Raoul Dufy y el espectro lumínico
Raoul Dufy conquista el interior del Museo Thyssen-Bornemisza con la primera gran retrospectiva de su trabajo desde 1989. La exposición, que estará abierta hasta el 17 de mayo, despliega las múltiples etapas que protagonizó el artista francés.
![Raoul Dufy pasó por movimientos tan importantes como el impresionismo y el fauvismo/ Photo Credits: museothyssen.org](https://kevinjesus20.com/wp-content/uploads/2015/02/Raoul-Dufy1.jpg)
El chillido de las hienas salvajes hace temblar la hambruna bestial, que esconde las pinturas del creador nacido en El Havre.
Dentro de ese hábitat incómodo y agresivo, las líneas se convierten en manchas de color, y el aparente hedonismo de las figuras desborda miedo colectivo.
Raoul Dufy fue a lo largo de su existencia un creador polifacético, inmenso, capaz de anticipar los más variados atajos para madurar al socaire de sus pinceles prodigiosos, sus acuarelas luminosas, sus telas vigorizantes y sus cerámicas acogedoras.
Un abanico de fantasías plásticas que el maestro galo completó con el dibujo y las ilustraciones para libros (actividad en la que destaca el trabajo que realizó para El bestiario de Guillaume Apollinaire).
Durante sus setenta y seis años de vida, el admirador confeso de Henri Matisse albergó múltiples paletas y estilos. Arco deslumbrante de obras que el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid exhibe en la muestra titulada simplemente Dufy (la cual estará abierta del 17 de febrero al 17 de mayo de 2015).
![Raoul Dufy siempre ha sido asociado al hedonismo pictórico/ Photo Credits: museothyssen.org](https://kevinjesus20.com/wp-content/uploads/2015/02/Raoul-Dufy2-231x300.jpg)
RAOUL DUFY, EL BON VIVANT DE LA BOHEMIA
Noventa y tres piezas, procedentes de algunas de las pinacotecas más importantes de Europa y Estados Unidos, se dan cita en la institución asentada en la Villa y Corte, para departir animadamente sobre el currículo de un hombre ansioso por aprender, que cambió sus intereses profesionales con la facilidad con la que nacían y morían las vanguardias de su tiempo.
Impresionista en sus inicios, el joven Dufy comenzó a profundizar en los oleos a través de las imágenes de Eugène Boudin, para luego avanzar con paso firme hacia el paisajismo, influenciado por Claude Monet y Camille Pissarro. A ese tiempo corresponde la necesidad del porteño para hacer un hueco a la vida orgánica de la sociedad parisina, caracterizada por las diversiones, las carreras de caballos y las distensiones ajenas a los males que padecían los menos favorecidos.
![Raoul Dufy desarrolló una técnica propia a través de sus experimentos con el color/ Photo Credits: museothyssen.org](https://kevinjesus20.com/wp-content/uploads/2015/02/Raoul-Dufy3.jpg)
Esa ordenación de naturaleza adocenada se convirtió rápidamente en salvajismo alocado, cuando RD entró en contacto con el fauvismo: hecho que desembocó la visión del cuadro Lujo, calma y voluptuosidad, de Henri Matisse. La escena fue como un disparo en plena retina para el de El Havre, y le animó a cocinar la rabia cromática con la que su pintura adquirió la personalidad de la psicopatía del caballete.
Y así practicó su Arte hasta 1909, cuando el acercamiento a Paul Cézanne embarcó a Dufy en la etapa cubista, que dio origen a la técnica que este apadrinó: la taquigráfica, correspondiente a los esqueletos danzantes.
El recorrido cronológico propuesto por el comisario y experto del Thyssen Juan Ángel López-Manzanares permite atisbar el crecimiento progresivo de un individuo que consiguió extraer los elementos constitutivos del espectro de color.
Unas partes de arcoíris mediatizadas por las pesadillas de la sinrazón, y con las que el compatriota de Jean Renoir elevó un universo de formas polivalentes, nunca sujetas a las explicaciones simplistas de los cerebros planos.
![El Museo Thyssen-Bornemisza ha editado un extenso catálogo sobre la obra de Raoul Dufy](https://kevinjesus20.com/wp-content/uploads/2015/02/Raoul-Dufy4.jpg)
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