Beverley Craven cambia de piel
Beverley Craven saca a la venta el quinto disco de su carrera, Change Of Heart (Right Track/ Universal). Un trabajo melódico y emotivo donde la compositora habla de su existencia.
Un silencio brumoso anticipa los acordes de un piano con ganas de rasgar misterios. Tan sencillo como lírico, tan sincero como efectivo; este comienzo aterciopelado le valió a la británica Berverley Craven para conmocionar el mundo de la música popular en 1990, con el tema Promise Me.
Incluido en el álbum de debut de la cantante (nominado como la artista), esa balada construida con ritmo confesional puso a la nacida en Sri Lanka en lo más alto de las listas pop del momento. Una realidad breve e intensa que sirvió a la compositora para iniciar una carrera irregular y no exenta de experimentación, justo como la había animado a llevar a cabo la inspiración de maestras de pautada pureza profesional, tales como Kate Bush.
Tras tres discos de escaso recorrido internacional, Craven acaba de lanzar al mercado la quinta obra surgida de su particular bodega sonora: CD pintado en escenarios conocidos, que lleva el catárquico título de Change Of Heart.
BEVERLEY CRAVEN VUELVE A EQUILIBRAR VOZ Y CUERDA
Las once nuevas trovas (en realidad 10, ya que Memories es una revisión del célebre hit presentado hace veinticuatro veranos) hablan de una mujer satisfecha con su trabajo, a quien no le apetece obsesionarse con reclamar el laureado pretérito vivido hace décadas, siempre callada y emotiva, continuamente responsable de cada movimiento orquestal que protagoniza.
Ese compromiso consigo misma y con sus seguidores hace que Beverley no escatime ahorros con el despliegue de su voz de porcelana, aunque en este disco se perciban sus gorgoritos como un poco distintos, algo más alterados que en ocasiones anteriores.
Así se contempla en los pentagramas apasionados que visten las letras de la artista de Colombo, en las no oculta sentimientos de evolución creativa; cuidadosamente esparcidos con elocuencia a través de cortes de naturaleza casi autobiográfica como Ready To Fall In Love, Just Be The Man, When To Walk Away o Should Have Left Me Alone.
Entre los surcos de este quinto CD es posible vislumbrar la desilusión por relaciones maritales frustradas, o las lágrimas de rebeldía y angustia que la songwriter tuvo que derramar cuando le fue diagnosticado un cáncer de pecho, en 2006.
No obstante, el cierre de Change Of Love con la proactiva balada Love High bien puede valer para apuntarse un tanto a favor de la esperanza vital, impresa convincentemente en el currículo de una mujer que pierde el temor al ponerse frente a un micrófono.
Así, la autora de la explícita y sensible Woman To Woman (alegato en defensa de la libertad sexual, sin restricciones sociales de por medio) regresa a la actualidad con un disco de regeneración progresiva.
Esa es la “promesa” que hace Beverley Craven a los que la han estado esperando desde 2009, cuando ésta sacó a la venta el afectivo Close To Home.
Con ella, los pianos encienden de nuevo cigarrillos de melancolía, enterrados en madrugadas donde las pasiones nocturnas dejan paso a los recuerdos marchitos por la realidad.
Justo como la isleña entonaba en 1990 en las radio fórmulas del planeta, al compás del estribillo de Promise Me.
Vídeo nostálgico de “Promise Me“, exhibido en BeverlycravenVEVO
Más información en http://www.beverleycraven.com