Sol LeWitt revive en NY
Sol LeWitt y la reconstrucción su Wall Drawing # 370, que el artista realizó en 1982, protagonizan una de las exhibiciones más ambiciosas del Metropolitan Museum.
Antes de 1968, los muros se mostraban orgullosos con su ignorancia y tosquedad de ladrillo y argamasa.
Pero, a partir de ese año, las paredes exteriores descubrieron otros mundos de líneas y cubos cambiantes.
Paraísos de pincel, acrílicos, rotuladores y tintas indias que dotaron a estos limitados artefactos urbanos de geometrías inventadas, de caudales plásticos, y de fascinantes fantasías de esculturas figuradas.
Dentro de esa corriente de sones visionarios, Sol LeWitt (Hartford, Connecticut, USA, 1928- Nueva York, 2007) fue el principal artífice del nuevo papel de los robustos objetos, con su imaginativo lenguaje entre conceptual y minimalista: siempre estimulante, y con el nervio propio de los laberintos sin salidas aparentes.
Pensados como piezas de limitada existencia, muchas de las denominadas Wall Drawings Series acabaron hermanadas con las ruinas; sin embargo, algunos de estos trabajos sí consiguieron subsistir a la fiebre destructora de los ayuntamientos y de las empresas inmobiliarias (alargamiento de la caducidad anhelada que nunca demandó el polifacético creador nacido en Estados Unidos).
Precisamente, uno de los murales que no logró perpetuar su presencia ciudadana fue Wall Drawing # 370; lo que no ha sido un problema insoluble para que el Metropolitan Museum de Nueva York haya programado su remasterización, con el objetivo de presidir la exposición que la institución piensa dedicar a las materializaciones sorprendentes de LeWitt.
Una muestra que inaugurará su curso en la urbe del Empire State Building el próximo 30 de junio de 2014, y cuya existencia se prolongará hasta el 7 de septiembre de 2015.
SOL LEWITT Y SUS FORMULACIONES MATEMÁTICAS
En continua conjunción con el diseño gráfico, las composiciones murales del vástago de inmigrantes rusos saltaron de las láminas a la piedra a finales de los sesenta, en un ejercicio de reflexión sobre la oposición entre la obra en sí y el material que la sustenta.
Esa búsqueda incesante por dotar de periodicidad a sus dibujos, impresiones y pinturas llevó al maestro natural de Connecticut a los exteriores degradados de NY, para proyectar sobre ellos su imaginería a base de líneas psicodélicas.
Aquelarre de torres, pirámides, conos, poliedros e insinuantes curvas que animan al espectador a contemplar -no sin cierto misterio- la esencia metamórfica de las escenas/ instalaciones.
A partir de un simple cubo, Solomon LeWitt era capaz de desarrollar multitud de sensaciones con tridimensionales propósitos, habitualmente apegado a un sentido de las permutaciones infinitas, existentes en las constelaciones de la aritmética.
“Para cada obra de arte que se transforma en algo físico, hay muchas variaciones de la misma que no logran siquiera ser vislumbradas”, solía decir el laureado cerebro del movimiento conceptual.
Bases innegables del profundo background del de Hartford, las cuales se pueden contemplar -en todo su ardor primerizo- a través de las diez figuras geométricas de Wall Drawing # 370.
Un conjunto de estructuras camaleónicas que se expresan por los surcos de bandas paralelas de líneas (desplegadas en un sentido bidireccional), y que completan el monumental mural recreado ahora en El Met, según las directrices orquestadas por SLW en 1982.
Vídeo de los trabajos de montaje de “Wall Drawing # 370“, perteneciente a la página del Metropolitan Museum
Más información, entradas y horarios en http://www.metmuseum.org/exhibitions/listings/2014/sol-lewitt