Albert Camus convoca a los justos en Madrid
Albert Camus regresa a la Villa Y Corte con “Los justos“, una de sus obras más pesimistas. Javier Hernández-Simón dirige esta nueva versión, que traslada el argumento original a la España azotada por el terrorismo de ETA.
La diosa de la balanza siempre ha estado ciega ante las acciones de los individuos.
Cuando la supuesta legitimidad se transforma en violencia indiscriminada, y los oprimidos desbordan su dolor pretérito en la tortura de nuevas víctimas: ¿Dónde está la justicia?
Por mucho que se piense en la rotundidad dogmática de la Ley del Talión, ¿qué ocurre en el momento en que la culpabilidad transmuta su presencia en una ideología de barbarie generalizada?
Albert Camus expuso todas estas cuestiones, y muchas más, en su obra “Los justos“: un texto diseñado a partir de la visceralidad humana que el dramaturgo francés estrenó en 1949, y el cual desplegaba su discurso de pacifismo militante en la Rusia de 1905.
Sesenta y cinco años después, Javier Hernández-Simón (Bilbao, 1977) y José A. Pérez (Bilbao, 1979) recuperan la mencionada pieza del autor de “El extranjero” para trasladar la acción a la España de 1979. Una adaptación que ha dado como resultado el impactante montaje con el que la compañía 611Teatro aterriza en la sala 1 de las madrileñas Naves del Español (Paseo de la Chopera, 10), desde el 1 de octubre al 26 del mismo mes.
ALBERT CAMUS VISTO A TRAVÉS DEL TERRORISMO DE ETA
Como una especie de bucle en el tiempo a través de las décadas, “Los justos” analiza la práctica inmutabilidad de la naturaleza de los hombres y las mujeres, vistos como seres que vuelven una y otra vez a caer en los mismos errores.
Con semejante mensaje, los responsables de esta nueva versión del escrito de Camus exponen su tesis sobre los similares condicionantes ideológicos entre los revolucionarios rusos y la génesis de la banda terrorista ETA. Comparación un tanto forzada a primera vista, ya que ambos movimientos nacieron y evolucionaron de manera diametralmente distinta.
No obstante, Hernández-Simón y A. Pérez se esfuerzan por unir las direcciones divergentes de estos procesos históricos, más desde la perspectiva de los primigenios condicionantes ideológicos que por la parte del parecido en cuanto a sus etapas vivenciales.
A modo de una pesadilla sobre el carácter monstruoso de la violencia, “Los justos” que llega a las Naves del Español refleja la progresiva transformación de un grupo de resistentes contra la dictadura franquista, convertidos unas tres décadas después en unos meros fanáticos del terror.
Envueltos en un escenario desnudo de elementos distorsionadores, y con piedras que recuerdan a las de las canteras de los esclavos, los personajes van desgranando sus pensamientos con la cadencia de los espectros, siempre caminando por cementerios creados por la sinrazón y el culto a la sangre.
Unos fantasmas imaginarios del siglo XX que en el escenario toman la faz de Lola Baldrich (Maite), Álex Gadea (Mikel), Ramón Ibarra (El teniente), Rafael Ortiz (José/ Suárez), José Luis Patiño (Josu) y Pablo Rivero Mardiñán (Xabier).
Las palabras de Camus parecían más distantes cuando volaban por el tema de los revolucionarios de 1905; pero, en el momento en que describen el drama aún en carne viva de la sociedad española con el terrorismo armado, el asunto se convierte en un discurso demasiado real y amargo, doloroso y trágico, reconocible y traumático. Un universo donde la esperanza está tan ciega como la justicia.
Tráiler de “Los justos“, por 611 Teatro
Más información, entradas y horarios en
http://www.mataderomadrid.org/ficha/3714/los-justos-de-albert-camus.html