José Mujica, en viñetas
El periodista uruguayo Matías Castro y el dibujante Leo Trinidad presentan "Pepe Mujica y las flores de la guerrilla" (Salamandra Graphic): una novela gráfica, que recoge la activa vida del que fue el presidente número cuarenta de Uruguay. Una obra que recrea con imaginación la lucha en favor de las libertades y los derechos fundamentales, por la que José Mujica sufrió el encarcelamiento durante el tiempo en que se prolongó la salvaje dictadura llamada cívico-militar (1973-1985).
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José Mujica siempre ha sido un hombre asociado con la búsqueda y el reclamo de la libertad ciudadana, en oposición a las dictaduras del denominado Plan Cóndor, que estrangularon a los habitantes de Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile y Uruguay, entre los años setenta y ochenta del pasado siglo XX. Tal batalla por reclamar la vuelta de los derechos fundamentales de sus compatriotas le ocasionó varios encarcelamientos y torturas en las dependencias de las autoridades represivas del momento, las cuales -a pesar de la dureza extrema que emplearon sus captores- no silenciaron su voz.
El escritor Matías Castro y el dibujante costarricense Leo Trinidad recuperan esa parte tan amarga de la existencia del que se convirtió en el 40 presidente de Uruguay; una época en la que Mujica estuvo involucrado con la guerrilla y ciertas actividades de resistencia armada, que él consideraba similares en propósito las llevadas a cabo por Robin Hood (golpear a los poderosos, para favorecer a los oprimidos). Un recorrido marcado por su ideología comunista respecto al reparto equitativo de la riqueza y a la importancia de lo social frente al capitalismo desatado y febril, que desembocó en la lucha sin tregua contra los dogmas dictatoriales que hundieron la tierra de Juan Carlos Onetti en una pesadilla de persecuciones y desaparecidos.
Bajo tales líneas creativas, Pepe Mujica y las flores de la guerrilla (Salamandra Graphic) se erige como un libro de memorias heroicas, en las que el protagonista (José Mujica) comparece como un ser de carne y hueso, vulnerable y sensible; el cual estuvo a punto de caer en la locura, tras un tiempo prolongado en una celda de aislamiento, en el penal de Punta de Carretas.
De los ochenta y ocho años de existencia de José Mujica, casi quince de ellos los pasó encerrado tras los barrotes de una cárcel, en la que fue sometido a un maltrato despiadado, destinado a quebrar su juicio y voluntad. Las largas horas sumido en la oscuridad, sin posibilidad de ver la luz del sol ni hablar con otro ser humano, estuvieron a punto de someter la mente del entonces joven político y guerrillero. Una prueba de fuego que inició el consiguiente proceso de fortaleza interior, que el libro de Matías Castro y Leo Trinidad refleja con inspiradas viñetas y frases descriptivas, que reproducen la terrible realidad de un tiempo en el que la libertad de pensamiento podía conllevar asociada una sentencia de muerte.
JOSÉ MUJICA SUFRIÓ EN SU JUVENTUD LA REPRESIÓN DE LA SALVAJE DICTADURA CÍVICO-MILITAR DE URUGUAY
El guion de Pepe Mujica y las flores de la guerrilla muestra los laberintos emocionales de una singular historia de resistencia frente a la sinrazón, en la línea de la efectuada por Nelson Mandela en Suráfrica. Un relato donde los dibujos se mueven entre oscuridades abismales y tonalidades grises, como si las pinturas negras de Goya tuvieran un ligero reflejo -a través de las centurias. en esta novela grafica sobre el desamparo institucional, y la rebelión contra la sumisión alienante y temerosa. y la injusticia programada
La acción de la obra de Matías Castro y Leo Trinidad arranca en la actualidad, cuando un periodista llamado Lorenzo intenta ponerse en contacto con el ya célebre y anciano José Mujica, para hacerle llegar el trabajo a base de aceradas viñetas que ha conjuntado respecto a la agitada vida que el político padeció hace algunas décadas. Esta conversación telefónica, agónica y determinante, da luz verde para un viaje hacia el pasado, coincidente con los años sesenta, cuando el entonces joven José Mujica tomó constancia de su compromiso con las personas y etnias menos favorecidas de su país.
Tras los primeros pasos de Pepe (nombre con el que le gusta ser conocido a Mujica) como miembro del Movimiento de Participación Popular, Unión Popular y el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaras, Castro y Trinidad abordan las intensas jornadas de lucha armada, y el posterior encarcelamiento de José Alberto Mujica Cordero, en el penal de Punta Carretas.
La pesadilla experimentada en el citado centro carcelario de Montevideo marca el nudo dramático del libro, para adquirir un peso considerable tras la puesta en libertad del político, finalizada la dictadura en 1985. En ese momento, las flores del título entran en funcionamiento como infalibles instrumentos simbólicos, garantes de la cordura de Mujica.
Impactante, emocionante, sensible, nostálgico, ilustrativo… Muchos de estos adjetivos encajan con la lectura visual y periodística de Pepe Mujica y las flores de la guerrilla. Un manual de supervivencia contra las dictaduras que cercenan las libertades fundamentales de los individuos, y que puede servir también para no caer de nuevo en infiernos represivos como los experimentados por el político uruguayo durante su juventud.
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