Colin Farrell trabaja a destajo para contentar a sus admiradores
Blockbusters, filmes de presupuesto modesto, indies de relumbrón… cualquier terreno es bueno para que este actor de origen irlandés muestre sus cualidades interpretativas. Tras un tiempo de ausencia, mediada solamente por productos de interesante factura dramática como London Boulevard y Perdidos en Brujas, el protagonista del remake de Corrupción en Miami y El nuevo mundo está encadenando, en esta temporada de 2012-2013, una de esas rachas en formato de celuloide que le tendrá por unos meses en las pantallas del planeta.
La primera de estas producciones en llegar a las salas debería ser la adaptación de Desafío total, que corre a cargo del eléctrico Len Wiseman. Inspirada en un relato corto del escritor de ciencia ficción llamado Philip K. Dick (texto bautizado en papel con el nombre de We Can Remember It For Your Wholesale), la trama sigue pareja a la historia que rodó en 1990 el holandés Paul Verhoeven (en esa ocasión, con Arnold Schwarzenegger, Sharon Stone y Rachel Ticotin como cabezas de cartel). De esta manera, el argumento del trabajo de Wiseman repite los esquemas conceptuales personificados en un trabajador de la construcción (Doug Quaid); quien descubre, al recibir un implante vacacional, que en realidad es un espía al que se le había sometido a un lavado de cerebro. Ante la toma de posesión de su verdadera identidad, el incauto tipo debe huir a Marte para hallarse a sí mismo: un escenario tan peligroso como letal. Farrell recoge el testigo de la estrella de Conan para dar vida a este hombre acechado por su movido pretérito; mientras que la británica Kate Beckinsale hace lo propio con la parte de la maquiavélica esposa a la que encarnó en los noventa la sensual Stone (Lori), y la escultural Jessica Biel se resarce físicamente en el rol de la atlética Melina (papel que hace 22 años recayó en la morena Ticotin).
Pero Colin no tenía suficiente con arriesgar el pellejo en las extensiones del planeta rojo; por lo que no dudó en aceptar el encargo de jugarse el tipo igualmente en la Tierra. En esta dimensión fronteriza es en la que entra el thriller Seven Phychopaths, de Martin McDonagh; producto en el que el isleño comparte elenco con Woody Harrelson y Sam Rockwell. Embarcado en este vehículo de testosterona rebosante y adrenalina candente, el terceto monta una aventura de mafias y exotismo oriental.
Y como no hay dos sin tres, el fogueado intérprete se ha unido -una vez finalizado el ejercicio de McDonagh– a una película de corte policiaco realmente atrayente. En una línea semejante a Seven Phychopaths circula el largometraje Dead Man Down, que el actor del pelo de color azabache rueda en estas semanas en las calles de Pensilvania y Filadelfia. En esta esperada obra, la dirección ha caído en las manos del nórdico Niels Arden Oplev, en lo que supone su debut en el mercado hollywoodiense. Tan especial oportunidad, la ha querido engalanar el cineasta de Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres con un efectista guion elaborado por el cerebro del serial Fringe y de movies como The Mexican: Joel Howard Wyman.
No obstante, pese a la novedad que supone la inclusión de un casi desconocido realizador escandinavo en una producción estadounidense; lo más llamativo se halla en el nutrido reparto de la cinta. Para empezar, el personaje femenino principal ha ido a parar a la sueca Noomi Rapace (la musa hacker de Oplev en Millennium). La chica que convirtió a Lisbeth Salander en un icono de corte generacional está apretando con fuerza el acelerador profesional en el escaparate anglosajón, y encarrila proyectos en la Meca del Cine con una versatilidad pasmosa. Así, quitando su incursión en la segunda entrega del Sherlock Holmes de Guy Ritchie, la muchacha de las otrora tachuelas es uno de los principales reclamos de Prometheus, de Ridley Scott, y Passion, de Brian de Palma. Aunque el cuadro artístico aún tiene más rostros a destacar, entre los que se puede listar el de Terrence Howard (Despierto), el de la francesa Isabelle Huppert (la musa de Chabrol se deja ver en una movie made in USA), el del inglés Dominic Cooper (La duquesa) y el del veterano Armand Assante (Los reyes del mambo).
Por cierto, el argumento de Dead Man Down versa sobre el segundo de a bordo de un hampón. Este subalterno (al que pone cuerpo y alma Farrell) es de los que no se cuestionan las órdenes de su jefe; por lo menos hasta que se cruza en su camino Beatrice: una bella dama que busca alimentar su venganza contra el violento boss de Colin.
Si a los títulos reflejados se suma el de Epic (película de animación de Chris Wedge, en la que el treintañero de Los hombres de Harrelson pone voz entre los timbres de Amanda Seyfried, Josh Hutcherson y Beyoncé Knowles); los fans del carismático Mr. CF verán colmados sus deseos de disfrutar de su presencia, esculpida mediante imágenes en movimiento.