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Robert Plant presenta el undécimo trabajo de su carrera lejos de Led Zeppelin: una obra cargada de letras vigorosas y melodías esforzadas, titulada “Lullaby And… The Ceaseless Roar” (Nonesuch/ Warner Bros).
Mientras aún transitaba por la veintena, este espigado icono del rock se topó con una escalera hasta el cielo, por la ascendió a lo más alto de la cúpula musical.
Aunque en su subida al reinado de la espiritualidad no iba solo, sino acompañado de los inigualables riffs guitarreros de Jimmy Page, los teclados portentosos de John Paul Jones y las sondas marinas provocadas por las baquetas de John Bonham.
El tiempo ya ha quemado muchos de los peldaños de esa espiral a las alturas ideada por Led Zeppelin, pero Robert Plant no ha perdido ni un ápice de su habilidad para exorcizar su talento a través de las trovas, virtuosismo con el que el inglés es capaz de esgrimir estrofas apasionadas y sorpresivas.
A sus sesenta y seis años, el otrora muchacho de la melena rubia nacido en West Bromwich aborda una vez más su viaje artístico alejado de sus antiguos compañeros de LZ (de los que se despidió con un nostálgico álbum fechado en 1982, si se obvia la reunión mediática llevada a cabo en 2007).
Una realidad que parece no haber agotado a un creador que suele pasar de las miradas al espejo retrovisor de su carrera, el cual lanzará al mercado –el próximo 8 de septiembre– su undécimo trabajo como solista: un compacto aparcado en el garaje del rock (tanto el metal como el progresivo) y las inspiraciones folk, que lleva por título “Lullaby And… The Ceaseless Roar” (Nonesuch/ Warner Bros).
ROBERT PLANT Y SU NUEVO GRUPO
Las once composiciones inéditas grabadas por Plant para este disco muestran a un autor preocupado por los sonidos atmosféricos, las melodías sustraídas a sus raíces de pentagrama y las letras agrestes, propias de un profesional experimental y multifacético.
Pese a que la voz de ultratumba del cantante de Led Zeppelin continua con su duelo particular contra la indiferencia, las musas de Robert han cambiado de pelaje, para vestirse con las curvas de maniquíes ajenos a los alardes planetarios, enfocadas hacia el intimismo de un maestro consciente del gran legado que evoca con cada golpe de garganta.
Al lado de los virtuosos The Sensational Space Shifters (con los que el líder de LZ editó en 2012 un interesante CD en directo, que ya apuntaba los acordes de este trabajo), RP echa mano de su inagotable fondo de armario, para elaborar un puñado de temas destinados a satisfacer a un público sediento de emociones sinceras y enriquecedoras.
Con estas intenciones, el icono de los setenta propone un intercambio de experiencias más cercano al colegueo, sin los matices ególatras de los genios que andan por el mundo con plataformas de celebridad.
De esta manera, el responsable de la atronadora “Immigrant Song” saca del bolsillo una baraja de tracks en la que es posible localizar aromas tradicionales (“Little Maggie”), pasados bodegones de barrocas connotaciones existenciales (“Rainbow“), inspiraciones cosmopolitas con ribetes de electrónicas ensordecedoras (“Arbaden/ Maggie’s Babby“), juegos voluntarios de remasterización poética (“Poor Howard“), o sinfonías de cuño verdoso y gorjeos campestres (“Embrace Another Fall“).
Subido al muslamen de estas piezas, el siempre reconocible timbre de Plant suena con singular fuerza acompañado de las contorsiones instrumentales de Justin Adams, Liam “Skin” Tyson (sensacional cuando porta un banjo), John Baggott, Juldeh Camara, Billy Fuller y Dave Smith; constantemente atacado por una energía eléctrica que se contagia a la totalidad del álbum, y que sin duda dejará huella de sensación recuperada en los directos que la formación está efectuando desde el verano (en Europa y Estados Unidos).
Puede que “Lullaby And… The Ceaseless Roar” posea un cuerpo distinto de la anatomía revitalizadora de vinilos tan determinantes como “Led Zeppelin”, “Led Zeppelin II“, “Led Zeppelin III” o “Houses Of The Holy“; pero, cuando un ser humano sube la escalera al cielo, éste ya nunca olvida cómo ascender.
Vídeo del tema “Rainbow“, grabado en el Hydrogen Festival de Pádova, Italia; y en Colours Of Ostrava, en Chequia. Material proporcionado por la página oficial de Robert Plant
Más información en http://www.robertplant.warnerreprise.com/eu/
