Craig Russell y el infierno nazi
El escritor escocés presenta "El aspecto del Diablo" (Editorial Roca): un thriller de resonancias satánicas, que transcurre en los años precedentes a la Segunda Guerra Mundial.
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Craig Russell es un autor de claroscuros militantes, con los que proyecta atmósferas tenebrosas: llenas de implicaciones mitológicas, y de crímenes hundidos en las raíces de la maldad humana.
El creador del admirado comisario Jan Fabel ha desarrollado su currículo literario en los márgenes más salvajes del comportamiento de hombres y mujeres; siempre impulsado por tramas que retuercen los cimientos de las sociedades auspiciadas por un falso bienestar, que el escritor dinamita a través de los asesinatos más cruentos y de las conspiraciones más deleznables.
Alemania y Escocia son los lugares preferidos por Russell para ambientar sus historias dominadas por psicopatías malsanas, que convergen en escenarios fantasmagóricos e inquietantes. Unos paisajes diluidos en ácido demoníaco, los cuales se encuentran asaltados por abismos aparentemente insondables.
En esas periferias de lo siniestro, surcadas por héroes vulnerables y reflexivos, Lennox y Fabel son los que habitualmente dirigen a los lectores hasta los infiernos ideados por el narrador británico; pero esa norma se rompe en El aspecto del Diablo (Editorial Roca): el último libro del isleño, cuyo personaje principal responde al nombre del psiquiatra Viktor Kosárev.
Comparado en ocasiones con el también escocés Philip Kerr (ambos sienten una obsesión especial por desarrollar sus argumentos en las extensiones teutonas), Craig Russell despliega un brillante ejercicio de trascendencia mefistofélica en su nueva obra: un laberinto de callejones espirituales y terroríficos, en el que subyace la huella de un apocalipsis que amenazaba con destruir el mundo cuatro años después.
CRAIG RUSSELL BUSCA UN KILLER MUY ESPECIAL
La acción de El aspecto del Diablo arranca en 1935, en el sombrío decorado de un manicomio situado en la antigua Checoslovaquia, y que es conocido por el nombre de El Castillo de las águilas. Allí están confinados seis homicidas dementes, agrupados en bajo el emblema de Los seis demonios. Estos individuos bien podrían ser los antecedentes figurados del ficticio Hannibal Lecter y del monstruo real Andrei Chikatilo: tipos dotados de una singular tendencia por acabar de manera bestial con la vida de sus víctimas.
Juntos al sexteto de serial killers, el joven psiquiatra Viktor Kosárek intenta experimentar un método adecuado, para introducirse en la trastornada psique de sus peligrosos pacientes.
Sin embargo, la casualidad hace que el brillante doctor tenga que probar sus métodos analíticos en una investigación abierta: la de un sanguinario criminal apodado Delantal de cuero, cuyo modus operandi remite subrepticiamente a actividades relacionadas con el Anticristo.
Craig Russell realiza un esmerado trabajo de recreación ambiental, para situar el argumento en la caótica época de los albores de la Segunda Guerra Mundial. El autor de Cuento de muerte diseña con coherencia el universo desquiciado que se vivía en los lugares por los transcurre la trama, y que tienen en la zona rural de Checoslovaquia -donde está ubicado el gótico Castillo de las águilas– un epicentro adecuado para diseccionar la locura colectiva que alienaba a la sociedad europea de mediados de la década de los treinta.
Con semejantes mimbres imaginativos, El aspecto del Diablo exhibe una vez más la fórmula de enganche seguida en la serie de Jan Fabel y de Lennox; la cual consiste en mezclar con suma destreza las raíces mitológicas que sustentan los asesinatos rituales del relato, con la solidez de la investigación detectivesca; enriquecida en esta ocasión por los aportes de un discípulo de las tesis de Sigmund Freud y Carl Jung.
Nota.- Coliumbia/Sony ha adquirido los derechos para adaptar El aspecto del Diablo al lenguaje cinematográfico.
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