Roy Lichtenstein hace de Londres la capital del color

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La Tate Modern dedica una amplia retrospectiva al artista estadounidense
La Tate Modern dedica una amplia retrospectiva al artista estadounidense

Cuadros a base de globos y viñetas, mujeres de papel con aire a revista femenina de los cincuenta, tinturas sublimadas por las ensoñaciones con naturaleza de pósteres infantiles, historias sobre pasiones de quiosco y fuegos de batallas intergalácticas… Este universo fue el que presidió la mayor parte del itinerario profesional del líder de los llantos carnosos y los susurros telefónicos, un deudor de Mickey Mouse y El Pato Donald que pernoctó con devoción homérica por las arterias de Manhattan, y que inscribió su firma en el proteico Pop Art: ese movimiento aderezado por su apego al impacto visual, en el cohabitaron tipos de caladura estelar como Andy Warhol y los hijos de la Factory.

La muestra estará abierta al público hasta el próximo 27 de mayo de 2013/ Photo Credits: Tate Modern
La muestra estará abierta al público hasta el próximo 27 de mayo de 2013/ Photo Credits: Tate Modern

Roy Fox Lichtenstein (Nueva York, 1923- 1997) no gozó en ningún momento de la negación artística que proclamaron muchos de los colegas del celebérrimo AW; deuda de honor académico que el amante de los rotuladores desplegó a través de las inspiraciones de clásicos del costumbrismo estadounidense como Frederic Remington, y con las legañas de manual arrebujadas en las esencias vanguardistas apadrinadas por Pablo Ruiz Picasso y Henri Matisse. Esa necesidad activada en función de transitar a su modo por las reglas de la plástica ayudó a crear un legado enérgico y de rica frescura iconográfica; existencias de acrílicos y metales que comparece hasta el próximo 27 de mayo de 2013, en el interior del eléctrico inmueble de la Tate Modern londinense.

La exhibición se compone de cerca de 130 obras
La exhibición se compone de cerca de 130 obras

Cerca de ciento treinta obras (entre pinturas, dibujos y esculturas) de las últimas décadas en la producción del neoyorquino componen esta “retrospectiva”, que concita la labor conjunta gestionada por la mencionada institución de la urbe del Támesis y The Art Institute Of Chicago. Una fantasiosa velada de personajes conocidos y giros irónicos a la que asisten creaciones tan avaladas por la crítica internacional como la satírica Look Mickey, la pacifista Whaam! y la asfixiante Drowing Girl.

Entre los formatos seleccionados hay pinturas, dibujos, cerámicas y esculturas/ Photo Credits: Tate Modern
Entre los formatos seleccionados hay pinturas, dibujos, cerámicas y esculturas/ Photo Credits: Tate Modern

No obstante, pese a lo que la selección llevada a cabo pueda sugerir, no sólo de referencias a los cómics vivió y se alimentó el caudal pictórico de Lichtenstein. Tanto es así, que los inicios en los caminos de los caballetes y los lienzos del vecino de La Estatua de la Libertad y El Empire State se situaban más abiertamente en los cauces del expresionismo abstracto (con claro andamiaje de pinceladas deudoras de las sombras deformadas e insinuantes de Jackson Pollock y Mark Rothko).

Lichtenstein comenzó a interesarse por la técnica del cómic desde finales de los cincuenta/ Photo Credits: Tate Modern
Lichtenstein comenzó a interesarse por la técnica del cómic desde finales de los cincuenta/ Photo Credits: Tate Modern

Sin embargo, el individualismo no le alcanzó de lleno al autor de la elocuente secuencia bautizada Good Morning, Darling hasta finales de los cincuenta, cuando recibió en su backgroung de paleta y punta fina las enseñanzas sustraídas de la televisión vespertina de El llanero solitario y Daniel Boone, el cine animado a tiras de Walt Disney, la publicidad de las pin-up y los tebeos que ilustraban las somnolencias madrugadoras de los teenagers born in the USA.

Por filosofía creativa, el neoyorquino siempre se consideró parte del Pop Art/ Photo Credits: Tate Modern
Por filosofía creativa, el neoyorquino siempre se consideró parte del Pop Art/ Photo Credits: Tate Modern

De esa manera tan entusiasta, el pulso de este graduado en Bellas Artes se volvió firme a través de la savia de todos los elementos consustanciales a su época, que fue recogiendo su cerebro sensitivo paulatinamente (siempre relacionados con la cultura que le había tocado vivir intensamente); y, a través de las raíces populares que conjugó, Mr. Roy Fox engendró su figura de cara a las galerías y museos: la correspondiente a uno de los del máximos exponentes la nada elitista corriente alumbrada bajo el emblema del Pop Art.

Sus imágenes están cargadas de sugerencias afectivas
Sus imágenes están cargadas de sugerencias afectivas/ Photo Credits: Roy Lichtenstein

Yo deseo que mi obra tenga un aura programada e impersonal”, afirmó RL en una de sus múltiples declaraciones; una frase que alardea de artificial cordura, envuelta en cada una de sus palabras con el papel celofán de los regalos multitudinarios, e iluminada con el neón de los discursos fácilmente entendibles por cualquier ciudadano del planeta Tierra. Mecido al compás de estos parámetros, el trabajo del norteamericano quiebra su profundidad a favor de los mensajes directos, como balas destinadas a la retina del espectador; sin esperar mayor reacción que la de contagiar su esperanza en el cambio, en ejercer un influjo de seducción que no desentonaría entre las páginas de una novela de detectives de las de centavo por entrega.

En el discurso de Lichtenstein reside una fuerte intención globalizadora/ Photo Credits: Roy Lichtenstein
En el discurso de Lichtenstein reside una fuerte intención globalizadora/ Photo Credits: Roy Lichtenstein

Tales sentimientos de universalidad hacen de los dibujos y los contornos -diseñados a conciencia por Lichtenstein- teselas de un mural escénico de dimensiones titánicas, donde el urbanita del siglo XX puede ubicarse tras presentar en la aduana el pasaporte de la imaginación. Incluso Superman y Spider-Man tienen su sitio en esa tierra mágica en la que el creador nacido en La Gran Manzana propone esconderse. Un reino de Oz empapelado hasta las trancas con storyboards tendentes a la hipnosis subliminal: gobierno con esqueleto de Hombre de hojalata que, hasta los prolegómenos del verano, tiene sede permanente en uno de los márgenes del río cuyas aguas adormecen el chillido de los cuervos de La Torre, a la vez de las campanadas imperiales de San Pablo y El Big Ben.

Las mujeres de RL están rebosantes de sensualidad publicitaria/ Photo Credits: Roy Lichtenstein
Las mujeres de RL están rebosantes de sensualidad publicitaria/ Photo Credits: Roy Lichtenstein

Más información en http://www.tate.org.uk/whats-on/tate-modern/exhibition/lichtenstein/

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