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Cartas de amor llega a los madrileños Teatros del Canal de la mano de David Serrano, con Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán como protagonistas.
La obra de A. R. Gurney ha sido interpretada por estrellas tan míticas como Elizabeth Taylor, Kathleen Turner y Jill St. John, entre otros nombres.
Hasta el próximo 23 de octubre, el público conocerá la pasión escondida de Melissa Gardner y Andrew Makepeace Ladd III: dos personas incapaces de aceptar la vida en común.
Dos únicos personajes que leen misivas dirigidas el uno al otro, a través de las décadas y separados por miles de kilómetros de aflicción.
De la juventud a la ancianidad, Melissa y Andrew han construido sus respectivas existencias con el aliento de la tinta, como simple refuerzo de sus laberintos sentimentales. Una pasión a distancia, amortiguada por la acidez de saber que la unión de ellos como pareja supondría el fin de todo lo que han compartido y han soñado.
Con estas coordenadas dramáticas Albert Ramsdell Gurney Jr. elaboró un texto que nació como novela, pero reveló su naturaleza teatral incluso antes de que el propio autor concibiera su curso y desarrollo para ser representados en un escenario.
David Serrano hace suyas las palabras del creador estadounidense para montar el paisaje nostálgico y crepuescular de Cartas de amor, dentro de la Sala Verde de los madrileños Teatros del Canal.
Allí, bordeado por el pulso vital de una sociedad dominada por las soledades voluntarias, el director diseña un panorama ácido y doloroso, en el que los silencios comunicativos desnudan sus cantos de sirena, a través de mensajes con aroma de esperanza hacia los acercamientos nebulosos.
CARTAS DE AMOR Y LAS PASIONES DE PAPEL
Cuando Gurney estrenó Love Letters, en el Long Warf Theatre de New Haven (Connecticut), el público y la crítica siguieron con interés el devenir de una historia donde únicamente cuentan las frases manuscritas, entonadas con necesaria convicción por los actores encargados de interpretar a Melissa y a Andrew.
Sentados en espacios vacíos, la voz de ambos fue concebida por el dramaturgo como la guía musical destinada a desnudar sentimentalmente esta crónica gris y derrotada, ausente de felicidades artificiosas.
Estos amantes sin solución se conocieron cuando eran solo unos niños, con ansias de comerse el mundo. Y, a partir de ese momento, las redacciones postales comenzaron a llenar sus respectivas rutinas. En ellas, estos seres se contaban los éxitos de Andrew en la Universidad Yale, donde estudiaba Derecho; y los continuos fracasos de Melissa en su formación intelectual. Década que dio paso a la participación de Andrew en la Segunda Guerra Mundial, y al matrimonio frustrado y alcoholizado de Melissa.
Transcurridos los inviernos, los protagonistas llegan a la madurez en condiciones distintas, aunque coincidentes en el hueco interior que les asfixia. Y así, después de quemar años y años, los dos deciden dar una oportunidad a su amor. Sin embargo, el cambio de rumbo parece llegar demasiado tarde para unos individuos con alma de pluma y cuerpo de lámina.
Como en montajes precedentes (los cuales han contado en USA con estrellas del tonelaje artístico de Elizabeth Taylor, Kathleen Turner, Larry Hagman, Robert Wagner o Stephanie Powers), Serrano ha convencido a dos profesionales de la escena con tablas suficientes, como para no echar en falta la desnudez espartana del decorado. Un tándem identificado con los veteranos Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán, metidos en la piel marchita de Melissa y Andrew. Apuesta segura, que exhibe lo acertado de la misma ante la capacidad de ambos por despertar la vena sensible y fantasmal del texto de Gurney.
Un discurso de espectros vestidos con anhelos, los cuales adormecen su malestar con escrituras que enmascaran su lenta agonía…
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