Terrence Malick pone el antibelicismo en imágenes

El director de "La delgada línea roja" rueda "Radegund", filme sobre la negativa de Franz Jägerstätter a luchar al lado del ejército nazi en la Segunda Guerra Mundial.

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Terrence Malick empezó a desarrollar la historia sin necesidad de acogerse a un guion previo
Terrence Malick empezó a desarrollar la historia sin necesidad de acogerse a un guion previo

Terrence Malick es un cineasta de filosofía y estética distinguibles, siempre defensor de un universo particular con el que traducir al lenguaje de la cámara las más profundas incógnitas de la existencia.

El ser humano se ha convertido en el vértice emocional de la obra de TM, punto de apoyo desde el que este cineasta estadounidense erige películas de talante reflexivo y tiempos ralentizados. Un cosmos que se nutre de los cortocircuitos activos y de los comportamientos individualizados de sus introspectivos personajes, normalmente conducidos por sus razonamientos de mutismos colectivos.

Sometidos a los esquemas por los que se suele mover el responsable de To the Wonder, los argumentos de los trabajos de este creador norteamericano presentan tentáculos de curiosidad subliminal, destinados a mantener la llama candente tras finalizar el metraje de la movie.

Dentro de esas coordenadas artísticas, la sociedad enloquecida por el Tercer Reich se antoja como un vehículo de excepcional vastedad, para que el autor de Song To Song teorice sobre los motivos por los que el Nazismo dominó una gran parte de Europa entre 1939 y 1945.

Tesis de análisis sensible que Malick sustenta en Radegund sobre la persona de Franz Jägerstätter: el ciudadano austriaco que se negó a seguir la orden de ingresar en las filas del ejército teutón, motivo por el que fue sentenciado a muerte.

Este vecino de la tierra de los Strauss era un tipo de constitución normal, sin musculatura rocosa ni valentía a prueba de bombas; sin embargo, no dudó en rechazar el reclutamiento obligatorio que le habían impuesto las altas instancias de la comandancia militar germana.

Desde la anexión de Austria al Tercer Reich (ocurrida en marzo de 1938, y ratificada tras el plebiscito del 10 de abril del mismo año), Jägerstätter no ocultó su malestar por la ocupación alemana de su nación, y así lo expresaba a sus vecinos y amigos sin secretismos audaces.

Pero su libertad de conciencia no era un tema protegido por el gobierno del eje Berlín-Viena, y la simple negativa a acatar los mandatos militares le trajo el encarcelamiento y posterior ejecución al sincero e íntegro Franz.

El germano August Diehl (en la imagen) es el actor escogido por Terrence Malick para ser Franz Jägerstätter
El germano August Diehl (en la imagen) es el actor escogido por Terrence Malick para ser Franz Jägerstätter

TM se mete de lleno en las horas que el objetor de conciencia pasó en la temible prisión de Branderburg-Görden, en espera de que se cumpliera la sentencia de muerte por guillotina, que había dictado el tribunal presidido por el juez Lueben.

Un tiempo de penumbras y recuerdos donde el responsable de El árbol de la vida imagina -con la tintura amarga de los finales prematuros- una completa paleta de añoranzas. Lienzo figurado que ilustra un crimen salvaje, el cual resquebrajó con el frío de la cuchilla la fortaleza de una de un héroe que lo único que hizo fue negarse a matar en nombre de un régimen genocida.

TERRENCE MALICK PONE PALABRAS A UN MÁRTIR DEL SIGLO XX

En 2007, el papa Benedicto XVI nombró mártir de la Iglesia Católica a Jägerstätter, y procedió a su beatificación. Con este simple hecho, El Vaticano reconoció la gesta sin precedentes de este hombre que se negó a vestir el uniforme del Tercer Reich, y a cargar su fusil con balas asesinas.

La enjundia de la gesta mantenida por FJ llamó la atención de Terrence Malick nada más tener constancia de ella, y la inspiración de la misma le llevó a comenzar el rodaje antes incluso de tener un borrador de guion. A la vista del cineasta de Malas tierras, la acción de Jägerstätter podría transmutarse en una metáfora contemporánea de la batalla de David contra Goliat; aunque, en el caso de la trama contenida en Radegund, la onda con la que el Rey de Israel venció al citado gigante se metamorfosea en un arma de convicciones de respeto a la vida de los demás.

A modo de enlace cinematográfico, Mel Gibson tocó el tema del antibelicismo en la Segunda Guerra Mundial no hace mucho, en el filme Hasta el último hombre; donde Andrew Garfield encarnó al enfermero Desmond T. Doss.

Un camino que el mismo Malick ya había probado anteriormente en la impactante La delgada línea roja, en 1998.

No obstante, Radegund aporta la perspectiva de los posicionamientos de fe y conciencia llevados al extremo del peligro asegurado para la integridad física de quienes defendían esas ideas en épocas tan sangrientas como la de la Segunda Guerra Mundial. Toma de postura que acarreaba la muerte y la tortura sin compasión para quienes la emprendían.

August Diehl vistió el uniforme del Tercer Reich en "Malditos bastardos", justo lo contrario a como le presenta Terrence Malick
August Diehl vistió el uniforme del Tercer Reich en “Malditos bastardos”, justo lo contrario a como lo presenta Terrence Malick

August Diehl (Malditos bastardos) es el rostro seleccionado por TM para dotar de sensibilidad latente al encarcelado y dolorido Franz Jägerstätter.

El intérprete berlinés de Los falsificadores ha tenido que realizar un trabajo de introspección excesiva y muchas veces al límite de la paranoia, para desplegar el dramatismo casi mimético que le pedía ejecutar el cineasta Terrence Malick.

Con la guía del creador de El Nuevo Mundo, el capitalino ha podido entender la psique de un héroe sin mayores poderes que el de su propia ética rectora. Retrato de amarguras continuas, en el que el actor recibe la réplica de Matthias Schoenaerst (Lejos del mundanal ruido), Michael Nyqvist (en una de sus últimas colaboraciones, antes de su triste fallecimiento) y Bruno Ganz (El hundimiento), entre otros.

Franz Jägerstätter (en la foto) fue ejecutado en 1943, con solo 36 años
Franz Jägerstätter (en la foto) fue ejecutado en 1943, con solo 36 años

 

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