Mike Oldfield vuelve a colgarse la guitarra al hombro

222
0 0
Read Time:5 Minute, 19 Second
El artista británico editará el próximo 3 de marzo (27 de enero por iTunes) el álbum número 25 de su carrera: "Man On The Rocks" (Virgin EMI)
El artista británico editará el próximo 3 de marzo (27 de enero por iTunes) el álbum número 25 de su carrera: “Man On The Rocks” (Virgin EMI)

Los seis años en el dique seco que se ha tomado el compositor de Tubular Bells no han mermado su pasión melódica. No se puede decir que el hambre por los pentagramas del hermano de Sally sea la misma de antaño, cuando era un veinteañero capaz de levantar titánicas obras a través de un talento y una versatilidad incuestionables. Pero, en su baúl de inspiraciones memorísticas, las musas aún calientan estribillos cimbreantes y songs hipnotizadoras: líneas ansiosas por materializarse con carne de lírica trovadora.

Asegura Mike Oldfield en su página web que, tras el extraño e irregular disco Music Of The Spheres, estuvo a punto de tirar la toalla, y abandonar el don que le convirtió durante décadas en el líder más completo de la new age británica. Sin embargo, la llamada del director Danny Boyle en 2012 -para que participara en la gala de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres- le volvió a contagiar el gusto por hacer hablar a un instrumento ante audiencias multitudinarias, consumidoras sin medida de sus poemas sinfónicos. Y de ese enamoramiento recobrado por los escenarios nació Man On The Rocks (que llegará al mercado el próximo 3 de marzo de 2014, aunque el 27 de enero se podrá adquirir vía iTunes).

El cantante de The Struts, Luke Spiller, es el vocalista del primer sencillo: "Sailing"
El cantante de The Struts, Luke Spiller, es el vocalista del primer sencillo: “Sailing”

Regreso al pasado

Pese a ser uno de los creadores más admirados de los últimos ocho lustros, el comienzo del siglo XXI no resultó especialmente alentador para el autor de QE2. Después de una ruptura mediática y desconcertante con su sello de toda la vida (Virgin Records); Oldfield intentó albergar su magia orquestal en otras empresas, como Mercury y Universal. Pero en el cambio de sentido mercantilista, el responsable de To France se arriesgó también con un remodelado profesional, alejado de su propia piel artística. En esa pirueta musical algo se rompió, y la triunfalista alquimia de los títulos pretéritos desembocó en vaivenes discográficos con más filosofía experimental que efectividad sonora.

"Music Of The Spheres" fue como un punto de inflexión reflexivo en la carrera del músico
“Music Of The Spheres” (el título precedente) fue como un punto de inflexión en la carrera del músico

Bien por la senda de las evocaciones literarias (Songs Of Distant Earth), la del chill-out ibicenco (Tres lunas) o la del clasicismo un tanto egocéntrico (Music Of The Spheres), las notas del genial Mike se fueron perdiendo en una nebulosa de proyectos oscuros, carentes de la energía de trabajos tan perfectos como Discovery o Crises. Con ello, el guitarrista cayó en los abismos de la indefinición y el letargo, sin saber cómo aglutinar nuevamente las esencias de su folk de campiña, el rock enrabietado y el pop alegre y dinámico.

El CD es la primera obra con temas inéditos de Oldfield desde 2008
El CD es la primera obra con temas inéditos de Oldfield desde 2008

En los últimos años, Oldfield únicamente se encerraba en su estudio para lavar la cara tecnológica de sus grabaciones de los setenta y ochenta, con reediciones constantes de su extenso currículo. Esto hacía que sus admiradores añoraran cada vez más la aparición del espíritu del otrora muchacho de la mirada agreste, el que no tenía miedo a firmar lo que pocos se atreverían siquiera a sugerir. Ese chico que no necesitaba acudir a los cuadernos de notas para refrescar cada acorde, o para pasarse una noche entera destilando melodías, sin apreciarse signos de error o cansancio en sus interpretaciones.

Así, en busca de la añeja electricidad de sus comienzos, el arquitecto de los vertiginosos Ommadawn y Hergest Ridge (álbumes de profundidades vaporosas) marchó sobre sus huellas para volver a Virgin EMI, no sin antes beneficiarse de los servicios de un valedor de la talla de Stephen Lipson (hombre que originó algunos de los mayores hits de Frankie Goes To Hollywood, Cher, Pet Shop Boys y Annie Lennox, entre otros). Y con ese cuadro esperanzador, el músico inglés ofreció once nuevos temas esculpidos en los paisajes de Bahamas, teñidos con la claridad reinante de un paraíso capaz de transformarse en infierno a golpe de huracanes (precisamente, el CD dedica el aguerrido track Irene al homónimo fenómeno de categoría 3, que asoló la zona en 2011).

El legendario bajista Leland Sklar colabora en el disco
El legendario bajista Leland Sklar colabora en el disco

Junto a estas regresiones, Mike también tomó la decisión de apañar el trabajo según los conceptos de su fórmula de los ochenta: la consistente en reunir cortes cantados con compañeros en los que los instrumentos asumen el total protagonismo. Algo que se puede apreciar -por ejemplo- en la apertura del compacto, con el single Sailing; el cual rememora imágenes en sepia de ese pletórico Moonlight Shadow (himno popular que tantas alegrías bancarias le reportó al natural de Reading, en 1983).

Todo esto y mucho más es lo que cuenta Man On The Rocks: una historia de retornos deseados, en la que Michael Gordon ha puesto su empeño para concitar a sus miles de seguidores, a base de sintonías reconocibles y nostálgicas. Un viaje al pretérito con signos de innovación evolutiva, para el que ha congregado a una banda de altura formada por el vocalista de The Struts (Luke Spiller); el batería John Robinson (el mítico baquetista de Off The Wall, de Michael Jackson); el teclista Matt Rollings (colega de señores del talante de Billy Joel y Mark Knopfler); las cuerdas de Michael Thompson (alumno aventajado de Pat Metheny); y el particular bajista Leland Sklar (el estadounidense de la barba blanca, cuya leyenda se remonta a los inicios de James Taylor). Y, como director de la función, el redoble heroico de Mike Oldfield (el tipo de las mil y una guitarras) asume los galones de las orquestas tubulares, de las campanas imperecederas y de los ritmos universales. Aunque sea en el esqueleto figurado de un “hombre en las rocas”, intensamente preocupado por atisbar su propia identidad.

El batería de la nueva banda de Mike es John Robinson, el mismo que participó en vinilos como "We Are The World"
El batería de la nueva banda de Mike es John Robinson, el mismo que participó en vinilos como “We Are The World”

Más información en http://www.mikeoldfieldofficial.com

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Choose your language