Tom Holland (el último Spider-Man en versión cinematográfica) tiene que sobrevivir a un universo distópico y dominado por poderes dictatoriales y psicóticos, en Chaos Walking.
El intérprete británico encabeza el elenco de este filme que dirige Doug Liman (Jumper), en la piel del singular joven llamado Todd Hewitt: un chico que descubre el amor, cuando desde su infancia se le había negado la posibilidad de sentir algo tan poderoso hacia una mujer llegada del Nuevo Mundo.
La conocida Daisy Ridley (Rey, en Star Wars: El despertar de la fuerza) es la actriz escogida para dotar de físico a la bella y perseguida Viola Eade.
Hace unas cuantas décadas, las pantallas cinematográficas acogieron la escapada al borde de la asfixia de Logan y su enamorada, para evitar ser sacrificados en un mundo que no aceptaba a las personas mayores de treinta años.
Tal distopía conformó el argumento de La fuga de Logan; influjos temáticos que parecieron estimular la imaginación del escritor Patrick Ness (autor de la premiada Un monstruo viene a verme), cuando alumbró la trilogía de ciencia ficción nominada Chaos Walking: un tríptico en cuyas páginas también es posible hallar referencias a Un mundo feliz, de Aldous Huxley.
Desde la frase inicial, que indica que “un hombre sin filtro para el ruido se convierte en alguien que porta el caos”, la línea argumental de las novelas originales (The Knife of Never Letting Go, The Ask and the Answer y Monsters of Men) sigue la odisea protagonizada por Todd Hewitt, quien descubre las mentiras sobre la ausencia en su vida cotidiana del sexo femenino; y lo hace al conocer casualmente a la singular Viola Eade.
Doug Liman (Jumper) se mostró emocionado al acercarse a los libros de Ness, y a la profunda sensibilidad que destilaba la historia de esta pareja de muchachos acorralados por una realidad que les negaba la total entrega mutua.
Un cosmos de corazones fortalecidos por las luchas justas, que ha traducido al lenguaje cinematográfico el potente equipo de guionistas compuesto por Gary Spinelli, Charlie Kaufman, Jamie Linden y Lindsey Beer.
TOM HOLLAND Y EL ROMANTICISMO FUTURISTA
La ficticia ciudad de Prentisstown es el lugar donde comienza la trama de Chaos Walking.
En este espacio de seres programados para mantenerse sometidos a los dictados de los gobernantes, las personas son capaces de escuchar los pensamientos de los demás y de compartir imágenes colectivas. Una realidad que los habitantes de la urbe evitan por ley, con el filtro proporcionado por las autoridades.
El ruido se convierte así como el fantasma del miedo para la comunidad, y es el término con el que los ciudadanos se refieren al individuo que carece de filtros. Un tipo que, en cierta forma, siempre ha estado muy cerca de las pesadillas que Todd Hewitt tiene desde niño.
El chico vive sus días con la sospecha de que todo lo que se le ha transmitido a través de los años es una absoluta mentira. Pensamiento que se transforma en convicción cuando conoce a la peculiar Viola Eade; ya que se le había enseñado a creer en la total desaparición del sexo femenino.
Nada más encontrarse, la pareja desarrolla una relación sincera, que no es bien vista por los poderes fácticos de Prentisstown. Motivo por el que los dos tienen que huir, mientras el Mayor Prentiss prepara el arma definitiva con la que acabar con la oposición del llamado Nuevo Mundo.
Tom Holland (Lo imposible) es el encargado de dotar de cuerpo al admirado Todd Hewitt: rol que cuenta con legiones de seguidores. Mientras que la parte de Viola Eade le ha caído en suerte a la conocida Daisy Ridley. Ambos son los que soportan sobre sus respectivas caracterizaciones el peso específico de una historia que recuerda en su ADN a la de Romeo y Julieta, aunque en una visión futurista.
Junto a la mediática pareja, Mads Mikkelsen (Hannibal) es quien hace suyo el papel del maquiavélico Mayor Prentiss.
Un reparto que completan el cantante Nick Jonas (Jumanji: Bienvenidos a la jungla) y el actor español Óscar Jaenada (Cantinflas), entre otros.