Ed Sheeran, el chico de “X” triunfa en los Grammy
Ed Sheeran confirma su talento en la gala de la Academia de la Música estadounidense. El cantautor británico batió a sus oponentes en las categorías de Mejor Canción del Año y Mejor Interpretación Pop Solista. Un paso más en su sólida trayectoria hacia el éxito, iniciada en 2011.
Un tono como de coro eclesiástico se eleva por las notas a medio cuerpo de una balada de mechero, titulada Thinking Out Loud. Con la sensualidad como espina dorsal sinfónica, la gradación interpretativa va en aumento, al calor de frases entonadas con la pasión de los fuegos infernales, tan peligrosos como adictivos. Subido a los surcos de este himno de afectos trovadorescos y abiertamente folclóricos, Ed Sheeran conquistó a los asistentes de la 58 edición de los Grammy Awards.
Cuando el aún veinteañero subió al escenario por dos veces, para dar las gracias y arramplar con sus correspondientes gramófonos metálicos; entre las imágenes curriculares, que posiblemente ocuparon sus ráfagas memorísticas, probablemente estaban las de su infancia frente al altar de la parroquia rural, su aventura a ras del riesgo en la industriosa ciudad de Londres, y sus EP’s cargados con la ilusión de los que sueñan con aposentar sus logros en paraísos presididos por Bob Dylan y Van Morrison.
Una nueva mezcla de su disco más laureado, bautizada como X (Wembley Edition), ha mantenido el calor de la actualidad para una obra inmensa y compacta, que el creador nacido en Hebden Bridge esmaltó originalmente con dieciséis cortes. Aunque, según las personas que comparten su entorno más próximo, el joven pelirrojo y adosado a una guitarra ya tiene en sus cuadernos un buen puñado de nuevas composiciones, con las que abordar su próximo trabajo.
ED SHEERAN Y SU CAPACIDAD PARA DESTACAR
La casualidad y la constancia hicieron que Edward Christopher Sheeran coincidiera profesionalmente, antes de la noche de los premios, con Taylor Swift: la otra estrella del pop que triunfó en la noche de los Grammy. El asunto ocurrió cuando la norteamericana contrató al inglés para que ejerciera como telonero en algunas citas de su planetaria Red Tour. Jornadas que sirvieron al isleño para ganar peso en la industria del directo, y mostrar su labor en continentes como el oceánico.
No obstante, el estilo de Sheeran es algo diferente al que caracteriza a la musa de los gorgoritos discotequeros made in USA. El súbdito de Isabel II gasta más las espuelas confesionales de las gargantas profundas y susurrantes, que las subidas y bajadas de decibelios propias de energéticas calorías vacacionales.
Tras su aprendizaje con el órgano parroquial, ED tomó el camino del artisteo con Van Morrison y Damien Rice en su maleta de inspiraciones evidentes. Pareja de maestros a la que el chico unió prendas pertenecientes a otros de sus modelos declarados, tales como Bob Dylan, Eminem, The Beatles, Justin Timberlake…
Con semejantes ingredientes, el vecino de Yorkshire instaló su savoir faire en un terreno donde el protagonismo se lo lleva su hipnótica manera de controlar los tiempos en una song, siempre estimulados por una lírica surgida de las entrañas del romanticismo de escuela. Así es como este British man ha orquestado tracks tan atmosféricos como Photograph, Tenerife Sea, I See Fire, Nina, Bloodstream, Runaway, o el celebrado Thinking Out Loud.
Aún es pronto para asegurar si la carrera de Ed Sheeran será tan fructífera como la de su mentor en Asylum Records: Sir Elton John. Pero lo que sí es posible atisbar es que un muchacho con las credenciales del de Hebden Bridge (capaz de subyugar con sus actuaciones, y de escribir hits para gente del tirón de One Direction) supone un valor en el que es fácil confiar, pese a que sea dentro de una factoría donde es muy normal quemarse con las llamas del star system, o sucumbir a las modas del mainstream.
Vídeo oficial de Thinking Out Loud, por Ed Sheeran
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