Carmen Machi y Macarena García aparcan en Las Naves del Español
Carmen Machi, Macarena García y Santi Marín son los protagonistas de "Nuestros actos ocultos": una obra de teatro con naturaleza de road movie, que estará en la sala Fernando Arrabal de Las Naves del Español en Matadero de Madrid, del 16 de enero al 3 de febrero. El actor, dramaturgo y director argentino Lautaro Perotti es el responsable de montar en el citado espacio capitalino este emocionante viaje hacia las entrañas de la convivencia, a través de tres personajes solitarios y vacíos de afectos compartidos.
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Carmen Machi se enfrenta al retrato de una mujer construida a base de escapadas al límite de la locura, la cual no ha permitido a lo largo de los años que la confraternidad entrara en su zona vital.
Esta dama vestida de soledades acumuladas, y enterradas por capas de polvo quejumbroso y pesado, adquirirá desde el próximo 16 de enero la fisonomía de la intérprete de Ocho apellidos vascos, en el montaje que el creador argentino Lautaro Perotti ha traído a Las Naves del Español en Madrid, bajo el título de Nuestros actos ocultos.
Humor, drama, misterio, revelaciones trascendentales y declaraciones vitriólicas son algunos de los componentes que nutren un libreto que busca desnudar a los tres individuos que ocupan una plaza en el destartalado automóvil que se encamina desde la sala Fernando Arrabal hacia un destino incierto e intrascendente, y en el que la asfixia de lo vivido intenta no aniquilar la esperanza de una leve salvación que atenúe el caos existencial al que están abocados los protagonistas de la obra.
Carmen Machi encabeza el elenco actoral en este trabajo de introspección agresiva y sin asideros balsámicos ni fáciles de domar. Ella es el motor dramático que desencadena la trama, después de que su rol conozca la angustiosa noticia de la terrible enfermedad que padece.
La gestualidad hambrienta de sensaciones que expresa Carmen Machi forma parte de la peculiar coreografía que Lautaro Perotti despliega en torno a un escenario de pletóricas oscuridades terrenales, como si la aventura que describe el texto dejara en un suspenso de eternidades insuperables a los tres personajes que deambulan por sus palabras nómadas.
Encerrada junto a Machi en estas coordenadas artísticas, Macarena García (Blancanieves) se hace cargo del rol de la esquiva Elena (la hija del papel de CM): una joven que se escuda en una falsa actitud aguerrida frente al entorno que la rodea, incapaz de abrir sus sentimientos ante los extraños.
En medio de esta anodina relación familiar, Patri (Santi Marín) comparece como el neutralizador de la rabia y la rebeldía que encienden las dos mujeres.
El trío rueda en unión por un imaginario asfalto de recuerdos sujetos a la zozobra, sin descubrir sus heridas escondidas, ni apaciguar satisfactoriamente su sed de comprensión y acomodo.
CARMEN MACHI PONE EMOCIÓN AL COMPENDIO DE SOLEDADES QUE DESCRIBE LA OBRA DE LAUTARO PEROTTI
No es descabellado percibir el curso dramático de Nuestros actos ocultos como una confesión progresiva a tres bandas, en la que adquiere una presencia sepulcral el insondable vacío que atenaza a Azucena (Carmen Machi), Elena y Patri.
Los constantes retazos en forma de flashback que exhibe la obra sitúan al espectador en los territorios inexplorados de los tres vagabundos del dharma que configuran el libreto ideado por Lautaro Perotti. Un conjunto de seres que parecen salidos de una novela de Jack Kerouac, donde la felicidad es un letrero de neones fundidos, y los silencios impiden que se oigan los gritos de ayuda que reclaman desde sus entrañas estos tipos de recorrido funesto y laberintos infinitos.
Timbre 4, la compañía creada por Perotti, es una de las responsables de la puesta en escena de este retrato sombrío y tenebroso, en el que subyace la huella indeleble de gestas de carretera redentoras como Thelma y Louise y Easy Rider. Unos lazos sutiles e inspiradores, que dotan a Nuestros actos ocultos de la profundidad humana hilada por textos tan inmortales como Muerte de un viajante, de Arthur Miller, o Don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes.
En la soledad de la carretera desplegada en el interior de Las Naves del Español, los asistentes descubren los secretos más íntimos de Azucena, Elena y Patri; además de conocer de primera mano sus respectivos comportamientos ante la muerte, la vida y la negación de todo lo que se entiende por un entorno familiar y amigable (en este apartado también tiene cabida la palabra ternura).
Nota: El 31 de enero, Las Naves del Español ofrecerán un encuentro entre el elenco de Nuestros actos ocultos y el público asistente. Jornada que será retransmitida por la cuenta de Instagram @teatroespanol_madrid.
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