Sin City llama nuevamente a las puertas del infierno en “A Dame To Kill For”
En la ciudad del pecado, la perdición está a vuelta de farola. Adictiva como el humo de un cigarrillo mentolado, esta urbe asienta sus sensuales arterias en un lugar imaginario dentro de la América de la promisión erótica y la violencia sin tregua. Así es como la imaginó hace unas décadas el novelista y dibujante Frank Miller, y de esa manera la reprodujo el mismo creador, en la primera entrega cinematográfica de la saga impresa en papel. Tal acontecimiento ocurrió en 2005, y abrió el fuego para un subgénero en formato de celuloide que bebe directamente de las aguas del cómic y las viñetas (grupo de tirón taquillero al que se unieron en su escenificación 300, The Spirit y The Watchmen).
Ocho años después del debut en las salas de la obra editada en Dark Horse, Miller y su colega Robert Rodriguez (como en la anterior aventura fílmica) regresan al universo esquizoide del policía corrupto Jackie The Boy y el boxeador Marv, para continuar con el turbulento diario coral en A Dame To Kill For.
Aparecida en el mercado libresco en 1993, esta secuela de Sin City comienza su curso con el personaje del duro Dwight McCarthy, mientras trabaja como fotógrafo de infidelidades a cargo del orondo y maquiavélico Agammenon. El mencionado antihéroe tiene que sacarse unas perras positivando imágenes clandestinas sobre maridos viciosos y esposas de agarraderas morales más que cuestionables. Pero algo resulta distinto en la misión que tiene por delante, cuando se topa con la media naranja de un millonario, a la que debe pillar in fraganti durante la consumación de su canita al aire: la bella y misteriosa Ava Lord.
Nada más encontrarse, Dwight siente que esa señora le iba a llevar por la calle de las esposas y los trajes a rayas. Sin embargo, su instinto animal se convierte en el protagonista de sus emociones; y la carga de atracción hace el resto para que los dos personajes acaben abandonados a su impulso pasional. Al tiempo que transcurre el citado desfogue, la dama le cuenta al detective gráfico que su husband es un individuo malcarado y con bajos instintos, al cual tiene más miedo que a Dracula en una noche de niebla londinense.
Las revelaciones hacen que el jornalero de Agammenon tome la decisión de ayudar a la chica en apuros. Aunque puede que sea al revés; ya que el futuro se pone realmente oscuro para McCarthy, cuando aparece muerto el cónyuge de su amante furtiva: el poderoso Damien Lord. Ante un cadáver semejante, el primer sospechoso será el investigador que conduce el mítico e inconfundible Ford Mustang en el que portó a Jackie The Boy con la frente agujereada.
Estas son las coordenadas argumentales del segmento A Dame To Kill For; parte a la que el tándem Miller-Rodriguez une otros apartados guionizados, que van componiendo la fauna humana que convive en The Projects, Old Town y The Docks.
El primero de ellos lleva por título Just Another Saturday Night, y tiene en la presencia de John Hartigan y la pequeña Nancy su centro neurálgico. La relación entre el antiguo policía y la cría a la que decidió proteger de sus perseguidores sigue viento en popa en el interior del apestoso local The Yellow Bastard. Y eso a pesar de que el púgil Marv se empeña en tirar fuertemente entre ambos, para mantener la posibilidad de un triángulo amoroso.
The Long Bad Night es la tercera de las mini-historias corales que diseñan la cinta. En ella, un tramposo de enérgico espíritu, llamado Johnny, pretende dárselas con queso al tipo más poderoso de Sin City. Algo que deparará fatales acontecimientos en la existencia del chaval.
El último de los ejes aún no goza de nombre bautismal, pero lo que sí se sabe es que trae en solfa a roles ya conocidos en la anterior entrega; tales como Sally, Miho y Gail.
Las calles de Nueva Orleáns (a pesar de que la mayoría de las secuencias responden a un intenso trabajo de efectos especiales y pantallas infográficas de fondo verde) sirven de paisaje insano a Frank Miller, para retratar los escenarios que le hicieron célebre en el planeta del cómic. Un álbum visual de expresivos bodegones y atestados lupanares en el que colaboran intensamente Bruce Willis (John Hartigan), Joseph Gordon-Levitt (Johnny), Juno Temple (Sally), Josh Brolin (sustituye a Clive Owen en el papel de Dwight McCarthy, tras la reconstrucción física de éste), Jessica Alba (Nancy Callahan), Eva Green (Ava Lord), Jamie Chung (Miho), Mickey Rourke (Marv), Rosario Dawson (Gail) y Ray Liotta (Joey).
Ya sólo queda preguntarse si Dwight McCarthy matará por la dama, como reza el emblema de esta anhelada secuela. No obstante, y aunque suene a programa de cadena privada de televisión: la respuesta tendrá que esperar a una fecha de estreno todavía no comunicada oficialmente a la Prensa.
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