Richard Gere se pone la bata de médico psiquiatra, para tratar a tres enfermos que afirman ser la reencarnación del Hijo de Dios.
Three Christs sigue la trama argumental expuesta en el polémico libro The Three Christs of Ypsilanti, escrito como falso ensayo clínico por Milton Rokeach, en 1964.
El filme está dirigido por el veterano Jon Avnet, quien construye la historia a partir del guion elaborado por Eric Nazarian y él mismo.
La mente es como un fondo de armario insondable y oscuro, al que no se atreven ni a entrar los impetuosos críos de Las crónicas de Narnia.
Dentro de ese universo inexplorado de recuerdos y creencias, es posible dar con personas que piensan de manera fehaciente que son la encarnación de célebres personajes del pasado, como Napoleón; Cleopatra; Winston Churchill…; o el mismo Jesús de Nazaret. Precisamente, esta última opción es la que escogen los tres enfermos internados en el Ypsilanti State Hospital de Michigan (USA): un lugar aséptico y nuclear con chapa de institucional, donde transcurre la trama de Three Christs.
A medias entre la comedia y el drama social, el guionista y director Jon Avnet (88 minutos) hornea con semejantes elementos una cinta en la que la verdad facultativa da paso a análisis más excéntricos, justo como los componentes aditivos que ilustran las páginas del criticado texto ideado por Milton Roekeach (en el que se basa la desconcertante trama de la movie).
RICHARD GERE ESTUDIA LAS CONEXIONES BÍBLICAS
Mucho menos sombría que la inigualable Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975) y sin la retranca de la duda impuesta a las aseveraciones contenidas en K-PAX (Iain Softley, 2002), Three Christs camina con paso firme por los senderos del surrealismo consciente, siempre con la cámara sujeta a los dictados de la manipulación científica; tesis que alienta el argumento desde la primera secuencia, con la presentación de las diversas alucinaciones del trío de enfermos.
Sin ánimo de sentar cátedra en el género de las reflexiones neuronales de carácter científico, la película presenta un cuadro escénico bastante peculiar: el formado por tres pacientes de una institución psiquiátrica, que aseguran ser la encarnación de Cristo. Todos presentan diagnósticos de esquizofrenia paranoide, pero el leitmotiv de la propuesta estriba en la comprobación de cómo se comportan estos individuos al estar internados en el mismo espacio médico; ya que es imposible que el trío sea la reencarnación de un solo personaje.
Las conversaciones con el doctor Stone (al que pone físico el conocido Richard Gere, quien se mostró muy interesado por el proyecto desde sus inicios) componen el núcleo central de un largometraje donde los tres hombres que desencadenan la acción están interpretados por Peter Dinklage (Joseph), Walton Goggins (Leon) y Bradley Whitford (Clyde).
Este elenco le sirve a Avnet para montar una crónica del desamparo cerebral de ambiguas connotaciones, en la que los recovecos de la mente se sitúan en primer plano. Un material resbaladizo y con el que es fácil equivocarse o aventurarse al abismo de la sinrazón, el cual da para miles de asociaciones en el estrecho límite que existe entre la verdad y la mentira, la alucinación y la certeza, la cordura y la enfermedad…