Eddie Redmayne maquilla Londres
El oscarizado actor de "La teoría del todo" se convierte en el lascivo y rítmico Emcee, dentro del nuevo y colorista montaje de "Cabaret": la legendaria obra que Bob Fosse convirtió en película de éxito en 1972, y que Redmayne protagoniza en el Playhouse Theatre, del West End londinense.
Eddie Redmayne mantiene la pasión artística dividida entre la televisión, el cine y el teatro. Respecto a la dramaturgia sin redes técnicas de por medio, la estrella de La chica danesa nunca ha abandonado la ansiedad que suele experimentar al subirse a un escenario: una plataforma de senderos discursivos e inspiradores, a través de la que puede mantener el contacto directo con el público, alimentado por la adrenalina que aporta saber que cada representación es distinta de la anterior, y que cualquier error o titubeo resulta imposible de soslayar con la repetición de la escena fallida.
Después de ganar prestigiosos premios, como el Tony o el Olivier por su recordada actuación en Red, Redmayne regresa a los escenarios de la urbe del Big Ben, con Cabaret: un ambicioso e imaginativo espectáculo de luz y sonido, que dirige la fogueada Rebecca Frecknall (Sanctuary City), aliada con las sorprendentes coreografías diseñadas por Julia Cheng.
El Playhouse Theatre de la ciudad del Támesis es el lugar escogido para levantar el lisérgico y glamuroso Kit Kat Club, el sitio en el que transcurre la acalorada trama de este musical escrito por Joe Masteroff, a partir de la obra de teatro I Am a Camera, de John Van Druten. Un show cargado de números imperecederos, que cuenta con las partituras de John Kander y las letras de Fred Ebb, y cuyos primeros antecedentes se encuentran en la novela Goodbye to Berlin, de Christopher Isherwood.
La actriz irlandesa Jessie Buckley (Judy) y el inglés Omari Douglas (Doctor Who) acompañan a Eddie Redmayne en este esperado estreno de la cartelera capitalina. Un montaje en el que el público buscará los rastros sensibles de la oscarizada película de Bob Fosse: movie que hicieron eterna la gestualidad y los movimientos de Liza Minnelli, la esforzada caracterización de Michael York, y las excentricidades atronadoras y contagiosas de Joel Grey.
EDDIE REDMAYNE DA LA BIENVENIDA A LOS CLIENTES DEL KIT KAT
El restaurado Playhouse Theatre transforma -desde el pasado 15 de noviembre– su controlada fisonomía de finales del siglo XIX, para someter su artesonado a la asfixiante atmósfera del Berlín de 1931.
Sepultado bajo la apariencia agresiva del abismal y tentador Kit Kat Club, el coliseo londinense acoge los alaridos ensordecedores del pletórico Emcee, quien exhibe su capacidad para romper las rigideces de la moral espartana propia de las sociedades encarriladas por la dualidad entre la virtud y el pecado; con maquillajes deslumbrantes, canciones picantes, e insinuaciones de carácter sexual, muy relevantes en los bailes circenses que se desarrollan en el citado local.
Entre luces y sombras (los focos son esenciales para acometer con coherencia la escenificación de Cabaret), Rebecca Frecknall repasa la laureada batería de letras determinantes y orquestaciones ilusorias, en la que se destapan los vicios de un pueblo que acabó cambiando el hedonismo supremo por la sumisión alienante a las tesis genocidas del nazismo; mientras los poderes fácticos entregaban el poder a los atemorizantes seguidores de Adolf Hitler.
Esta nueva adaptación de Cabaret recupera el pulso de la célebre cinta dirigida en 1972 por Bob Fosse, con la que ganó ocho premios Oscar. Objetivo artístico que da como resultado un trabajo escenográfico de altura, donde se nota el interés por concitar el ambiente conseguido por el film setentero, y el cual adquiere su significancia afectiva al calor de temas como Wilkommen, Mein Herr o Money, Money.
Con la fuerza que le otorga el libreto de Joe Masteroff y la obra de John Van Druten, Frecknall construye el armazón de un show destinado a la diversión esculpida a base de ritmo y maquillaje, donde las melodías conocidas restallan un atisbo de nostalgia, esgrimida ahora por las potentes de voces de Jessie Buckley (ella es la encargada de tomar el testigo de Liza Minnelli, como Sally Bowles) y Eddie Redmayne (el británico se deja llevar por el papel que encarnó Joel Grey, en el film de 1972).
Más información, entradas y horarios en
https://www.playhousetheatre.co.uk