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Sobre él han corrido ríos de tinta mediática (también códigos binarios cibernéticos) sobre su adicción a inyectarse bótox, sobre la tortura que le supone mantener la musculatura gladiadora para un señor de su edad, sobre la posibilidad de que ya no aguante ni un asalto como héroe de acción a sus sesenta y seis primaveras… Pero lo cierto es que el alter ego real de Rocky y Rambo está viviendo una segunda juventud en este casi tercer lustro del siglo XXI. Tal vez haya aplicado a su carrera profesional lo de “mientras la plancha esté caliente…”; esa sería una explicación bastante plausible sobre la querencia de los directores en contratar al otrora Potro italiano, para protagonizar las más diversas aventuras al borde de la taquicardia escénica.
Uno de los últimos realizadores que no se lo ha pensado dos veces a la hora de contratar a Sylvester Gardenzio Stallone (Nueva York, 1946) ha sido el valorado Walter Hill: individuo de antiguo crédito en las colinas de Hollywood merced a películas como Dirver, El luchador, Los amos de la noche, Calles de fuego y Forajidos de leyenda; profesional de la cámara que llevaba un tiempo en el frigorífico autoral con escasos alardes en pantalla, como el materializado en el fallido drama carcelario titulado Invicto.
De esta forma -con convicción y puesto el ojo en la taquilla-, el cineasta nacido hace siete décadas en California ha cedido el papel principal de su epopeya de tintes falleros, desplegada bajo el nombre de Bullet To The Head (algo así como Una bala a la cabeza), al mítico fortachón alumbrado en la urbe del Empire State; quien se mete en la piel de un asesino reinsertado en la sociedad por los efectos de una venganza. En ese camino por lograr sus objetivos para que paguen los verdaderos malvados, el sicario llamado Jimmy Bobo (el apellido no va en broma) se une a un joven detective del departamento de la policía neoyorquina, rol que interpreta el actor coreano Sung Kang (conocido por haber colaborado en las dos entregas más recientes de la saga The Fast and The Furious).
Sin embargo, Hill no se ha inventado en esta ocasión todo el universo que compone su largometraje (es más que reconocida su habilidad para pergeñar guiones); ya que la cinta está basada en la homónima novela gráfica escrita y dibujada por el artista francés Alexis Nalent (más famoso por el pseudónimo de Matz).
En cuanto al resto del reparto de Bullet To The Head, entre las estrellas congregadas sobresalen los rostros de Jason Momoa y Christian Slater. Momoa, que viene sonando como uno de los valores en alza en el género de la pólvora candente y los mamporros desintegradores desde su encarnación de Conan el Bárbaro ( la versión de Marcus Nispel estrenada en 2011), llega a esta producción con el beneplácito exitoso de su participación en la serie Juego de tronos (en la piel del forzudo Khal Drogo). Por su parte, Slater acude a la actualidad cinematográfica después de un periodo aciago en cuanto a trabajos para el séptimo arte.
Con esta recreación en formato de celuloide del cómic de Matz, Stallone remata una buena temporada laboral, que comenzó con el rodaje de Los mercenarios 2 (fresco de sincero homenaje a los tipos duros del pasado siglo XX, en el que comparecen Van Damme, Chuck Norris, Jet Li, Jason Statham y Dolph Lungren, entre otros), y que continuó con la grabación de The Tomb: ejercicio fílmico firmado por Mikael Hafström, en el que el italo-americano comparte cabeza de cartel con su colega (enemigo cartelero durante mucho tiempo) Arnold Schwarzenegger y con Jim Caviezel (Person of Interest).
Aunque el prota de Demolition Man no es el único que ha conseguido un especial crédito propiciado por los mandameses de la industria audiovisual, ya que el activo Hill tampoco puede sentirse insatisfecho con la agenda que le ha tocado en suerte. Así, en el terreno de la producción, el nacido en Long Beach está a punto de estrenar la esperada Prometheus (hay que recordar que el californiano ya se embolsó sumas exorbitantes por su labor financiera en la totalidad de la saga de Alien); a la par, ya en el cargo de director, el responsable de Los amos de la noche tiene en cartera otra movie de corte similar a Bullet To The Head, titulada St.Vincent. Además, su identidad ha empezado a sonar como el creador más destacado para elaborar el remake de ¿Qué fue de Baby Jane? (según el clásico de Robert Aldrich).
