Peter Greenaway completa el segundo capítulo de su saga sobre maestros holandeses
El creador de Los libros de Próspero debería sentirse como pez en el agua transitando el puente entre el Barroco y el Manierismo. Navegando por las líneas retorcidas hasta la extenuación de ambas corrientes -y por sus colores anegados de luz mortuoria-, el director galés –pintor de formación- no habrá tenido problemas para localizar la inspiración necesaria, con la que arrancar los motores de su prolija mente. Y más si el material con el que ha contado el británico, para confeccionar su última obra en formato de celuloide, se apuntala con las imágenes de uno de los mejores grabadores de la historia en Los Países Bajos: Hendrick Goltzius (Bracht, 1558- Haarlem, 1617).
Integrada en la saga que Peter Greenaway (Newport, País de Gales, 1942) intenta dedicar a los maestros del Arte en Holanda (el primero de los títulos fue La ronda de noche, con el que rindió homenaje en 2007 a Rembrandt), Goltzius and the Pelican Company es una película robustecida con el estilo habitual del responsable de The Baby Of Mâcon; es decir, con alegorías constantes a la desnudez y al tránsito hacia el Más Allá, a la concepción multimedia y a las composiciones cercanas a una sesión de caballete y lienzo, siempre aliñado con apabullantes revelaciones sobre lo que supura la experiencia cinematográfica.
Como en la mayoría de los largometrajes del peculiar realizador, él es quien firma el guion de la cinta; algo que le permite sublimar sus ideas respecto a la vida, a la plástica y a las relaciones entre los seres humanos en cualquier circunstancia y época. En este caso, el cineasta de Reino Unido viaja al Norte de Europa en los convulsos años de la juventud de Goltzius, durante el periodo de su asociación con el Margrave de Alsacia. Seducido por el talento sin precedentes del creador flamenco, el noble se rindió -según la movie- a las peticiones y pasiones existenciales de su protegido, al que permitió ejercer incluso de erotómano oficial; aparte de dar rienda suelta a la grandeza visual de un anatomista obsesionado con las formas reproducidas por los renacentistas Miguel Ángel y Rafael.
El interés del aristócrata alsaciano, quien anhelaba conseguir que el hijo del pintor de vidrio conocido como Goltz elaborara una versión ilustrada del Antiguo Testamento, es lo que otorga peso al libreto del filme de Greenaway, un texto dialogado en el que la metamorfosis de los grabados en fotogramas da como resultado escenificaciones -mediadas por el componente audiovisual- de Lot y sus hijas, David y Bathseba, Sansón y Dalila o Juan el Bautista y Salomé.
Para encabezar el reparto de su por ahora díptico tulipán, Greenaway ha optado por un actor poco laureado en los foros internacionales por su faceta interpretativa: el poeta y narrador neerlandés Ramsey Nasr (Rotterdam, 1974). El rapsoda se erige como el máximo punto de atracción del filme, dando vida al estimulante Goltzius; un hombre que triunfó en la técnica del buril, a pesar de tener una mano lisiada desde la niñez por culpa de un aparatoso incendio.
Sin embargo, la posible bisoñez de su estrella principal la equilibra el autor de El vientre del arquitecto con la presencia casi siempre efectiva del camaleónico F. Murray Abraham (Pittsburgh, Pennsylvania, USA, 1939). El oscarizado Salieri de Amadeus se mete en la piel del mecenas alsaciano, en lo que supone el esperado regreso a la actualidad mediática de un señor de la escena, que en los últimos años se había visto relegado a un segundo plano en el concierto cinematográfico. Pareja de actores que se nutre con la presencia de un elenco en el que destaca el italiano Giulio Berruti (El halcón y la paloma).
No parece que, como en el caso de La ronda de noche, el cineasta tenga pensado completar la visión del cosmos de Goltzius con su correspondiente documental. No obstante, la inexistencia de teorías conspiratorias y asesinas respecto a la figura del grabador barroco no permite similares montajes como el orquestado con el pintor de La lección de anatomía, tesis policiacas que Greenaway materializó en el interesante docudrama bautizado con el nombre de Rembradt’s J’Accuse.
Según Variety, es probable que la próxima aventura profesional del filmador de The Pillow Book sea una comedia romántica, que podría titularse 4 Storms and 2 Babies; y cuya sinopsis supuestamente gravitaría en torno a la interrelación sexual de una mujer con varios hombres. Si es así, y Peter Greenaway está de vuelta en su vena más prolífica, bienvenido sea el dato; aunque el director de Zoo aún no ha desvelado oficialmente las claves de su próximo proyecto.