Black Mirror 6, en Netflix
Esta serie de televisión creada por Charlie Brooker llega a su sexta temporada, con un puñado de historias repletas de imaginación y desconcierto. Como en las entregas precedentes, los seis episodios de los que consta este nuevo paquete son totalmente independientes los unos de los otros;, ya que su misión es la sorprender a los espectadores, con realidades ajenas a la racionalidad, e imprevisibles en su planteamiento, nudo y desenlace .
Black Mirror se ha convertido, temporada a temporada, en una de las series más adictivas de la actualidad, merced a su espíritu desenfadado y ajeno a cualquier clasificación marginadora. La norma que preside esta valorada y exitosa creación del británico Charlie Brooker está relacionada simplemente con desplegar la más absoluta libertad creativa y escenográfica; lo que convierte la experiencia audiovisual en un auténtico carrusel de sensaciones diversas, que van de la ciencia ficción a lo Ray Bradbury al terror en la línea de los cuentos macabros de Stephen King, sin dejar de lado la crítica social a lo distopía tecnológica heredada de Philip K. Dick y Alan Moore.
Cada uno de los segmentos de los que se compone Black Mirror vendría a ser como un narración breve y en imágenes de un desilusionado Roald Dahl, sumido figuradamente en un túnel de pesadillas moldeadas en la factoría de la mítica serie Tales of the Unexpected.
Después de cinco entregas, a cual más desconcertante, Brooker regresa con su obra más emblemática, lista para ser emitida en streaming por Netflix, a partir del próximo 15 de junio. Un sexto grupo de aventuras, ambientadas en el misterioso espacio infinito, en el laberinto de las plataformas abonadas de los realities, o en las entrañas de los abismos de la fama y la culpa.
Actores tan conocidos como Aaron Paul (Breaking Bad), Ben Barnes (Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian), John Hannah (La momia), Kate Mara (Los cuatro fantásticos) y Michael Cera (Scott Pilgrim contra el mundo), entre otros, componen el elenco interpretativo de este producto abonado a la fantasía en estado puro. Un lugar para el entretenimiento sin redes protectoras, que se alimenta de seis arterias argumentales, tituladas Joan Is Awful; Loch Henry; Beyond the Sea; Mazey Day; y Demon 79.
BLACK MIRROR VUELVE PARA ENGANCHAR A LOS ESPECTADORES ABIERTOS A EXPERIENCIAS NOVEDOSAS
Una de las normas de Charlie Brooker, a la hora de escribir los guiones de Black Mirror desde 2011, es que cualquiera de sus elementos -por insignificante que este parezca- debe causar el suficiente impacto entre los televidentes, y así generar la necesidad de adentrarse en las tramas propuestas; algo así como la curiosidad de la protagonista de Alicia en el país de las maravillas, cuando esta perdía la noción de la realidad y el tiempo, siguiendo al conejo blanco. Esta característica es fácilmente constatable en las entregas precedentes, y en esta sexta viene precedida por una serie de historias vestidas con giros inesperados y planteamientos estimulantes.
Joan Is Awful, dirigida por la canadiense Ally Pankiw (I Used to Be Funny), describe la angustia de una mujer de clase media, cuando descubre que su vida está siendo el tema central de un serial dramático made in Hollywood, protagonizado por Salma Hayek Pinault. Una situación muy agobiante, para alguien que desea mantener una cierta privacidad en su día a día.
Loch Henry, elaborado por el británico Sam Miller (Podría destruirte), es la historia de una joven pareja, que recala en una bucólica ciudad escocesa, donde pretenden rodar un documental. Sin embargo, ambos se ven involucrados en un asunto local de fatales consecuencias, y características siniestras.
Beyond the Sea, de John Crowley (Brooklyn), lleva a la audiencia a una estación espacial en 1969, donde dos hombres (Aaron Paul y Josh Hartnett) tienen una peligrosa misión tecnológica entre manos; lo que desencadena trágicas e inimaginables consecuencias.
Mazey Day, de Uta Briesewitz (Stranger Things), expone las alteraciones mentales de una estrella mediática, a la que persiguen los paparazzi, mientras ella intenta escapar de un atropello y fuga en el que se vio envuelta, y que le impide conciliar la tranquilidad.
Por último, Demon 79, de Toby Hughes, se desarrolla en la Inglaterra de 1979. Allí, una mansa y pacífica agente de ventas se ve sometida por un demonio, que la obliga a cometer terribles y violentos actos, si quiere escapar de un desastre personal que se avecina de manera inevitable.
Variados y distintos, los seis episodios de Black Mirror intentan ser potentes y breves películas independientes, enlazadas por la encendida mente de Charlie Brooker, quien solo busca mantener el espíritu inaprensible de una de las producciones audiovisuales más interesantes de las últimas décadas.
Nota: Black Mirror 6 tiene prevista su fecha de estreno a partir del próximo 15 de junio, en la plataforma de Netflix.
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