Tacita Dean siembra tempestades en Santander
“¡Tú, por ser hombre libre, amarás siempre el mar!/ Porque, el mar es tu espejo: en él ves tu propia alma/ el despliegue infinito de sus olas, tu espíritu/ no es abismo que tenga amarguras menores…”. Las inmensidades azules y acuosas adquirieron brea de infierno real en las manos de Charles Baudelaire (al socaire del quinqué que incendiaba sus Flores del mal), etéreas y sinceras. En sus palabras es posible alcanzar el placer del hundimiento, profundo e interminable. Sensaciones de naufragios secretos, que vuelven a concitarse con similar fuerza a través del trabajo de la artista multimedia Tacita Dean (Canterbury, Inglaterra, 1965), y que adquieren con su retina la naturaleza de la pasión destructora.
De mar en mar es el título de la muestra que la creadora isleña presenta desde el pasado 31 de octubre, y hasta el próximo 12 de enero de 2014, en la sede santanderina de la Fundación Botín. Una exposición con velamen oscuro y homérico, en la que se reúnen los trabajos más significativos de la británica respecto al intangible y salubre elemento sobre el que cabalgaron Cirstóbal Colón y Sir Francis Drake… los vikingos y los celtas.
La brújula del Arte
En 1994, Tacita comenzó a modelar su currículo con las inspiraciones que le ofrecían las playas y las bahías, los embarcaderos y los cuadernos de bitácora manuscritos por peregrinos bamboleantes. En su maletín de grafitos y pinturas, las evocaciones de puritanos como los del Mayflower -y las lecciones de alumbramiento magistral esgrimidas por los libros de Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad o Herman Melville- hacían sitio a las inclinaciones de TD por captar la hondura de las inmensidades incoloras.
Así es como surgió, por ejemplo, la obra Girl Stowaway (Polizona), que ocupa la planta baja del centro cántabro. En ella, Dean despliega su virtuosismo experimental y narrativo por medio de diferentes formatos, que van del papel a la tiza sobre pizarra; sin olvidar un componente esencial en su carrera profesional: las películas rodadas en 16 milímetros. Tal ejercicio, titánico en esencia, le ayuda a reflejar la travesía que emprendió una mujer en 1928, en calidad de tripulante ilegal en el barco Herzogin Cecile; y dentro del que la fémina se trasladó de Lincoln (Australia) a Falmouth (Inglaterra).
Pero las siete cintas que alberga la exhibición versan acerca de muchos más temas, unos de ellos reales; y otros transformados en fotogramas en movimiento a partir de leyendas, como la del amor condenado de Tristán e Isolda (Disappearance At Sea II). Un grupo de grabaciones en estilo amateur donde la heredera de capitanes y marinos pone imágenes a hazañas varias, como la del hombre de negocios Donald Crawhurst; quien acabó suicidándose tras perder constancia de su lugar en el mundo, mientras participaba en la regata Golden Globe (organizada por el rotativo The Sunday Times en 1986).
Frente a las piezas de esta señora nominada Tacita, y que se crió plásticamente en la Slade School Of Fine Arts de Londres, el espectador tiene la impresión de asistir a la botadura de una nao con los componentes característicos de un galeón del siglo XVI, o las estelas aéreas de un ligero clíper diseñado en el XVIII.
Miss Dean llevaba un lustro (desde 2008) sin asomarse a las extensiones oceánicas; y, durante ese intervalo, sus oídos ya empezaban a anhelar el canto de las gaviotas y las notas visionarias de los albatros. Por ello, la compatriota de Cy Twomby no pudo negarse cuando Vicente Todolí (Presidente de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la Fundación Botín) le propuso reunir sus profundos cuentos de argonautas, héroes inmortales en busca de vellocinos escondidos tras las telas y los fotogramas. Tal fue el regocijo de la natural de Canterbury con la propuesta, que incluso se ofreció a finalizar dos de sus obras en el interior del inmueble: un par de pizarras que -al igual que sus compañeras de espacio- van mucho más allá del mero objeto que representan, para convertirse en sueños de sirenas y antojos de hombres peces.
Más información, entradas y horarios en http://www.fundacionbotin.org