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Encasillamiento es una palabra que no aparece en el diccionario profesional del oscarizado cineasta de Traffic. Independientemente de los resultados, las obras del norteamericano adquieren en sus manos la peculiaridad de sorprender por el cambio de tercio, tanto temático como de género. Hace unos meses, los espectadores pudieron observar la faz más activa del director nacido en Atlanta, por medio de una cinta rebosante de adrenalina en cada fotograma titulada Indomable. Pero la carrera de este prolífico creador con claqueta necesitaba más emociones que añadir a su currículum; y en esa vereda de caminos pedregosos es en la que se enclava la película que monta durante este verano en las calles neoyorquinas: The Bitter Pill.
Un guion escrito por su colega Scott Z. Burns (autor de Contagio, El soplón y de la citada Indomable) es la balsa narrativa sobre la que Steven Soderbergh ha vertido sus ansias tras el objetivo de la cámara; con el fin de dotar de cuerpo a un relato a medias entre la comedia, el thriller y la psicología de clínica de urgencias.
El atlético Channing Tatum (quien ya trabajó anteriormente con el estadounidense en Indomable y en la aún no estrenada Magic Mike) es el nombre que encabeza el reparto de esta movie, cuyos márgenes conceptuales y reflexivos corren parejos a los avatares de un hombre a punto de salir de la cárcel, y de una esposa tan nerviosa por la libertad de su cónyuge que debe acudir a los fármacos para llevar la situación más o menos bien.
Al lado de la estrella de Querido John, Rooney Mara (debutante en la familia profesional de Soderbergh, a la que ha recurrido después de su impactante interpretación en la versión USA de Millennium), la galesa de Catherine Zeta-Jones (habitual en parte de los trabajos más laureados del realizador, como Traffic y Ocean’s Twelve) y el inglés Jude Law (quien apareció en Contagio, en la piel de un periodista un tanto desquiciado) completan un cuadro escénico de los que le gusta lucir al responsable de Sexo, mentiras y cintas de vídeo.
Sin embargo, mientras sus seguidores esperan que dé por terminada la grabación de The Bitter Pill, estos pueden congraciarse con su ración de cine made in Steven con la llegada a las carteleras de Magic Mike: una suerte de Show Girls a lo Village People, que tiene a Tatum como actor principal. El chico de Todos los días de mi vida se presta a vestirse con pantalones de cuero y camisas inexistentes, con la meta de encarnar a un stripper por obligación monetaria.
Y si estos dos proyectos (el segundo ya finalizado) no colma la sed de los fans, el natural de Atlanta también tiene en cartera la elaboración de una interesante TV movie, bautizada como Behind The Candelabra. Esta producción se centra en la existencia del famoso pianista Wladziu Valentino Liberace; un señor de talento más que notable en apretar las teclas, que saboreó el estrellato con la pasión de un arte en continua transformación. Tal fue su desenfreno, que no dudó en hacer incluso sus pinitos frente a una cámara, en la alocada serie sesentera Batman. Al final, el implacable virus del sida acabó con la pletórica presencia de este artista de las notas, en 1987; aunque su recuerdo sigue perdurando en la memoria de los amantes de la buena música. Matt Damon, Michael Douglas y Rob Lowe son algunos de los rostros que Soderbergh planea congregar en torno a esta pieza catódica.
Como se ve, pese a sus 59 años arropados con miles de bobinas y tarjetas de memoria rellenas de imágenes, el cerebro de Full Frontal no necesita tomarse respiro alguno para acudir a las salas del planeta Tierra. ¿Quién sabe si desayunará todas las mañanas las espinacas de Popeye? Ante la duda, se lo preguntaremos a su colega George Clooney.
