperan el venenoso curso de la mencionada obra, en una adaptación que desgasta la locura interior de Carbone, y la desborda a través de la mirada psicótica del camaleónico Eduard Fernández.
Los Teatros del Canal de Madrid acogen desde el próximo 9 de febrero (y hasta el 26 del mismo mes) este nuevo acercamiento a uno de los trabajos más emblemáticos en la trayectoria de Arthur Miller, y que contribuye a continuar con las celebraciones del centenario del nacimiento del inmortal autor, el cual aconteció el año pasado.
EDUARD FERNÁNDEZ Y LA EXPERIENCIA EN DIRECTO
Después de tres lustros de silencio en los escenarios, EF accedió a encabezar el casting de Panorama desde el puente por la atractiva propuesta de Lavaudant, quien no se contenta con seguir fielmente el ya de por sí emocionante relato familiar esgrimido por Miller.
En los infiernos inmigrantes de los Carbone hay mucho de la rabia agresiva de Tennessee Williams, y del salvajismo activo de Un tranvía llamado deseo; aunque en la perspectiva del que fuera esposo de Marilyn Monroe las palabras acontecen como bálsamos proteicos y voraces, más que como dardos carnívoros.
Eduard Fernández tiene ante sí la posibilidad de domar la quebradiza ética del poco fiable Eddie: un tipo capaz de los actos más indignos hacia sus semejantes, con tal de salvaguardar un amor clandestino y nunca aceptado por la joven a la que intenta seducir. El intérprete catalán alimenta su visión con los laberintos delatores de este individuo de bajos instintos, el cual esconde actitudes reprobables que enmascaran demonios sobrehumanos.
El montaje planteado en los madrileños Teatros del Canal carga las tintas en la versatilidad de Fernández, quien lleva la función por los caminos intrincados de la inmigración ilegal en el Nueva York de los años cincuenta, de los matrimonios cansados de esperar calores extinguidos, y de las traiciones consanguíneas que huelen a perdones de azufre.
Una historia que cuenta con un narrador omnisciente, cuya voz consigue asomar al espectador a los vertiginosos paisajes que se atisban figuradamente desde el Puente de Brooklyn, y que inspiraron a Arthur Miller luchas intestinas contra los íncubus de las perversiones.
Tráiler de Panorama desde el puente, por Teatros del Canal
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