Nathan Thrall y la tragedia palestina
Nathan Thrall presenta en español "Un día en la vida de Abed Salama" (Editorial Anagrama): la historia de un padre palestino, que se entera del accidente con víctimas de un autobús escolar en el que viajaba su hijo. Thrall monta el texto en torno a la intensa búsqueda del mencionado progenitor, quien quiere saber el paradero de su vástago; una odisea marcada por los impedimentos para obtener información veraz al respecto. El autor y periodista estadunidense ha ganado el premio Pulitzen en la categoría de no ficción, con "Un día en la vida de Abed Salama".
Nathan Thrall fue uno de los múltiples informadores que se quedaron estupefactos frente al dramático accidente ocurrido cerca de la ciudad de Ramala (capital administrativa del demandado Estado de Palestina, situada en Cisjordania, a unos 15 kilómetros al noroeste de Jerusalén), el 16 de febrero de 2012.
En el citado siniestro, protagonizado por un camión y un autobús escolar, ocho niños perdieron la vida; un hecho de enorme impacto para la población de los territorios ocupados y para el resto del planeta, que obligó al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (Mahmoud Abbas) a declarar tres días de luto.
Entre los familiares de los pequeños fallecidos se encontraba Abed Salama, el principal personaje de Un día en la vida de Abed Salama (Editorial Anagrama). La cruzada burocrática y angustiosa que desarrolla este hombre, el cual intenta localizar el cuerpo de hijo Milad, marca la evolución de una obra laberíntica y emocionante, en la que se pone de manifiesto la sinrazón de unas coordenadas geográficas donde la humanidad está enquistada en el odio colectivo y ancestral de los enfrentamientos alienantes y salvajes.
Nathan Thrall se alzó este año con el premio Pulitzer de no ficción por este siniestro y electrizante viaje, en el que el autor/cronista reflexiona sobre el sentido kafkiano de la vida: un tránsito sin brújulas orientativas, en el que la aparente armonía cotidiana acaba rota en pedazos en cuestión de segundos (justo el tiempo en que el transporte escolar donde cincuenta pequeños se preparan para disfrutar de una excursión se estrella frontalmente contra un camión).
“No vemos nuestra voluntad en lo que pasa, así llamamos a algunos eventos “accidentes de la melancolía”, y llamamos a otros eventos “necesidades”, solamente porque no vamos a cambiar de opinión“. Esta cita del filósofo americano Stanley Cavell sirve a Thrall para iniciar el curso asfixiante de un relato macabro y desesperado, el cual busca en las entrañas de la enemistad un poco de empatía para soportar el dolor individual de un padre y de una madre.
La falta de apoyo burocrático e institucional que experimenta Abed está escenificada con los numerosos problemas de este hombre palestino, quien batalla sin descanso para localizar el lugar en que se encuentra su pequeño de cinco años.
NATHAN THRALL SE ACERCA A LA TRAGEDIA DE UN PADRE PALESTINO, QUE PIERDE A SU PEQUEÑO EN UN ACCIDENTE DE TRÁFICO
El profundo conocimiento que muestra Nathan Thrall sobre la situación de los palestinos en los territorios de Gaza y Cisjordania se aleja de los posicionamientos políticos más mediáticos y simplistas, y apuesta claramente por el componente sentimental de una crónica amarga y agresiva.
Con este texto, el autor se mete de lleno en los padecimientos de los habitantes que sobreviven con fuertes restricciones en los conflictivos territorios controlados por Israel, hundidos en unos controles diarios por parte del ejército israelí y de las autoridades pertinentes, que coartan la libertad de acción de los cisjordanos y gazatíes.
Pese a que el accidente que ilustra Un día en la vida de Abed Salama sucedió doce años antes de los bestiales bombardeos del presidente israelí Benjamin Netanyahu sobre la población de Gaza y Cisjordania, y once desde los salvajes actos del grupo terrorista Hamas sobre los asentamientos israelís, los ecos de la falta de compresión entre las diferentes partes se erigen en la obra de Thrall como los principales obstáculos para una convivencia pacífica entre las distintas comunidades de la zona (convivencia destruida totalmente en la actualidad, debido a la citada y sangrienta guerra entre Israel y Hamas).
Un día en la vida de Abed Salama es en realidad un texto plagado de sensibilidad y de figuración precisa, que pone la pesadilla del pueblo palestino (el que está compuesto por ciudadanos que no pertenecen a ninguna organización terrorista, ni portan armas contra las autoridades israelíes) en primer plano. Una técnica potente, que permite descubrir las tristezas de los que ni siquiera pueden enterrar a sus seres queridos, aplacados por las continuas trabas impuestas por funcionarios incapaces de empatizar con el prójimo.
En medio del caos descrito, Abed Salama tiene el consuelo y la ayuda desinteresada de un profesor de primaria y de un mecánico, que se ponen del lado del padre para atenuar -en cierta medida- su infructuosa y delirante búsqueda. Una senda dominada por sensaciones infernales, que sucumben ante los descubrimientos desmoralizadores.
Más información en
https://anagrama-ed.es y https://nathanthrall.com