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Hace cuatro años (bueno, tres y medio) Heidi y Rolf Abderhalden llegaron, cual peregrinos exhaustos en busca de un poco de costumbrismo vivencial, a la ciudad colombiana de Guapi. Era la fecha del 28 de diciembre, santoral sangriento en el que los fieles residentes en el lugar recuerdan la matanza de los varones recién nacidos, perpetrada por el rey Herodes. Un festejo que en el enclave latinoamericano se suele marcar en el calendario con un carnaval de disfraces, donde se mezcla el jolgorio con el luto consumado hacia los pequeños asesinados en Belén. Y, tal fue la carga inspiratoria que recibieron en sus retinas la pareja de creadores teatrales de origen suizo, que -a raíz de su experiencia en el Nuevo Mundo- surgió el germen de Los santos inocentes: obra que levanta esta tarde el telón en el templo francés instalado en Aviñón (dentro del marco de la 66 edición de su prestigioso festival).
Entre el 11 y el 18 de julio (el 13 descansa la compañía) Mapa Teatro, el grupo liderado por los Abderhalden, se subirá al escenario con fisonomía de guateque de disco-pub para exhibir su trabajo multidisciplinar: una empresa arriesgada y atrayente que mezcla danza moderna, monólogos de clasicismo militante, bailes de salón y marimbas de ritmos costeros.
Con el episodio bíblico mencionado en el primer párrafo como eje argumental, la historia de la pieza se define como una sucesión intemporal entre el pasado, el presente y el futuro; círculo proteico en el que se hermanan –merced a emociones universales como la muerte y la violencia generalizada- la actualidad de las milicias paramilitares del país del cono sur con los ancestros espirituales de la legendaria noche, en la que Jesucristo salvó la vida por intermediación divina.
La música autóctona de Gerardo Torres, con la punta de arcoíris vacacional insertada en las composiciones de Juan Ernesto Díaz, ayuda a que el equipo artístico (encabezado por Heidi Abderhalden y Agnes Brekke) se deje llevar por la contundencia de unos personajes que vuelan por la tarima y los globos de oxígeno, posicionando sus interpretaciones con las máscaras visibles de sanguinarios sicarios de dogmatismo férreo y pragmático.
MUCHO MÁS DONDE ELEGIR
Pero la edición sesenta y seis de la cita en la urbe cercana al río Ródano no se queda simplemente en la más que interesante propuesta de la compañía de bicefalia suiza-colombiana. Numerosos montajes de la más variada naturaleza e índole se alternarán en los espacios habilitados por la organización de la cita con la dramaturgia (prólogo de la otra gran celebración escénica de Edimburgo).
El extenso programa deja lugar para anticipar la diversión de un público heterodoxo y ecléctico. Así, los amantes de las sensaciones que calan hasta el colchón de la apetencia teatral podrán deleitarse con, por ejemplo, la adaptación de Simon McBurney y Complicite de El maestro y Margarita (según la novela de Bulgákov); a la vez que se sorprenderán ante el liberalismo declarado de John Berger, con un par de montajes titulados De A À X y Est-Ce Que Tu Dors?
Junto al mencionado dueto de propuestas, los visitantes ansiosos de versiones actualizadas de clásicos inmortales seguro que no perderán la oportunidad de sentarse en el patio de butacas durante las representaciones de La gaviota, de Chejov (bajo la perspectiva de Arthur Nauzyciel); Seis personajes en busca de autor, de Luigi Pirandello (revisada por Stéphane Braunschweig y La Colline Théâtre Nacional); o Un enemigo del pueblo, de Ibsen (trabajo por el que se aventuran Thomas Ostermeier y Shaubühne Berlin).
Tras este corto e intenso repaso, se puede concretar que el certamen creado en 1947 por Jean Vilar sigue en plena forma jornada tras jornada; como si estuviera bendecido por Molière y Rostand, por Shakespeare y Miller, por Genet y Racine.
Más información, horarios y entradas en http://www.festval-avignon.com
